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Señor Presidente: Usted es el padre de mis trillizos

—M... ¡Marissa! ¿Son mis hijos? —Los ojos de Rafael no se apartaban del rostro adorable de los niños. —No, Rafael. No lo son —dijo Marissa con una sonrisa fingida—. No son tuyos. ¿Recuerdas? —pestañeó de manera bastante dramática—. ¡Nunca nos casamos! Valerie Aaron, la hermana mayor de Marissa Aaron, dejó plantado a su novio ciego el día de su boda y se fugó. Para salvar las apariencias, la familia de Merissa le rogó que se casara con Raphael Sinclair. ¿La ironía? No se le permitió decirle a su esposo ciego que ella no era Valerie sino Merissa Aaron. El día de la exitosa cirugía ocular de Raphael, Marissa se enteró de que Valerie había vuelto para tomar su legítimo lugar como nuera de Sinclaire. Marissa intentó explicarle a su esposo que ella era la que estaba casada con él, pero él no le creyó. En vez de seguir convenciéndolo, la desconsolada Merissa decidió dejar la ciudad sin contarle su secreto. Raphael Sinclair era la definición clásica de una belleza impactante y era el único heredero del grupo de industrias Sinclair. ¿Qué haría él cuando se enterara que todo este tiempo la mujer que le ofreció su amor y su cuerpo no era Valerie sino su hermana menor Marissa Aaron? ¿Cómo reaccionaría al saber que era el padre de los bebés que Marissa llevaba en su vientre? ¿Iría tras Marissa para recuperarla? ¡Y la pregunta del millón! ¿Podrá Marissa alguna vez perdonarlo y volver a amarlo?

JessicaKaye911 · Urbain
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229- Los niños de Marissa

—Debes estar loca —Nina le espetó a Valerie, quien estaba sentada en la cama de Nina con esos ojos hinchados—. ¿Marissa y Rafael son padres de dos niñas? ¿Cómo es eso posible?

—Delinda los vio. En un supermercado. Hace unas semanas —dijo Val mirando fijamente al frente.

Nina empezó a negar con la cabeza, sin creer ni una palabra de lo que Valerie decía —Conocí a la mujer después de que te fueras, Valerie. Y sinceramente, me parece un poco… —se encogió de hombros—, un poco extraño… algo inquietante.

Valerie no respondió.

Esta mañana, cuando Nina regresó a su habitación del hotel, Valerie ya estaba sentada en su cama, mirando al vacío.

Cuando recuperó la conciencia, le pidió a Ethan que la dejara sola. No quería enfrentarse a nadie.

—Ahora mismo, también te estás comportando como ella —comentó Nina, esperando que Valerie reaccionara, pero Val se quedó inmóvil como una estatua.

Chapitre verrouillé

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