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Capitulo 4

Lucas sonríe y abriendo la puerta dice divertido:

-Necesitas comer, soy muy intenso cuando quiero y hoy no te iras a casa hasta que digas que si a todo.- Sonrió traviesa al saber eso, entro pensando que me vendría bien no volver a casa esta noche, igual mis padres se asustan y todo. Le miro y sonrió, quiero ver hasta donde es capaz de llegar para que diga que si. Un hombre nos recibe y mirándonos dice serio:

-¿Tienen reserva, señor? - Lucas asiente y dice acercándome a el al ver como me miran unos jóvenes que hay cerca:

-La tenemos, esta a nombre de Lucas Marquez y prometida. - Sonrío al ver que los jóvenes se marchan al oír la posesión que pone Lucas a sus palabras. El hombre después de comprobarlo nos lleva a una mesa algo apartada de las demás, nada mas llegar me veo encima de uno de los platos un precioso ramo de rosas moradas. Sorprendida miro a Lucas que lo coge con cuidado y ofreciendomelo dice sonriendo:

-Según mis fuentes a mi pequeña fiera le encantan estas flores, espero que sea cierto. - Asiento complacida y sonriendo digo:

-Si, son mis favoritas, ¿Quien se fue de la lengua? - Lucas ríe separando la silla de la mesa para que me siente, cuando lo hago se agacha y me susurra en el oído seductor:

-Querida, eso es un secreto, solo diré que la fuente es fiable. También este lugar es famoso por su música ambiental que es muy relajante, según he oído la música amansa a las fieras- Antes de apartarse me acaricia el lóbulo de la oreja izquierda con sus labios, eso hace que todo mi cuerpo se ponga receptivo. Suspiro tratando de esconder las bonitas palabras que le diría si no fuera porque mi corazón no deja de latir como loco. Lucas rodea la mesa y se sienta frente a mi, llama a uno de los camareros y le dice sonriendo:

-Por favor, coja con cuidado las flores de mi prometida y cuídelas hasta que nos vayamos, si antes de irnos falta alguna flor o pétalo no pagare la cena, ¿me ha entendido? - El camarero asiente muy seriamente y se marcha cogiendo con sumo cuidado las flores de mis manos. Cuando estamos solos le digo sorprendida y con curiosidad:

-¿Enserio no pagaremos si falta algún pétalo? . Lucas sonríe y dice mirándome travieso:

-¿Pagaremos? ¿quien dijo que tu vas a pagar algo? - Le miro y me señalo a mi misma, el ríe y dice negando:

-Tu no vas a pagar nada, ¿que tipo de caballero seria si permitiera que mi prometida pague? - Sonrío y le digo divertida:

-Uno moderno, aunque aun no soy tu prometida, podríamos considerarlo una cena entre amigos. - El niega y dice serio dándome a entender que no va a cambiar de opinión:

-¡Ni lo sueñes! Ni siquiera como amigos, pago yo y punto. - Le miro terca y le digo cruzándome de brazos:

-¡Que mandón! ¡Eres un anticuado! ¡Te lo tienes muy creído, ya veremos como acaba la noche!- El ríe y ofreciéndome su mano por encima de la mesa dice:

-Mi pequeña fiera, se que en eso lo soy, me gusta consentir a las personas que valoro y aprecio. - Discretamente miro a mi alrededor, veo a un par de mujeres que miran a Lucas con deseo, traviesa me mojo los labios y sonriendo le ofrezco mi mano, complacida veo de reojo como una de ellas me asesina con la mirada. Rio por lo bajo y Lucas aferrando mi mano pregunta curioso:

-¿Que es gracioso? - Le miro riéndome y le digo con travesura:

-No es nada, solo me siento observada y algo…. ¿Envidiada? Aunque ellas no saben que también eres todo un mandon. - Le señalo con suavidad con la cabeza hacia la mesa de la mujer que aun nos mira furiosa, Lucas con disimulo mira y sonríe, se acerca mi mano a su boca y la besa. La mujer que aun nos mira se sienta recta y para de mirarnos, Lucas ríe y me dice con suavidad, mientras se levanta cogiendo su silla para sentarse a mi lado:

-Seamos traviesos, eso les enseñara a todos a no desear lo que nunca van a tener. - Divertida asiento, Lucas se acerca tanto que me rodea la cintura con un brazo, un tanto avergonzada porque su mano esta mas cerca de mi trasero que de mi cintura le digo en voz baja:

-Ahora nos miran todos, Lucas…- Pienso en como distraerlo porque el ya me distrae con sus caricias, ha subido su mano al tirante de mi vestido y esta jugando con el.

Decido hacer que piense en la comida o empezare a ser traviesa yo también, aunque no soy muy experta, sonrojada le digo cuando siento que puede ver todo mi escote:

-¿Cuando comemos? - Lucas ríe y estirando el brazo libre coge una carta , me la ofrece y dice calmado:

-Pide todo lo que quieras, a mi me gusta todo, solo una condición... - Lo miro nerviosa y el dice en un susurro muy cerca de mi oído:

- Que todo sea para compartir, no quiero moverme de tu lado. - Me sonrojo pensando en el ofreciéndome comida, asiento y miro curiosa la carta mientras el vuelve su atención al tirante del vestido. Miro los entrantes y comento en un susurro:

-Vale, entonces quiero… camembert frito, ensalada de pollo, cigalas y….-Lucas al verme indecisa dice señalando en la carta:

-¿Que tal algo de carne? La ensalada no me va tanto, ¿podemos cambiarla?- Asiento y miro los tipos de carne mientras el con suavidad aparta mi pelo y me besa el hombro, mi respiración se acelera cuando pasa a de besarlo a morderlo con suavidad diciendo:

- O si quieres… ¿puedo incluirte en la cena como carne? - Lo miro apartándome un poco alterada porque mi mente me hace pensar en cosas muy indecentes y mi cuerpo no se negaría a que aceptara.

El sonríe y cogiéndome de la barbilla me acerca y me besa intensamente, nos separamos al oír un carraspeo, Lucas al ver al camarero se aparta un poco sin ganas y con voz fría dice:

-Bien, ya que insiste… queremos el camembert, las cigalas y un entrecot trinchado al punto con verdura a la parrilla. Todo para compartir, para beber… - Me mira y digo sonrojada:

-Una copa de vino blanco a frutado, que sea suave. - El asiente y dice:

-Para mi una copa de Mascaro Ambrosía Reserva. -Le miro curiosa y cuando el camarero se marcha dice sonriéndome:

-Voy a celebrar en esta cena nuestro futuro juntos, no beberé mucho ya que tenemos que volver pero una copa si puedo, ¿Querrás probarlo luego? Tiene un sabor que nadie se lo tendría que perder. - Sonriendo asiento y el vuelve a rodearme con su brazo acercándome mientras dice bajito:

-Desde que me plantaste cara no puedo dejar de pensar en ti, cuando me abofeteaste fue… como si todo tuviera sentido, nunca nadie en mi vida se había atrevido a tanto, pero tu… no te dejas amansar y eso… me deja con ganas de probar mas. - reímos y el sigue diciéndome:

-Desde que te bese no quiero hacer otra cosa, tus dulces labios...- Me los acaricia con suavidad con su mano libre- no he podido concentrarme bien en toda la tarde, ha sido muy difícil estar atento, mi jefe estaba sorprendido. Me atraes tanto… es tan curioso… - Mi respiración se acelera y mi corazón enloquece al pensar:

-Si le digo que si… sera mio para siempre, no puedo permitirme decir que no, aunque primero quiero ser mala, solo un poquito. - Lo miro mientras me muerdo el labio nerviosa, el sonríe y cuando va a acercarse vuelve el camarero con nuestras copas, el cede y se queda donde esta.