MASACRE

NA: con este sexto capítulo cerramos el día de hoy ( ͡❛ ▿ ͡❛)

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"¡Auxilio, alguien ayudemos!"

*¡Clank! ¡Clank! ¡Clank!*

"¡Por favor, alguien venga a ayudarnos!"

Varios gritos de socorro resonaban dentro de una enorme habitación vacía, la cual se parecía a un gran salón pero sin ventanas, perdiéndose en el eco tan rápido como se producían, sí que existiera una respuesta a estas suplicas.

El retumbar de los golpes que producía el metal de la única y pesada puerta que bloqueaba la salida hacían temblar el corazón de las mujeres dentro de dicha habitación.

Reika Kurashiki estaba realmente asustada y desesperada en estos momentos.

Nunca habia imaginado que esto le podía pasar a ella.

Siempre había visto en los noticieros casos de secuestros al paso, y siempre se había preocupado de que su hija estuviera segura y que no esté expuesta al peligro, pues sabía que el mundo no es nada bueno.

Se esforzó mucho por conseguir dinero para poder comprar un departamento en una buena zona de la ciudad para mantenerse alejada de los problemas.

Con mucho esfuerzo logró comprarse un auto, para que tanto ella como su hija pudieran ir a cualquier lado y que no estén expuestas al peligro de subirse al carro de algún desconocido.

Ella luchó por lograr un buen puesto en una empresa de renombre con el objetivo de trabajar en uno de los lugares más seguros de la ciudad, para que ella y su hija pudieran obtener estatus y vivir tranquilas.

Reika había luchado todos estos años para vivir lo mejor posible y lo más segura posible… pero al parecer, todo fue en vano.

Al final, la maldad había logrado alcanzarla a ella y a su hija.

Y lo más frustrante para la mujer es que, el daño vino desde donde ella menos pensaba.

¿Acaso los altos mandos se enteraron de la información que ella había filtrado?

¿Este era su castigo por intentar hacer las cosas correctamente?

Reika Kurashiki quería llorar de impotencia y rabia, pero aguantó las lágrimas, pues debía mantener un semblante fuerte en estos momentos.

"¡M-Mamá, tengo miedo!"

Reina Kurashiki exclamó completamente aterrorizada, pues el haber escuchado la conversación de los hombre que las trajeron aquí la hizo sentir mareada y asqueada, haciéndola llorar en varias oportunidades.

Ella era una mujer que siempre había considerado al resto como seres inferiores, personas de segunda categoría quienes no merecían su atención, exceptuando a su madre claro está.

Solo la belleza era digna de sus ojos, por ello es que siempre se esforzó por se la más bonita desde la escuela primaria y secundaria, estando siempre en el centro de la atención de todos.

Todo las chicas la admiraban, todos los chicos la amaban, y muchos hombres la deseaban.

Este sentimiento de atención hizo que ella siempre se creyera una reina, tal y como su nombre significaba en el idioma español.

No obstante, Reina Kurashiki sabía que no solo bastaba con ser hermosa, tenía que ser hábil e inteligente para poder ganar en la vida.

Eso era lo que su madre siempre le decía.

Por ello es que, a pesar de sentirse atraída por la belleza de los hombres, nunca fue tan tonta como para entregarse a los brazos del primer sujeto con cara bonita que le ofrecía palabras bonitas y alguna que otra joya.

Su madre la había criado tan bien que la valla a pasar era demasiado alta para muchos.

Ella no era tonta, sabía lo que tenía y lo que valía, y lo utilizaría para sacar el mejor beneficio de ello.

Por eso es que siempre actuó con cautela cuando interaccionaba con los altos mandos de la empresa donde trabajaba su madre, en especial el viejo pervertido que era dueño de toda la corporación, quien sutilmente le lanzaba insinuaciones para hacer algo asqueroso.

Ella no podia tratarlo como basura, pues el poder que tenía era inmensamente mayor a lo que su madre podía manejar, pero no loca aceptaría esas propuestas, pues primero prefería estar muerta a acostarse con esa basura.

 Por ello es que hábilmente siempre lo eludió durante mucho tiempo, con la esperanza de que ese viejo algún día desistiera.

Y cuando creyó que por fin lo había logrado… la oscuridad se le vino encima.

…Jejeje, mocosa engreía, el jefe por fin te follará el día de hoy para enseñarte a comportarte, y si le agradas, quizás te vuelvas su nueva 'hija' querida a quien le dará mucho de su amor por bastante tiempo… 

…. Y qué decir de ti señora Kurashiki, parece que llamaste la atención del nuevo empleado… ¡en verdad tengo envidia de ese negro, disfrutará de lo mejor el solo!... quizás cuando se canse quiera compartir…

Esas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza, desesperando su mente y resquebrajando su corazón. Recordar las sonrisas retorcidas de esos hombres la llenaban de terror.

¿Esto era una broma?... no, no lo era.

¿Esto se trataba de un mal sueño?... no, esta era la realidad, la cruda realidad.

¿Por qué le pasaba esto a ella?... ¿Por qué le pasaba esto a su mamá?

¿Esto era su castigo por comportarse tan mal?

Si tan solo tuviera una segunda oportunidad para hacer las cosas bien…

"No te preocupes Reina, todo saldrá bien… todo saldrá bien" – Reika abrazó a su hija con fuerza, sintiendo como su cuerpo temblaba.

"¡No quiero que me hagan lo que dijeron mamá!… ¡no quiero!... *sob*… no quiero" – la chica comenzó a aferrarse al cuerpo de su madre con todas sus fuerzas.

Reika Kurashiki se maldijo así misma por la impotencia que sentía, pues su mente racional sabía que es lo que les esperaba.

Había visto los videos y las fotos sobre las actividades de este grupo, por lo que su afligida mente entendía que era lo que les pasaría.

¿Acaso ese muchacho no dijo que se encargaría de todos ellos?

Si ella fue secuestrada, quizás ese chico no pudo completar su trabajo… quizás el ya este…

*Clank*

De repente, sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del seguro de la puerta abriéndose.

Con los latidos cardiacos acelerándose, Reika se paró frente a su hija ocultándola en su espalda. Sabía que esta acción era inútil, pero era su instinto de madre lo que la hacía seguir luchado.

Ella esperaba que la persona al otro lado de la puerta sea alguien que las venía a rescatar, rogaba con todo su corazón de que esto fuera así.

"Oh, Kurashiki-san, parece que no te ves muy bien jejeje ¿Por qué la pequeña Reina se esconde y no sale a saludar al abuelo?"

Pero el ver y escuchar esa voz hicieron que las ultimas esperanzas de Reika se partieran por completo.

Ahora si tenía unas ganas inmensas de llorar.

Allí, parado frente a la puerta, estaba su jefe, Yamato Takezuchi, el cual miraba con una sonrisa enferma no a ella, sino a su hija que se escondía atrás de ella.

A su lado, un hombre de color, quien parecía una bestia por su tamaño y contextura, estaba mirándola a ella con una mirada de lujuria, lo que la hacía sentir enferma.

Aparte de ellos, varios de los guardaespaldas del anciano, unos diez quizás, hacían guardia detrás de ellos.

"Tomaré a la madre y me la llevaré a la otra habitación ¿no hay problema con eso verdad?" – el hombre de color comenzó a acercarse mientras se quitaba el saco.

"¡Aléjate de nosotras! ¡vete!" – Reika gritó con todas sus fuerzas mientras mostraba una mirada furiosa.

"Oh, oh, oh, no hay problema Bernat-san, deja que la pequeña Reina se quede con el abuelo" – el viejo Takezuchi respondió con una sonrisa e hizo una señal con la mano.

 Al instante, dos de sus guardaespaldas entraron en dirección a las dos mujeres, tomando de las muñecas a la chica.

"¡¡M-Mamá!! ¡¡Auxilio!! ¡Ayúdame!"

"¡Reina!" – Reika gritó desesperadamente e intentó impedir que esos hombres sujetaran a su hija, pero fue en vano.

En estos momentos, al ver que sus peores pesadillas estaba a punto de ocurrir, no pudo soportarlo más y comenzó a llorar de desesperación.

Y con el último trozo de sus esperanzas, rogó, a quien sea, a quien la escuchara.

'¡Por favor, ayúdame!'

'¡¡Por favor, te lo ruego, sálvanos!!'

'¡Por favor!... ¡¡Por favor!!'

*Bam*

De repente, el sonido de un disparo hizo que todos dentro de la habitación se quedaran paralizados.

*Bam*

*Bam*

*Bam*

"¡Haggggh!"

"¡D-Disparen, disparen todos ahora... Noooo!"

*Crash*

¡De repente, todo lo que podían escuchar era el sonido de más y más disparos, los cuales se entremezclaban con el sonido de gritos y lamentos!

"¡¿Q-Qué diablos está pasando?! ¡Ustedes dos, dejen eso y vayan a ver que es lo que sucede!" – el viejo Takezuchi, visiblemente nervioso, gritó – "Johnson-san, por favor, le encargo mi protección"

" No se preocupe, lo tengo cubierto" – el Americano asintió y sacó dos pistolas de su cintura, rastrillándolas y apuntando a la puerta.

Los hombres que estaba sujetando a Reina la soltaron inmediatamente y salieron de la habitación, quedándose ocho de los guardaespaldas junto a su líder.

Rapidamente y en medio de lágrimas, Reina se abalanzo contra su madre y la abrazó fuertemente.

Reika, por su lado, acunaba a su hija mientras lloraba profusamente.

No por pena, no por rabia, sin porque cría que sus plegarias habían sido escuchadas.

*Bam*

*Bam*

*Bam*

"¡Corran, es un demonio!"

*Slash*

"¡No cae con nada!"

*Bam*

*Bam*

"E-Espera, yo solo sigo orden-"

*Boom*

¡No obstante, mientras más segundos pasaban, los disparos, los gritos y los lamentos se iban intensificando!

Bernat Johnson, un hombre que se había criado en medio de disparos u muertos, supo enseguida que esto no era bueno, nada bueno.

'Por la intensidad de los disparos, seguro que han rodeado la mansión… deben ser unos quince o veinte hombres… si son más de treinta estaré jodido'

"Viejo, deja a estas perras aquí, debemos movernos" – Bernat finalmente habló.

"¡Mierda! ¡quién se atreve a hacerme esto!" – el anciano bramó y luego miró a las dos mujeres con rabia – "Entonces mátenlas, no sirve de nada dejarlas vivas"

Reika y Reina sintieron que sus corazones se apretaban al escuchar las palabras del viejo asqueroso.

"No vayan a gasta balas en vano, debemos-"

*Baam*

*Splash*

"¡Kyaaa!"

¡Antes de que el Americano terminara de hablar, el cuerpo de uno de los guardaespaldas, el cual estaba partido por la mitad voló y se estrelló contra el marco de la puerta, salpicando sangre y tripas por todos lados!

Reina se asustó tanto que dio un grito.

"Tápate los oídos… tápate los oídos y no abras los ojos" – Reika, quien se había agachado y se acurrucado junto a su hija en una de las esquinas del salón, le murmuró a Reina, al mismo tiempo que hacía lo mismo.

¡El viejo y sus hombres sintieron el miedo recorrer sus espaldas, pues esto era algo que nunca habían visto en sus vidas!

¡Y Bernat Johnson, el hombre que había vivido al borde de la vida desde niño, supo que en estos momentos se enfrentaba a alguien que posiblemente era un sádico asesino!

"¡Todos, apunten sus armas a la entrada, a cualquier cosa que se mueva le disparan!"

Los guardaespaldas del anciano ni siquiera necesitaban que les dijeran lo obvio, pero de todas formas asintieron a la orden del Americano.

Con cada segundo que pasaba, el silencio parecía apretar el cuello de todos los presentes.

"Por qué no entran… ¡a que están esperando!" – uno de los guardaespaldas, el más nervioso, habló.

"¡Shhh! ¡cállate idiota! Acaso quieres-"

*Slash*

¡Su compañero, quien lo estaba regañando, ni siquiera terminó de hablar cuando vio que toda la escena frente a él comenzó a girar!

¡Y como si fuera algún truco, en uno de esos giros, pudo ver su propio cuerpo decapitado! 

Algunos de los otros hombres presentes en la habitación no se dieron cuenta de que su compañero había muerto silenciosamente sino hasta ver rodar su cabeza frente suyo.

¡En ese instante, cuando quería gritar o decir algo, los nueve hombres sintieron un frío mortal!

¡Esto no era un frío ordinario, ¡este desconocido y misterioso frío hizo que todos ellos conjuntamente piensen de una cosa!

¡Muerte!

¡Tan to era el miedo que quedaron paralizados por completo!

De repente, al unísono, todos dejaron de ver la cabeza decapitada y alzaron la vista hacia la puerta.

Frente a ellos estaba un hombre joven, quien portaba dos cuchillas muy extrañas y los miraba con unos ojos aburridos, como si no valiera la pena dirigirles la mirada.

¡No obstante, cada vez que miraban los de ese joven, el frío que sentía se volviera más insoportable, al punto de ser asfixiante!

¡Los ojos de Bernat Jonhson estaban ensanchados, pues no podía procesar lo que estaba pasando. Como él estaba situado más cerca de la puerta, era capaz de sentir la oscuridad en los ojos de del muchacho muy claramente, una oscuridad que lo estremecía por completo!

El muchacho en frente de él simplemente no era un humano.

¡Bernat Johnson, desde que tuvo conciencia hasta ahora, se sintió como una hormiga por primera vez!

Yamato Takezuchi, cuya respiración se aceleró, quiso gritar ¡quiso rogar por su vida! ¡Pero él simplemente no pudo reunir la fuerza y coraje para hacerlo! 

"En verdad… Solo son cadáveres que se aferran a la vida… ¿ven tan fácil es matarlos?"

Cuando estas palabras salieron de la boca del muchacho y vieron su mano señalando la cabeza decapitada en el suelo, fue como si un interruptor los activara y reunieran fuerzas de la nada, controlando sus manos y jalando el gatillo de sus pistolas.

*Bam*

Uno de los guardaespaldas, quien había sido amigo íntimo del sujeto decapitado, fue el primero en disparar.

¡Pero para cuando lo hizo, el muchacho ya no estaba pardo en la entrada!

Nunca supo cuando, pero luego de parpadear, vio que su enemigo estaba frente suyo, mirándolo fijamente con esos ojos aburridos.

*¡Slash!*

Luego de otro parpadeo, el guardaespaldas que había disparado sintió que su cuerpo caía libremente de espaldas.

*Tuck*

Y luego de un cuarto parpadeo, el muchacho frente suyo ya había desaparecido, y lo único que podía ver era sus brazos cortados y suspendidos en el aire y cayendo lentamente, aun sujetando su arma, así como sus piernas erguidas sobre el piso cortadas a nivel del muslo.

Claro, si es que no tomaba en cuenta su triturado corazón que estaba flotando fuera de su destruido pecho.

*¡Boom!* *¡Boom!*

*¡Splash!* *¡Splash!*

El resto de hombres, quienes ni siquiera pudo procesar lo que había ocurrido, fueron estremecidos al escuchar el sonido de dos fuertes impactos provenientes de una de las paredes del salón.

Cuando miraron en esa dirección, vieron la pared completamente agrietada, con varios pedazos de concreto aun volando por los aires, y en el centro de las grietas, dos manchas rojas entremezcladas con telas negras, los restos de los trajes que los guardaespaldas tenían puestos.

¡Los cuerpo de esos dos guardaespaldas fueron convertidos en una sangrienta mezcla de carne molida y huesos mientras que la sangre volaban en todas dirección al igual que los restos de concreto!

¡Los cinco guardaespaldas restantes, quienes sentían que sus piernas se debilitaban, simplemente no pudieron decidir qué hacer!

*Bam*

*¡Slash!* *¡Slash!* *¡Slash!*

*Bam*

*¡Boom!* *¡Boom!*

*¡Splash!* *¡Splash!*

¡Sin embargo, y para su mala suerte, al final de sus vidas lo único que pudieron hacer es jalar sus gatillos, pues dos de ellos fueron aplastados contra el piso como si fueran simples cucarachas, y los otros tres fueron despedazados como si fueran pollos en la carnicería!

Todo fue tan rápido, todo fue tan inesperado.

¡Desde que rodó la cabeza del guardaespaldas, hasta ahora, solo pasaron diez segundos!

¡En solo diez segundos habían muerto horriblemente!

*¡Booom!*

Bernat Jonhson estaba al filo del raciocinio, pues creía que frente suyo estaba un verdadero demonio. No obstante, no tuvo tiempo ni siquiera de abrir la boca cuando sintió un golpe en su hombro que lo hizo chocar contra el piso.

Bernat Jonhson no lo había podido procesar, pero su cuerpo se había doblado se había doblado como un acordeón, haciendo que sus piernas se rompieran horriblemente, al igual que su columna vertebral, con un montón de huesos desgarrando la piel y sobresaliendo por todos lados.

¡Bernat Jonhson, el famoso sicario del bajo mundo Americano, quien había sido considerado como el más temible de todos los tiempos, murió convertido en una pelota de carne con múltiples astillas óseas! 

Esta escena fue congelada en las mentes de todos quienes estaban viendo.

Para cuando el sicario Americano había muerto, Yamato Takezuchi se había desplomado en el suelo, completamente desmayado.

¡Asi, sin más, desde que se escuchó el sonido del primer disparo, hasta la muerte de Bernat Jonhson, solo habían pasado tres minutos, en los cuales casi cincuenta personas habían muerto horriblemente!

El muchacho, quien se había quedado quieto, miró al viejo desmayado por un segundo, pero no le hizo nada, pues tenía reservado un destino peor que la muerte para él.

Mientras tanto, Reika y su hija seguían acurrucadas en su esquina, con los ojos cerrados y tapándose los oídos.

No querían oír o ver lo que sucedía, solo querían que todo esto se acabe.

De repente, Reika sintió que dos brazos la rodearon y la abrazaron fuertemente.

Ella estuvo a punto de gritar, pero al instante siguiente sintió una especie de sensación de calma y tranquilidad que provenía de ese abrazo, la cual la invadió por completo, alejando todo el miedo y la desesperación que había experimentado.

Y no solo ella, sino que su hija también lo sintió.

"Perdón por llegar tarde"

Cuando madre e hija escucharon esas palabras, reconocieron a quien pertenecían.

Incluso si solo lo habían conocido por unas cuantas horas, incluso cuando no sabían nada de él…. el rostro de este muchacho apareció en la mente de ambas mujeres.

Con esto, las dos lloraron de felicidad.

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Que tal chicos, espero que estén bien. 

¡Wow! ¡Estos tres días si que dejé todo en la cancha! jajaja

Como ya algunos saben, he podido escribir todos estos capítulos a una gran velocidad por que he estado con descanso médico, y hoy se terminó ( ͡❛ 益 ͡❛)

Para mi mala suerte, mañana estoy de turno en el hospital, así que regresaré a mi estresante vida.

Espero que hayan disfrutado todos estos capítulos, pues yo me divertí escribiéndolos (^_^)

Pero no se preocupen, volveremos al ritmo de antes, así que habrá caps para que sigan leyendo.

¡Gracias a todos por sus PS y sus comentarios, en verdad son los que me motivan a seguir con el FF!

Espero que se cuiden y que tengan un buen fin de semana~