"Mmm…"
Luego de lo que fue un excelente sueño, los pesados ojos de Ayane se abrieron.
Se dio cuenta que estaba durmiendo sobre un amplio pecho musculoso, el cual reconoció al instante. Al alzar la mirada vio el sonriente y apuesto rostro de su novio.
"Bienvenida de vuelta Ai-chan"
La chica sonrió tontamente en respuesta e intentó acercarse su rostro al de su novio.
"Auch… duele"
No obstante, al intentar mover sus piernas, un dolor punzante la hizo detenerse. Además, al intentar mover sus piernas las sintió muy adormecidas.
Esto era el evidente resultado después de haber experimentado el salvaje sexo que tuvo con su novio.
Yuuma sonrió irónicamente al ver esto. Abrazó y acercó con cariño el cuerpo de su alumna, haciendo que sus rostros estuvieran frente a frente.
"No te esfuerces mucho cariño"
Luego de darle un tierno beso, Yuuma utilizó su energía para mitigar el dolor que aquejaba a su novia.
La chica sintió esta agradable sensación, sonrió y se tendió sobre el amplio pecho de su novio, disfrutando del contacto piel a piel.
El latido de su corazón era como una música tranquilizadora, el aroma de su piel endulzaba su mente, la firmeza de sus músculos la hacían sentir muy segura.
Ella siempre pensó en cómo sería la primera vez en la que tendría intimidad con su pareja, pensando en múltiples escenarios y posibilidades. No obstante, la realidad superó todo lo que ella había pensado.
No era el lugar, sino la persona, quien hacía que esta experiencia sea algo mágico.
Ayane no estaba arrepentida de haberlo hecho en la escuela, es más, estaba segura que no podría haber sido mejor.
"Parece que alguien está de buen humor eh" – Yuuma murmuró al ver la tonta sonrisa que se dibujaba en el rostro de su alumna – "Parece que volverse una adulta fue algo que disfrutaste"
"Sip, no lo negaré, fue fantástico"
El rostro de Ayane se puso un poco rojo, pero no negó nada. en verdad había disfrutado de todo lo que había pasado, le encantó ser tomada por su novio, le agradó haberse convertido en una mujer junto a él.
Es por ello que estaba muy contenta en estos momentos, así que se pegó con fuerza al cuerpo de Yuuma, entrelazando suavemente sus piernas con las de su novio.
"¿Eh?... ¿esto es?"
De repente, ella sintió que la enrome cosa su novio chocó contra su rodilla. Curiosa, bajó la mirada y alzó la sabana que los cubría, solo para ver con asombro a la bestia dormida.
"Incluso estando así… es grande"
Instintivamente ella estiró la mano y comenzó a acariciarla suavemente con algunos toques curiosos.
Si bien habían tenido sexo, ella con las justas hizo algo, fue Yuuma quien se encargó de conducir todo, haciéndola disfrutar en todo momento.
Es por ello que Ayane no tuvo tiempo de centrarse en darle placer a su novio.
"Vamos Ai-chan, no me tientes, porque si me pongo de humor, tendremos que quedarnos en la escuela hasta mañana"
"¿Eh? ¡O-Ok! Solo estaba siendo un poco… curiosa"
Luego de escuchar estas palabras, la mano de Ayane dejó en paz la dormida polla de su novio. Si bien tenía mucha curiosidad, no quería pasar por esa experiencia celestial nuevamente, al menos no ahora.
No es que sea algo desagradables, pues el cuerpo y mente de la muchacha lo había disfrutado por completo. El asunto era que ahora mismo sus daderas y piernas estaba en un estado en el que no podía hacer mucho para satisfacer a su novio.
Incluso cuando Yuuma la estaba curando, mentalmente Ayane quería tener un pequeño descanso.
Además, tanto Marin como Harumi le habían advertido que no tuviera la ingenua idea de querer tener sexo tan rápidamente luego de su primera vez, sin descansar un buen tiempo, pues ería una especie de suicidio, uno en donde la muerte sería debido a todos los orgasmos que su cuerpo no podría soportar.
Es en este momento en el que Ayane tomaba en serio las palabras de Harumi sobre tener que ir las tres juntas e intentar satisfacer a su novio, y que incluso así podrían no ser suficientes para tal tarea.
Ayane ahora estaba segura que ese pensamiento no era erróneo, quizás necesiten más 'hermanas' en el futuro.
En este momento, los ojos de la chica se abrieron al recordar algo muy importante.
"Yuuma, hay algo que quería decirte"
Yuuma dejó de tontear y se acomodó sobre la camilla y trajo en su abrazo a su novia. Solo ahora recordó que en un inicio Ayane quería conversar un par de cosas, una de ellas ya se había resuelto, faltaba la que le diría ahora mismo.
"Dime, de que se trata"
"Es sobre Shizuka… ella está mal"
'Mierda… me olvidé de ella' – Pensó Yuuma.
Con todo el enredo de los espíritus y Dioses, había dejado de lado muchas cosas. Además, como ya no estaba viniendo en tren, ya no había contactado con Shizuka.
Esto fue un mal movimiento, pues entre Yuuma y Shizuka había sucedido muchas cosas, pues ella poco a poco también fue acercándose ante los roces y contactos cuando viajaban en el tren.
Y debido a los chismes que estaban corriendo por la escuela, era más que seguro que ella estaba molesta con él, pues en la mente de la chica Yuuma estaba saliendo con Ayane.
"Ah… supongo que ahora quiere matarme luego de enterarse sobre lo de Harumi"
"No, al contrario, ni siquiera dijo nada incluso cuando vio la foto en donde estabas con Harumi-nee" – Ayane habló con preocupación – "En otro momento ella habría explotado, pero inusualmente no dijo nada, por eso creo que algo malo le pasa. Ni siquiera quiso hablar conmigo ni acompañarle de regreso a casa, ya van dos días así"
'Vaya, esto sí que es una sorpresa' – Yuuma pensó.
Ahora entendía por qué es que no la escuchó venir furiosa gritando sobre ser un infiel o cosas como esa, pues durante todos sus viajes en tren ella siempre lo amenazaba en que no debía romperle el corazón a su amiga.
no obstante, el que no haya mostrado reacción alguna ante la noticia, tal y como lo decía Ayane, era algo que si encendía algunas alarmas.
"Tranquila, sé que tiene entrenamiento hasta tarde, así que la esperaré y hablaré con ella" – Yuuma le sonrió a su alumna.
"Mmm, espero que puedas hacerlo" – Ayane se acurrucó nuevamente en el abrazo de su novio.
..........
*¡Baam!*
"Otra"
*¡Baam!*
"Otra"
*¡Baam!*
"Otra"
Dentro del gimnasio de la preparatoria algunas chicas del club femenino de voleibol se encontraba entrenando.
O mejor dicho, una de ellas estaba entrenando mientras que las otras se miraban entre ellas con unos rostros un poco cansados.
"Esto… senpai ¿no te estás exigiendo demasiado?" – una de las chicas habló.
"Si senpai, el enfrentamiento con la escuela de Saitama es aún dentro de un mes, si te esfuerzas mucho podrás lesionarte" – otra de las chicas también habló.
Ellas estaban un poco ansiosas por el comportamiento de su senpai y As del equipo, pues desde que empezó el entrenamiento su forma de ser había cambiado por completo.
La anteriormente risueña y feliz Shizuka Ishigami ahora tenía el rostro sin emociones, actuando de manera simple pero un poco violenta en lo que respecta su entrenamiento.
Lo que debió ser una práctica de rutina para todas ellas se convirtió en una especie de carnicería, pues Shizuka había utilizado más fuerza de los suficiente al enfrentarse con sus compañeras menores y mayores, apabullándolas con todo tipo de ataques.
Y ahora ella era la única que estaba frente a la red, ordenando que le lanzaran los balones para que practicara sus remates. No obstante, ya hora en la que debían finalizar su entrenamiento ya había pasado, pero nadie se atrevía a decirle ya que era evidente que Shizuka no estaba de buen humor.
"Ahh… pueden irse si lo desean, yo me quedaré"
Shizuka se giró y vio el rostro preocupado de sus compañeras, luego vio el reloj en lo alto de gimnasio y se dio cuenta de la hora.
"Pero, senpai, no creo que-"
"Dije que me quedaré ¿no oyeron?"
Sin darles otra respuesta, Shizuka caminó hasta la cesta que contenía una gran cantidad de balones y la acercó hasta donde estaba parada inicialmente, para que se le haga más fácil de tomarlos y practicar sus remates.
*¡Baam!*
*¡Baam!*
*¡Baam!*
Sin decir más, tomó un balón, lo lanzó al aire, saltó e hizo el remate, lanzándolo hasta el otro extremo del gimnasio. Así lo hizo una y otra vez.
Sus compañeras suspiraron y comenzaron a irse sin despedirse, dejándola completamente sola. Ellas pensaron que quizás así Shizuka superaría lo que sea que le esté sucediendo.
*¡Baam!*
*¡Baam!*
*¡Baam!*
La chica siguió saltando y golpeando por un buen tiempo, uno tras uno, sin descanso, sin pausas, sin decir nada, hasta que se le acabaron los balones de la canasta.
"Ahh… .ahh.… ¡diablos!"
Luego de acabar con todos los balones, Shizuka se sentó en el piso mientras jadeaba. Se miró sus adoloridas manos enrojecidas y llenas de callosidades, luego sus ojos recorrieron sus piernas, deteniéndose en los pequeños moretones y lesiones que tenía producto de sus entrenamientos.
"Por qué…*sniff*… ¿por qué duele?"
La chica se quejó entrecortadamente, agachó la cabeza mientras sus ojos comenzaban a inundarse de lágrimas, lágrimas que ella no quería soltar, pero que en este momento de soledad nadie vería.
O al menos era lo que ella creía.
"Bueno, yo creo que duele debido a que has estado golpeando balones como si no hubiera una mañana"
"¡!"
De repente, una conocida voz resonó desde su espalada, sobresaltándola y haciéndola ponerse de pie con un brinco.
"¡Q-Qué!¡Tu!"
Ella dio algunos pasos hacia atrás luego de ver a la última persona con la que quería cruzarse en este momento. Respiró profundamente y se calmó, quitando la sorpresa inicial y volviendo a su rostro neutro.
"Hola Shizuka, sigues igual de enérgica que siempre" – Yuuma la saludó con una sonrisa.
"¿Qué es lo que quieres aquí? no tengo nada que hablar contigo" – luego de un momento Shizuka habló.
Yuuma suspiró al ver la actitud de su alumna.
Había llegado hace un buen rato, por lo que pudo ver cómo es que ella se estaba comportando y como es que había tratado a sus compañeras de club, corroborando lo dicho por Ayane.
En verdad estaba fuera de sí.
"Estaba esperando a termine tu entrenamiento, quiero conversar contigo, así que ve a cambiarte, te invitare algo de tomar ¿de acuerdo?" – Yuuma dijo.
"No te molestes, no tengo nada que hablar contigo" – Shizuka respondió tajantemente y caminó hacia la salida, cruzándolo en el camino.
Yuuma sonrió irónicamente ante esta respuesta, así que rápidamente sostuvo su muñeca, impidiendo que se alejara.
"¿Qué estás haciendo?¡Suéltame!" – replicó Shizuka.
"¿Qué estoy haciendo? ¿Qué es lo que tu estás haciendo? ¿Sabes lo preocupados que estamos por cómo te comportas?" – Yuuma le respondió.
"¿Ja? ¿Preocupados? ¿Tu? No me hagas reír" – Shizuka respondió con ironía y rabia mientras luchaba por soltarse – "Mas bien, tu preocupación estaba centrada en otras cosas, o mejor dicho, en otras profesoras"
'Ah, joder, sabía que era eso' – Yuuma suspiró mentalmente.
"Estas confundiendo las cosas Shizuka, ni siquiera me has dejado explicarte"
"Habrías podido contarme si es que te hubiera interesado ¡pero ni siquiera un mensaje de texto me mandaste! ¡Y ya suéltame de una vez o gritaré!" – la muchacha comenzó a luchar con mas fuerza para librarse, mientras que internamente luchaba para evitar que las lágrimas se escaparan de sus ojos.
"No te soltaré" – con un movimiento rápido, Yuuma se acercó a su alumna y la rodeó con sus brazos, haciendo que el cuerpo de Shizuka se tensara.
"En verdad, perdón por no haberlo hecho, pero las cosas que pasaron son tantas que ni siquiera las creerías" – el susurró lentamente.
"No quiero creerlas, no me interesa" – la chica empujó el cuerpo de su sensei para salir de su abrazo, pero fue inútil – "Mejor ve y cuéntale a Kido-sensei, o a Ayane, ya que ella es muy tonta como para creerte"
"Yo te quiero contártelo a ti" – Yuuma no dejó de abrazar a su alumna.
"¡¿Por qué?! ¡¿Por qué quieres estar a mi lado?! ¿No te cansaste ya de molestarme? *sniff* Tu prefieres a las chicas con piel suave y cuidada como Ayane o Kido-sensei, sin lesiones o callosidades ¿verdad? *sniff* ¡jamás te fijarías te fijarías en una mujer como yo, solo te divertías molestándome en el tren!"
Las fuerzas de Shizuka poco a poco se debilitaron, y sus lágrimas se desbordaron de sus ojos junto con todos los sentimientos atorados en su corazón.
Shizuka Ishigami, la As del equipo de voleibol y el interés de muchas de las chicas de la escuela, jamás había pensado que se terminaría enamorando de un hombre, y menos de un profesor de su escuela.
Y para rematar, del que era el interés amoroso de su mejor amiga.
Lo que empezó como una relación de odio, ya que ella sentía una cierta atracción por su amiga Ayane, poco a poco y con el paso del tiempo se convirtió en una atracción, una que Shizuka no quería aceptar.
De lo poco que había experimentado en la escuela, ella no era un objetivo de los chicos debido a su talla, su personalidad de marimacho, y lo poco cuidada que era su apariencia.
No obstante, esto a Shizuka no le importaba mucho, pues nunca se había propuesto el interesarle a alguien en primer lugar, y actuaba como ella quería, pues se sentía libre al hacer eso.
Sin embargo, desde la aparición de Yuuma, las cosas cambiaron por completo.
Con cada viaje en tren, poco a poco los dos se fueron acercando, con cada roce, con cada caricia 'accidental', ella fue experimentado cosas que nunca pensó sentir al estar cerca de un hombre.
Si, sabía que lo que estaba haciendo era algo peligroso, pues él era su sensei. Incluso si quitabas ese hecho de lado, lo que hacía era algo desleal, pues estaba cediendo ante los avances del que se suponía era el novio de su amiga.
¡Y por si fuera poco, lo hacía cuando Ayane estaba junto a ellos!
Pero, incluso sabiendo todo esto, Shizuka no se rehusó, no le puso frenos al avance de Yuuma, nunca quiso detenerse. Poco a poco la mente de la chica se fue llenando de la presencia de su sensei.
Y fue debido a esto que ella comenzó a tener más cuidado en su apariencia, en querer cuidar su piel, en tener en cuenta si su vestimenta combinaba, tal y como lo hacía su amiga Ayane.
Shizuka comenzó a creer, tontamente a su parecer, que Yuuma se estaba enamorando de ella, que le atraía su apariencia por lo que el sentimiento de amor comenzó a crecer en su corazón.
Pero lo que ocurrió en las últimas semanas fue como una balde de agua helada cayendo sobre su cuerpo.
Durante toda la Golden Week Yuuma nuca la llamó, ni siquiera le mandó un mensaje, el mensaje que ella esperaba en el cual la invitara a salir. Ella no le insistió ya que él podría estar ocupado, así que no dijo nada.
No obstante, cuando se enteró de la propia Ayane que ellos dos habían salido durante esos días, hizo que el corazón de la voleibolista se sintiera herido, pues se sintió traicionada, a pesar de que ellos no tenían nada formal.
Pero lo que la llenó de rabia, colera y pena fue el ver y escuchar en toda la escuela el rumor, o mejor dicho la noticia confirmada, sobre él siendo demasiado intimo con una profesora.
Fue aquí que Shizuka se rió de ella misma al pensar que Yuuma en realidad nunca había estado interesada en ella románticamente, que solo estuvo jugando con ella tal y como los rumores lo decían, que jugaba con alumnas y profesoras, y que ella tontamente no creyó.
Por eso ni siquiera tuvo ganas de querer decirle algo, y trató de sacar su frustración en su entrenamiento, pero ni aun así pudo hacerlo.
Y ahora, el sujeto causante de su dolor estaba parado aquí, frente a ella, abrazándola y no dejando que se marchara.
Shizuka lloraba por que se sentía tonta, se sentía una ingenua, pero sobre todo en estos momentos, se sentía como una idiota, pues a pesar de todo, el sentir el abrazo de su sensei le transmitía una sensación de tranquilidad.
"Suéltame por favor, no tienes que-"
"¡!"
¡De repente, antes de que ella volviera a pedirle que dejara de abrazarla, los labios de Shizuka fueron silenciados por un beso, haciendo que sus ojos se abrieran ampliamente!
El cuerpo de la muchacha se tensó y se sacudió, ella trató de luchar, pero fue inútil, pues al instante siguiente comenzó a sentir que perdía las fuerzas de su cuerpo, como si flotara.
"Mmm…Mmm"
Ella dejó de luchar, cerró los ojos y se aferró a su sensei, disfrutando muy a su pesar de este agradable sentimiento.
En su mente una lucha se desataba entre su parte racional la cual decía que esta era otras de sus artimañas para aprovecharse de ella, y su parte emocional, la cual quería seguir disfrutando de esta agradable sensación.
Y, al parecer, era la segunda facción la que iba ganando la batalla.
"Ahhh…. i-idiota, te dije que me soltaras"
Luego de un tiempo, los dos se separaron, Shizuka comenzó a respirar pesadamente por la falta de aire, mientras que intentaba esconder su sonrojado rostro.
"¿Oh? pero si tú eres la que me estás abrazando en estos momentos" – Yuuma sonrió pícaramente.
"¡E-Eso no es verdad! ¡Ya! ¡Ahora sí, suéltame!" – luciendo avergonzada, Shizuka volvió a luchar para alejarse, como si fuera un gato queriendo escapar del abrazo de su dueño.
"¡No! no te dejaré ir Shizuka" - Yuuma replicó con voz fuerte pero tierna, haciendo que los movimientos de la muchacha se detuvieran.
Shizuka alzó la mirada y vio los azules ojos de su sensei, la tranquila mirada que le transmitía calma y sinceridad, haciendo que su corazón latiera fuertemente.
Era esa mirada la que había hecho que ella se enamorara de él, eran esos ojos enigmáticos lo que la atraían hacia él.
Ella sabía que muy posiblemente era un engaño, que solo estaba jugando con sus sentimientos, pero maldita sea, ella era una idiota al tener un sentimiento de esperanza en lo más profundo de su corazón.
"¿Por qué? Dime la verdad ¿Por qué no me darás ir?" – ella preguntó con una voz débil.
"Porque me gustas Shizuka, en verdad me gustas" – Yuuma respondió con tranquilidad.
"¡Mientes!" – la chica agachó la mirada.
"No miento, te digo la verdad"
Yuuma tomó con tranquilidad una de las manos de la chica
"¿Dices que tu piel no está cuidada? pues a mí me gusta la suavidad y la textura que tiene. ¿Dices que tiene muchas callosidades? Eso no me importa, pues es el reflejo de tu arduo trabajo. ¿Dices que no eres femenina? Tu eres hermosa y sexy, y tu forma de ser me atrae"
*¡Badump!*¡Badump!*¡Badump!*
Con dada palabra que Yuuma decía, el corazón de la chica latía con mucha más fuerza, pero reprimió con todas sus fuerzas su creciente emoción.
"Tú estás en una relación con Ayane, así que ¿Por qué me estás diciendo esto?"
Shizuka levantó la cabeza y miró fijamente a su sensei.
"Si, estoy en una relación con ella, no lo negaré" – Yuuma acarició tiernamente el rostro de su alumna – "Pero al igual que con ella, tu también me gustas. Ella lo sabe, sabe que estoy interesado en ti, y sabe que te haré mía, y ella no tiene ningún problema con ello"
¡El rostro de Shizuka mostró una gran sorpresa nuevamente, pues nunca en su sano juicio esperó escucha estas palabras!
¿Ayane no solo sabía que su novio estaba interesado en perseguir a otra chica, sino que estaba de acuerdo con eso? ¡El inferno!
¿Acaso su amiga se había vuelto una idiota de tanto amor?
Fue en este instante que ella pensó en otra cosa.
"¿Y qué pasa con Kido-sensei? ¿Acaso Ayane también te dio permiso para que la persiguieras?" – Shizuka exclamó con fastidio.
"Ah… si te dijera que fue Harumi la que estuvo conmigo antes que Ayane, no me lo creerías o si?" – Yuuma respondió con una sonrisa sarcástica.
"¡Eres una escoria!"
Shizuka agachó nuevamente la mirada y quiso soltarse luego de escuchar esta confesión, pero como antes, por más que luchó no logró nada.
En estos momentos no quería ver el rostro de su sensei, pues no sabía cómo afrontar todo lo que estaba sintiendo en estos momentos.
"¡Si, soy una escoria, lo sé! Pero aun así, no quiero dejarte ir" – Yuuma respondió firmemente.
Con un suave movimiento, alzó el rostro de su alumna e hizo que lo mirara fijamente.
"Sin embargo, si tú en verdad lo deseas, si en verdad me detestas y me consideras una escoria, dime que te deje, dímelo con sinceridad, desde lo más profundo de tu corazón, y nunca más te molestaré"
*¡Badump!*¡Badump!*¡Badump!*
En este momento la mente y el corazón de la chica temblaron al consideras estas palabras.
Ella si estaba dolida por todo lo ocurrido, no obstante ¿ella en verdad quería dejarlo ir? ¿en verdad ya no quería verlo nunca más?
Al imaginar no volverlo a ver, su corazón experimentó un sentimiento peor al que sintió luego de ver la foto en la que estaba muy alegre junto a Kido-sensei.
¡Era peor el no verlo que verlo con alguien más!
"¡Te odio idiota!" – Shizuka comenzó a golpear débilmente el pecho de su sensei – "¡Te odio por haberme enamorado de ti! *sniff* ¡te odio por hacer querer tenerte a mi lado!"
Yuuma no necesitó nada más y la abrazó con fuerza.
"No te dejaré ir Shizuka" – Yuuma miró directamente a los ojos de su alumna.
"No quiero que me dejes ir" – la chica se aferró a su sensei.
"Te daré todo el amor que mereces"
"Mas te vale… Yuuma idiota"
Lentamente, Yuuma se agachó al mismo tiempo que ella se paraba en puntitas, y se besaron.
Al final Shizuka cedió ante sus deseos, su parte racional perdió, y decidió abrazar esta forma de amor retorcido que este tipo la hacía sentir.
No obstante, la culpa y la ansiedad que antes reinaban en su corazón fueron eliminadas por completo, quedando solo una sensación paz y tranquilidad.
Al final, ella decidió estar al lado de Yuuma.
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NA: Recuerden que la mayoria de chicas relacionadas con nuestro MC son adolescentes, por lo que sus sentimientos son un poco complicados XD
Nunca había escrito un capítulo con algo de "drama juvenil" y no creo que resultara mal, tuve que desarrollarlo de esta manera para explicar los sentimientos de Shizuka envez de solo aceptar formar parte del harem solo por que si.
Espero que no haya sido algo cansado para ustedes.
Con esto se van resolviendo algunos de los cabos sueltos en lo que respectan a relaciones, pronto entraremos a la acción con el próximo viaje a Kioto, en donde se desarrollará de lleno la trama de Dark Gathering.
Incluso tendré que invertar casi todo ello, pues el manga aun está en ese arco, pero me emociona poder llevarlo a acabo.
Gracias por sus piedras de poder y sus comentarios, me ayudan muchisimo (^_^)