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Recuerdo severo

Sintiendo el amarillo sol de verano por la ventana de su casa en la cocina preparando su temprano almuerzo y el reloj de puntillas marcando las (1:42pm), aún sigue sin salir de su cabeza la imagen de la chica blanca, como si tuviera algún tipo de conexión, pero piensa que en realidad no es así. Su almuerzo ya está en el plato lista para satisfacer su estómago y terminar con su actual tarea para ir por la próxima y 3 más por delante como toda una ama de casa antes de ir a grupo al concierto.

En la mañana cuando Aki fuese despertada para Ikali retirar su artefacto y entregarle la invitación, menciono que se reunirán en su casa antes de ir al evento, o eso Aki le pareció escuchar ya que tiene de costumbre que las palabras entren por una oreja y salgan por la otra, y en esos casos usa notas, al ser cuidadosa con su cabellera y verse por su espejo varias veces para peinarse, siempre coloca sus recordatorios ahí. Lo único que no se le escapa de su mente son los horarios de cada uno. También deja poemas y pensamientos inclusive por detrás, y tiende a cambiar uno por otros semanalmente dependiendo de cómo les fue esas semanas.

En pleno bocado también llega pensamientos de sus amigos, incluyendo ahora a Takani, que aún se pregunta si es becario o fue trasladado de una institución de su natalidad al actual por motivos que aún desconoce, un tema el cual dejo pensando al resto de las clases al igual que su grupo. No tardo en terminar su plato y dejarlo vacío mientras está aún sentada y pensativa. Muchas cosas han pasado ahora y no antes desde que cambio su forma de actuar, puede que oportunidades ha perdido por frialdad e inexpresividad, pero todo lo sensible, abierto y fiel lo tenía por dentro y tenía timidez de expulsarlo para evitar resultar lastimada o decepcionada como ha pasado en sus horribles primeras clases y por el resto de todo el año rodeada de personas arrogantes, ignorantes y de veneno en el corazón.

Ikali fue una de sus primeras amigas con el cual pudo tener una amistad duradera, y hasta el día de hoy, no ha hecho traición alguna, definitivamente había sacado la lotería. Ya después de que el lugar donde vivía fuese bombardeada y enviada a un país asiático, el planeta tierra se le hizo más pequeño y se dio cuenta de que la vida será difícil al igual que intentar colocar un hilo en una aguja pero sin lupa, y que ella misma tenía que buscarse y hacer lo que para ella se merecía, así que estar en Japón para seguir su carrera estudiantil es una oportunidad para tener una vida nueva y vivirla de la mejor manera posible lejos de los verdaderos problemas, y es hasta ahora, que ha abierto los ojos y que está luchando hasta dar con el premio mayor.

Su celular que se encontraba a la izquierda de su plato vacío comenzó a vibrar, el sonido del flechazo lo había desactivado porque ya le había cansado un mismo sonido una y otra vez, pero estaba pensando en colocarle uno al azar de los 225 en total que posee. Luego, se enciende automáticamente y aparece la llamada de un número desconocido pero que ya ha había sido registrado anteriormente.

"¿Hola?"

"¿Hola? ¿Aki?"

"Oh, hola Koyohi"

Koyohi había estado llamando 2 veces seguidas desde hace 10 minutos mientras Aki estaba en el lado oscuro y negativo del pasado de su cabeza arrepintiéndose, pero no lo había notado ni lo más mínimo, su mente estaba ausente.

"Dime, que se te ofrece"

"Lo dices como si fuera los que te atienden en los restaurantes y pidieras un servicio a domicilio"

"Ha, lo peor es que tienes razón"

"Bueno, tengo una pequeña pregunta: ¿Estás segura de que vas a ir a acompañarnos? Si es que no tienes ninguna ocupación pendiente ni nada"

"Muy segura, hasta prometo llegar lo más temprano al sitio antes de irnos"

"Me pareció un poco extraño que de algunos meses que estás acá, en unos dias dejaste de ser la misma, pero que estuviste peor cuando estabas en Canadá. Quería decirte que en esa parte fuiste muy fuerte, más que yo, que simplemente sufrí una sola perdida y tu…"

A pesar de que Aki aún no sabe si sus padres siguen con vida o no, lo único que recuerda es haber despertado en medio de una camilla blanca en una habitación, no supo nada acerca de sus padres ni de su pequeño hermano. Había despertado de un coma con una duración de un año, y en el mismo día en el que ella despertó, los médicos se habían puesto de acuerdo en que al siguiente día la iban a desconectar de las maquinas que la mantenían respirando, extrañamente sin autorización de nadie. Había vivido en su hogar acompañada de un representante hasta cumplir los 15 años.

"No... es necesario que hagas el pésame muy adelantado, la vida aún sigue encuentres como te encuentres"

"Si, bueno entonces, te veo allá con los demás ¿eh?"

Aki responde con total seguridad y confianza a sí misma:

"Así será"

Koyohi fue la primera en cortar la llamada y Aki había mantenido su celular en el oído, pensando en cómo iba a formarse de la forma más rápida para llegar lo antes posible y ya preparada al apartamento donde estarán los demás.

"…Ya sé que haré"