Capítulo 2: Shiro Oni
Hospital Yokohama, 20 de septiembre del 2022.
Una enfermera y doctora salía de su respectivo turno de trabajo llegando a la puerta principal del hospital mientras comenzaba a levantar sus respectivos paraguas, habían visto el pronóstico de lluvia en la mañana antes de ir a su trabajo.
Saliendo del hospital mientras se despedía de sus compañeros de trabajo comenzaron a caminar a la dirección de su casa, como vivían en el mismo barrio y además eran vecinas, siempre iban juntas mientras tenían conversaciones de su día a día, aunque a veces tenían el mismo paciente aun así conversaban para no tener una caminata aburrida hasta llegar a sus casas.
Mientras tenían una conversación divertida y llegaban cerca del cementerio de la ciudad, la doctora miraba en dirección del cementerio donde termino abriendo recuerdos fugaces de sus queridos abuelos que se habían ido hace algunos años atrás, aunque su último recuerdo con sus abuelos fue ver la felicidad en sus ojos cuando le dijo que cumplió su sueño de ser doctora; nunca se le olvidaría ese hermoso recuerdo en familia.
Su compañera, amiga y vecina; vio su rostro melancólico sin extrañeza y confianza, le hablo calmadamente.
"¿Hay algún familiar que te gustaría visitar?"
Hablo Mio Akagi a su querida amiga: Amagi Ryou.
Amagi vio donde miraba Mio, que también miraba al cementerio, sintiendo una tranquila paz, ella asintió.
"Ha pasado un tiempo sin visitar a las tumbas de mis preciados abuelos, la última vez fue hace 2 años." Suspiró "Creo que fui una mala nieta por no haberlos visitado en estos 2 años." finalizo con una risa leve pero nerviosa, recordando que había dejado de visitar sus tumbas.
Por muy extraño que parezca comenzó a tener mucho trabajo recibiendo demasiado pacientes en esto 2 últimos años, era día a día recibir siempre varios heridos que llegaban siempre medio muerto, todos ellos se encontraban molidos a golpes como si fueran atropellados por un camión.
Después de recibir a los 10 primeros pacientes molidos a golpes termino levantando una alarma en su cabeza, no le gustaba saber que le paso, pero por ética necesitaba descubrir como habían llegado herido a ese nivel.
Después de varios días de terapia intensiva para dejar sus pacientes en un estado que puedan recuperarse, llegaron los primeros pacientes "heridos" abrir los ojos viendo confundido su situación.
Después de una charla y descubrir lo que paso a ellos terminó asustándose, una pequeña persona de cabello blanco y ojos verdes de un brillo opaco; los había molidos a golpes. Después de ver al segundo compañero dejándolo en un estado crítico, los ochos restantes habían peleado con el albino para terminar en el mismo estado de sus dos compañeros. Incluso los pacientes lo terminaron bautizando con un apodo, "Shiro Oni".
Habían descrito como era antes de pelear, pasaba desapercibido como cualquier transeúnte caminando a su hogar o donde sea que el chico se dirigía, cuando peleaba sonreía con una sonrisa malévola como si ellos fueran sus juguetes para divertirse.
Él chico se había acercado a ellos y dijo algo que ella misma terminó enterándose recién, sus pacientes eran yakuzas, por muy raro que fuera la situación al momento de tratarlo no tenían ningún tatuaje. Puede que no le gusten los tatuajes o tal vez le gusta pasar desapercibido para no ser temido por cualquier persona caminando en la calle.
Después de eso a la semana termino recibiendo más pacientes en un estado crítico, ahora tenía más trabajo para ella y sus compañeros era un 24/7 por la culpa del mismo sujeto "Shiro Oni".
Fue dos años consecutivo de recibir pacientes en estado críticos hasta que hace cinco meses la situación empezó a calmarse, había dejado de tener pacientes molidos a golpes.
Ahora su trabajo ajetreado comenzó a tener una tranquilidad.
Ya no había desesperación por salvar a sus pacientes, llegaba pacientes con una leve enfermedad o leves heridas, o un poco fuerte; fracturas de huesos.
Terminó sus recuerdos mientras se acercaba a las tumbas de sus abuelos junto a su amiga; Mio.
De repente sus ojos captaron algo más alejado del cementerio.
Varios hombres vestidos con un traje formal negro mirando varias tumbas enfrente de ellos.
Era una visita familiar o recién un entierro del reciente difunto.
Algo que no podía adivinar sin saber del contexto.
Concentro su enfoque en las tumbas de sus abuelos, dejando a un lado el pensamiento de lo recién visto.
Ya llegando a las tumbas de su abuelo comenzó a hablar de todo lo que había hecho hasta el día de hoy, de lo feliz que era ella en su trabajo, aunque sea muy cansada para ella por pacientes que pueden llegar hacer un poco insoportable pero que igual hacia su trabajo.
También presento a su amiga, Mio Akagi, ya que esta sería la primera vez que venía al cementerio con ella.
Después de darle una presentación de su amiga a las tumbas de su abuelo había hablado de muchas cosas sin darse cuenta de que habían pasado 45 minutos.
Sorprendiéndose respectivamente.
"Pensé que había pasado 15 minutos." Pensó Amagi mientras observaba el reloj de su muñeca.
"Ya es momento de irnos." expresó Amagi mientras observaba el cielo nocturno con la estruendosa lluvia recién formándose. "Además está muy oscuro por la fuerte lluvia de hoy."
Mio asintió. "Tienes razón, creo que lo mejor es ir en taxi."
"Si, es lo mejor."
Mio y Amagi comenzaron a retirarse de las tumbas de los abuelos de Amagi dirigiéndose calmadamente a la salida del cementerio, ya llegando a la salida vieron el grupo de hombres que Amagi vio anteriormente reunidos enfrente de varias tumbas.
Todos ellos comenzaron a subirse a varios coches negro, pero algo extraño sucedía, ninguno había arrancado para retirarse del cementerio… es como… si esperaban a alguien.
"Jefe, hay que hacer algo con la familia Kamizake; ellos se han entrometido en nuestro territorio, incluso hirieron a nuestra gente la semana pasada y también fueron los culpables de---"
El hombre adulto que se veía que superaba los 20 años fue interrumpido por una severa mirada de la otra persona que se encontraba ocultando su rostro por el paragua negro.
Quedo confundido, pero se recuperó rápido al ver a la salida del cementerio a dos hermosas mujeres observando atentamente su conversación.
"A la próxima ten más cuidado y se atentó a tu alrededor de lo que vayas hablar." habló con un tono severo la persona que se encontraba oculto por el paragua.
"Entendido, jefe."
El hombre dijo mientras se inclinaba en señal de disculpa mientras daba una mirada a las dos mujeres que habían escuchado su conversación quedo confundido mientras veía como las dos mujeres tenían una grata sorpresa.
Como si hubieran visto algún familiar que llevaba años sin verlos.
Comenzaron a caminar sin preocuparse por las dos mujeres, tenían asuntos que atender que eran más importantes.
Pasando a un lado de las mujeres una de ella hizo algo que lo sorprendió demasiado… había agarrado un brazo de su jefe.
"¡Qué crees que haces!" exclamó enfadado por la repentina acción de la mujer de cabello castaño con un estilo de una larga trenza que llegaba a su cintura.
La mujer castaña no le prestó atención a él y se enfocó en el hombre que había agarrado su brazo.
"¡Tú... tú eres Saito Kirigaya, verdad!"
La mujer castaña no había hecho una pregunta, había dicho una afirmación.
El hombre que se ocultaba con el paragua se dejó de ocultar, donde Amagi observo detenidamente toda su cara.
Aunque su cabello que anteriormente era negro, y ahora era blanco por el tinte; nunca se iba a confundir por su respectivo cabello salvaje.
Su rostro había tenido un gran cambio, había perdido la expresión infantil de cuando lo miraba, ya que se mostraba en su rostro de aburrimiento donde parecía que hacía puchero, pero la verdad no lo hacía. Tenía ahora mismo una expresión de aburrimiento, pero no se lo miraba infantil, se veía como un hombre apuesto con una cara seria que desprendía una presencia misteriosa que obviamente era su expresión de aburrimiento que nunca podría confundir.
Amagi comenzó también acercarse a Saito Kirigaya que lo miraba con sus ojos verdes de un brillo opaco.
Después le llego como si fuera un estímulo electrizante en todo su cuerpo.
Recordó rápidamente de sus varios recuerdos hasta que llego el recuerdo de los primeros pacientes en estado críticos que lo habían molidos a golpes.
Habían descrito como se veía esa persona.
Aún con su cuerpo temblando de miedo lo describieron, alguien pequeño de cabello blanco y ojos verdes de un brillo opaco.
Ahora mirando en frente de ella, cabello blanco y ojos verdes de brillo opaco; como había crecido y dejado su pequeña altura, ahora lo superaba en altura, tal vez lo superaba por unos 15 cm.
Era la misma persona que habían descrito hace dos años.
"Shiro Oni"
Apodo que le dieron.
El ser más temido por el bajo mundo de la Prefectura de Saitama. Esa misma persona se encuentra en frente de ella, y la persona que perfectamente conocía.
Ella sabía que él, no la iba escuchar de que dejara esos malos hábitos de siempre pelear.
Aparte de recordar y darse cuenta lo que había hecho Saito Kirigaya, empezó a enojarse.
"¡¡¡Tú eres el culpable que me hizo trabajar de más, gracias a ti recibía poco descanso!!! ¡¡¡Ven que te quiero matar y también fueron dos años, no pudiste controlarte por un mes en eso dos años de arduo trabajo!!!"
Amagi avanzó corriendo y saltando para agarrar de su cuello y empezar a estrangularlo por el cuello. Sorprendiendo a casi todos por lo que hizo, menos Saito.
"Jajaja." soltó una risa monótona. "Mi error, mi error. Nunca imagine que todos los heridos cayeran al hospital Yokohama y especialmente a tus manos." habló Saito mientras desataba el estrangulamiento de Amagi, ella sabía que no tenía la fuerza para seguir estrangularlo cuando sintió la fuerza de su mano liberando sus brazos y separando fácilmente de su cuello.
"Me termine sorprendiendo, se liberó sin ninguna dificultad de mi estrangulamiento. Pelear con los yakuzas dos años consecutivo de seguro lo hizo más fuerte." Pensó Amagi.
"¿Y ahora?" liberó esa pregunta Amagi a Saito, dejándolo un poco confundido.
"¿Y ahora?" repitió la pregunta Saito, comenzó a mirar detalladamente a Amagi, alguna gesticulación para intentar descifrar lo que pensaba, pero recordando que se dejaron de ver por dos años y que ahora sabe que él fue el causante de todos sus problemas, de seguro está preguntando que hace él ahora con su vida.
"¿Te sorprendería si soy un jefe de una mafia?" tiro esa bomba sorprendiendo a Mio, que estuvo a punto de desmayarse por esa información.
Amagi pensando retóricamente como era cuando conoció a Saito más joven, no lo pensó demasiado; de seguro llegaría a ese tipo de vida.
Suspiró. "Pensándolo bien, la verdad es que temía que te convirtieras en un jefe de una mafia, pero recordando como eras cuando recién nos conocimos y nunca escuchabas nuestras advertencias, era el camino que de seguro te gustaría. Pero aun así… como lo has hecho, no pregunto de como llegaste a ser un jefe, si no; de tus movimientos y el negocio que manejas, como tú sabes, a veces el nombre y apariencia de un jefe sale a la luz; pero en tu caso… nadie lo sabe." Amagi se preguntaba cómo había hecho Saito para tener su perfil oculto al mundo, tarde o temprano seria revelado.
"Jajaja, no me sorprende. Después de todo apenas llegué a convertirme un jefe hace un año, cuando cumplí los 13 años había abandonado la familia Kirigaya, incluso abandonando el nombre y apellido que me fueron dado en mi nacimiento. Saito Kirigaya no existe en los registros, ahora me llamo Sengo Muramasa. Como dije, apenas tengo un año de ser un jefe de una mafia."
Mio y Amagi incluso el otro adulto quedaron perplejo por las revelaciones dicho por él, en caso del adulto era que no tenía información antes de que sea un jefe de una mafia; llego al ahora nombrado Sengo Muramasa hace 8 meses como otro trabajador, llegando ascender a su secretario y gestionar gracias a su meticuloso trabajo donde no había fallado los trabajo dado personalmente por Sengo Muramasa. Hay que recalcar que los trabajos eran negocios normales desde: Restaurante, Hotel y Discoteca. Todo el negocio era manejado por él, la confianza de Sengo Muramasa hacia su persona era muy grande, y esa confianza nunca la defraudaría.
"¡Espera, espera, espera!" habló de repente Mio, que había estado en silencio escuchando toda la conversación de Amagi y Saito (Sengo). "¡Dime, como te habías mantenido desde que te fuiste de la familia Kirigaya!" hizo una pregunta importante, dándose cuenta recién las dos personas restantes de como él se había cuidado.
Sengo miro con cuidado a cada uno de ellos, mientras pensaba si revelar algo importante de su persona a ellos. Pero recordando algo, él nunca se había preocupado por el mismo, así que no importaba las consecuencias que traía decir eso.
"Peleas Clandestina." empezó a decir la verdad mientras recordaba algunas peleas que tuvo en ese lugar. "Hay un lugar oculto para las personas normales, solo personas millonarias y de gran poder van a ese lugar y apostar grandes cantidades de dinero. Cuando abandoné la familia Kirigaya, me encontré con alguien después de moler a golpes a 10 yakuzas que se encontraba intimidando a una mujer y su hija. Puede ser obra del destino o algo más, pero me había encontrado con un luchador de esa pelea clandestina donde me invito a participar, obviamente dijo que se podría ganar mucho dinero que incluso podrías llegar a convertirme en millonario, así que acepte su invitación; después de eso ya debes intuir lo que paso conmigo."
Amagi y Mio pudieron intuir una verdad rápidamente, y era el que nunca lo vieron llegar al hospital donde trabajaban, o tampoco había llegado a otro hospital, ya que las ramas de los hospitales se encontraban trabajando juntos en los dos años de recibir pacientes en estado crítico, y el nombre de Saito Kirigaya o ahora llamado Sengo Muramasa no había ningún registro de él en ningún hospital. La única verdad es que el nunca salió herido en ese lugar de pelea clandestina.
"Así que saliste campeón de ese lugar y millonario, si hablas de tener negocio usaste todo ese dinero reunido para convertirte en un empresario." Habló con un tono solemne Amagi, llegando a deducir fácilmente varias cosas de Sengo. Él asintió por lo dicho de Amagi como diciendo que todo es correcto.
"Me gustaría seguir conversando, pero como ya tienes idea, tengo negocio importante que atender. Tal vez otro día conversamos, nos vemos." inclino su cuerpo en signo de reverencia mientras se despedía de Mio y Akagi, él adulto a su lado también se inclinó por modales. "Por cierto, casi me olvido." empezó a sacar su teléfono inteligente enseñando su número telefónico para que lo contactaran en cualquier momento. Amagi y Mio memorizaron el número de Sengo.
Ellas vieron cómo se alejaba cada vez Saito, por alguna razón extrañaría ese nombre, pero era momento de aceptar el nombre nuevo de él.
"Sengo Muramasa, jajaja." soltó una risa calmada, confundiendo un poco a Mio.
"¿Pasa algo con ese nombre, Amagi?" preguntó, ella sabía un poco el nombre y su historia; Herrero Maldito o Demoniaco como algunos lo llamaban en el pasado, un habilidoso herrero que por alguna extraña razón sus creaciones eran considerados malditas/demoniacas para cualquiera que sostenía las espadas creadas por él, llenando su mente de locura y deseo de matar. Haciendo que eso formaran un apodo en su nombre, El Herrero Maldito; Sengo Muramasa.
"Solo pensaba que ese nombre reflejaba su filosofía y su carácter. Después de todo, le gusta la violencia. Sin embargo, el herrero Sengo Muramasa tenía una mente tranquila y equilibrada, y se dedicaba fielmente a forjar espadas. Ahora, él tendrá que buscar algo que realmente le interese. No creo que forjar espadas sea su objetivo, como lo era para el herrero. Tal vez encuentre otro propósito en el futuro. Sabe que pelear no será para siempre; como hemos presenciado hoy, ya no veo en sus ojos el deseo de luchar que tenía en el pasado. En este momento, disfruta de una vida apacible, aunque debemos recordar que esta tranquilidad puede desvanecerse en cualquier instante. Después de todo, nadie tiene el control absoluto sobre el destino que guía nuestras vidas."
Con estas palabras, comenzó a caminar. Mio la seguía, contemplando los carros que se alejaban del cementerio.
» ━━━━━━ « ♔ » ━━━━━━ «
En el vehículo donde se encontraba Sengo Muramasa, empezó a recordar el día que había abandonado la familia Kirigaya, para hacer su propia vida sin molestar a nadie de la familia que nació.
Suspiró. "El día que me fui de la casa, por alguna extraña razón, Kazuha se había dado cuenta de mi intención de irme, enserio fue una sorpresa de ese momento. Además, como pudo descifrar de que me iba."
(17 de agosto del 2020)
Era las 5:30 de la madrugada, y una pequeña niña se encontraba madrugando por este día, la niña era Kazuha Kirigaya; hermana menor de Saito Kirigaya.
Hace 2 días fue el cumpleaños de su hermano mayor, el día antes de hacer su fiesta lo había seguido sola toda la trayectoria de su hermano mientras hacía todo lo posible de ocultarse de Saito.
Siempre se preguntaba donde se iba al momento de escapar de casa, aunque intentaba seguirlo las veces que se daba cuenta de su escapatoria, pero siempre desapareció de su vista a los cinco minutos de seguir su paso, como si fuera un mago.
Hoy tenía que descubrir que hacía fuera de casa, nunca lo vio con amigos o conocidos en la escuela, pasaba siempre solo en su vida estudiantil. Rechazando cualquier acercamiento de todas las personas de su curso, como si no le interesara relacionarse con nadie.
Siempre era raro eso, tal vez tendría amigos que no sea de la escuela y viva en otro distrito donde él termina siempre yendo o tal vez ella estaba equivocada.
Hoy buscaría una respuesta del misterio de su hermano mayor.
"Tsk, ha pasado diez minutos y lo único que ha hecho es caminar, no creo que se encuentre con alguien… o tal vez donde quiera ir esta más lejos." dijo entre susurro Kazuha mientras se enfocaba en no perder de vista la espalda de Saito que se encontraba lejos a unos diez metros.
Ya habían salido del distrito donde vivía, y se acercaba al centro de la ciudad Kawagoe.
Ya habían pasado varias carreteras y a lo lejos se llegaba observar el Kawagoe Onsen.
"¿Eh? Acaso toda la caminata es para ir a bañarse en un onsen." decía en susurro viendo a su hermano entrar al onsen, dejo que pasara dos minutos para ingresar también al onsen para que su hermano no se diera cuenta de su presencia.
"¡Bienvenido a Kawagoe Onsen!" habló una hermosa mujer atendiendo en la recepción a la llegada de Kazuha, que dio un salto de sorpresa por su repentina voz. Era la primera vez que venía a un onsen.
"Ho-hola, vengo a preguntar los precios para tener un pequeño baño en el onsen." había tartamudeado de los nervios por hablar con un adulto que no conocía. Aunque muchas veces tartamudeaba cuando de repente nombraba su nombre cuando se encontraba jugando o haciendo otra cosa, no podía responder con serenidad como hacia Suguha y Saito a personas desconocidas o conocidas, ella sabe que es muy tímida y le dificultad tener una conversación normal con otra persona, muchas veces Suguha o Saito la ayudaba en esos terribles momentos de quedarse congelada.
"¡Hay diferentes precios, pero para un niño es de 340 yenes!" dijo la recepcionista con una sonrisa. "Pero no tienes que preocuparte, tu hermano ya pago por ti."
"¡EEEEEEEHHHHHH!" terminó abriendo la boca lo más grande que pudo al descubrir que su hermano mayor lo había descubierto.
"¡Pero cuando lo descubrió! Calcule perfectamente mis movimientos para no ser notado por Saito-nii, entonces como se dio cuenta de mi seguimiento."
"¿Va a ingresar señorita?"
"No tengo más opciones hasta que salga mi hermano, con su permiso." hizo una reverencia y comenzó a ingresar a los baños de mujeres mientras se desvestía y agarraba una toalla para dirigirse a la ducha antes de entrar en los baños termales.
Mientras tanto con Saito.
Todos los hombres miraban con nerviosismo a un adolescente que se encontraba en una punta del onsen.
Era más por la espalda del chico, después de todo tenía un gran tatuaje de la cara enfurecida del rostro de un oni en su espalda.
"Haah~. Ya tengo 13 años y también ya apareció el maldito tatuaje de oni en mi espalda, tch... Bueno da igual, ese tatuaje siempre aparecerá una vez cumplido 13 años, ya es como una maldición en mi cuerpo. Ahora tengo ver que hacer a continuación una vez llegando a esta edad, no tengo mucho interés de seguir estando en la familia Kirigaya, después de todo es muy aburrida."
"Además de eso, por qué diablos Kazuha me comenzó a seguir justo hoy."
Recordando que había salido como siempre por la puerta principal, en ningún momento Kazuha lo había seguido, y la rara veces que lo hacia él se había escabullido de la vista de Kazuha para que no siga su rastro.
Pero ahora por alguna extraña razón, Kazuha había mejorado sus habilidades de percepción, había hecho movimientos aleatorios para perderla, pero siempre terminaba encontrándolo, así que decidió venir al onsen para darse un pequeño baño de unos cinco minutos para después irse, y de esa forma escaparse de Kazuha después de todo ella no sabe cuánto tiempo él se quedara en el onsen.
Ya había pasado los cinco minutos y era hora de tomar su plan inicial, se marchó rápido al cambiador para sacar su ropa mientras se secaba rápido su cuerpo, se puso rápido la ropa interior, pantalón y los zapatos dejando para último su camisa que lo tenía en su mano y comenzó a escapar del cambiador, afuera se pondrá rápidamente la camisa, necesitaba alejarse lo más rápido de su hermana.
"Gracias."
Agradeciendo a la recepcionista comenzó a correr sin preocuparse por la voz sorprendida de ella, de seguro también vio el tatuaje de su espalda sorprendiéndola.
Pasando la puerta de salida se detuvo en seco.
¿Razón?
Kazuha se encontraba afuera, como si hubiera adivinado sus planes.
"Como diablos lo descubrió."
"Disfrutaste tu baño, Saito-nii, aunque solo pasaron cinco minutos desde que entraste."
Desprendía un tono divertido al momento de haber dicho eso.
"Tch, enserio tu ingenio ha mejorado, me gustaría que mejorara en tu vida social. Aun te congelas con conversar con alguien que ya conoces."
Dijo Saito con pequeña punzada que llego al corazón de Kazuha.
"Mi vida social no es tan importante a mi edad, me preocupare de eso en el futuro ahora estamos entrando en la adolescencia." parecía que, si le había afectado mentalmente a Kazuha, andaba sudando en la frente.
"Espero que tengas éxito en eso, no me quiero imaginar una vida solitaria donde te encuentras trabajando en la habitación con tu computadora."
'Agghh' "No necesita preocuparte, después de todo seguiré el trabajo de Oka-san donde a veces la acompaño y me hecho amigos de los compañeros de trabajo de Oka-san, así que tengo listo mi futuro de Ingeniera en Software. En cuanto a ti, también andas sin vida social, eres la persona más solitaria en nuestra escuela."
Termino señalando a Saito como si quisiera que sus palabras le afectasen algo en él, pero desafortunada para ella, no fue efectivo y seguía con su rostro de aburrimiento.
"Mi futuro ya está predeterminado, no necesitas preocuparte por eso."
Quedo confundida Kazuha por lo que dijo.
"Hablas como si tu vida fuera escrita en piedra." comenzó a tener preocupación por su hermano mayor. Rara vez mostraba otro tipo de emociones en su voz, como fue hace un instante, fue una voz apagada, monótona y carente de entusiasmo.
"Jajaja." soltó una risa que señalaba cansancio. "No es que mi vida está escrito en piedra, es más por mí mismo, todas mis acciones son como una máquina de coser, siempre el mismo patrón, ya es como un bucle."
"Aunque esta vez puede ser diferente, pero aun así no tomare ese camino… tal vez por ahora no. Eventualmente puede que en el futuro cambie, pero es algo que no tengo la certeza de confirmar."
Comenzó a alejarse Saito de una confundida Kazuha, parece que ahora puede escapar si hace rápido su movimiento.
Empezó a correr lo más rápido que podía sus piernas y resistencia dejando atrás a Kazuha sin oportunidad de alcanzarlo.
Siguiendo, corriendo por unos cinco minutos comenzó a relajarse y caminar tranquilamente, de seguro había perdido por muchos kilómetros a su hermana.
"Haah~. Aunque esta vez puede ser diferente aun sigo haciendo la mismo, buscar siempre pelea, si este mundo hubiera seres mágicos no me imagino cuanto pudiera resistir a una guerra de gran escala. Jajaja apenas comenzando la guerra el mundo ya se hubiera destruido a un 70% si tiene la suerte de su lado claro está."
"Como extraño el anterior mundo, haah~. Lo único con los que puedo pelear son criminales y eso es todo, que aburrido."
"Son las 15:30 p.m. la fiesta será a las 19:00 p.m. tengo mucho tiempo para divertirme. A buscar criminales entonces."
» ━━━━━━ « ♔ » ━━━━━━ «
(18:35 p.m.)
Ya había pasado un buen rato desde que había estado luchando con pequeñas sabandijas, incluso peleando con varios adultos criminales, era muy aburrido. Había entrenado mi cuerpo al límite que podía con mi edad, aprendiendo diferentes tipos de pelea para usarlo a mi beneficio.
Ya era hora de volver a casa, tenía el permiso de mi madre de haber salido todo el día, pero tenía que volver a la hora de la fiesta, enserio es una molestia hacer fiesta de cumpleaños para mí, pero no podía rechazar si mi madre era feliz por hacer una fiesta.
Supongo que algo que un hijo debe hacer.
"Igual hoy será la última fiesta que hará mi madre para mí, mañana o pasado mañana me marcho de la casa."
He reunido dinero suficiente de los criminales que había atrapado, algunos tenían recompensa gracias a eso tenía dinero que reunía para este momento, así que no me debo preocupar lo que hare desde ahora con mi vida.
"¿Mmm?"
Mis ojos captaron algo que llamo mi atención, era un grupo de malandros conocido como yakuza que capturaron a una mujer y su hija.
"Un secuestro, haah~. Ya me iba a mi casa, por qué diablos lo hicieron ahora."
Aunque dijo con tono molesto, empezó a correr lo más rápido que pudo llegando en unos tres segundos a una distancia de treinta metros donde después tomo impulso doblando sus piernas para después expulsarse como una bala con una rodilla estrellándose al miniván blanco haciendo un gran daño como si un coche de 200 km hubiera chocado con el miniván, estaba casi destruido apenas se habían salvado la parte del conductor y la trasera, el centro del miniván se había extinguido.
"Tch, enserio que mala puntería tengo, ninguno murió."
Empezó a salir un adolescente del agujero que había en la tienda donde habían sacado a la mujer y su hija en el secuestro que fue intervenido por Saito.
"De seguro tienen a la diosa de la fortuna de su lado malditos secuestradores. No explicaría como mi rodilla no dio a ninguno de los malandros en el centro del miniván. Jajaja, si se quedan congelado por mi repentina acción lo van a pagar muy caro." comenzó a soltar una macabra sonrisa de diversión, y ataco a los 10 secuestradores que aun seguían congelado, no pensaba darle oportunidad de atacar o defenderse.
Todos ellos fueron molido a golpes después de apenas unos segundos, como no pudieron reaccionar rápido por los movimientos de Saito, recibieron una paliza en la que casi mueren.
Tuvieron suerte de que alguien había visto la "pelea" y llamado rápido a emergencia para salvar sus vidas.
Una vez arreglado la situación y recibiendo la ayuda de la mujer con su hija de que si no fueran por él hubieran sido secuestradas y quien sabe lo que hubiera pasado con ellas si no hubiera recibido ayuda del joven Saito.
Como vio que iban a estar ocupados empezó a marcharse ya era las 18:45 p.m. aún tenía tiempo para llegar a casa.
Su escape había sido interrumpido por un señor mayor de 30 años, tenía algunas cicatrices en sus brazos y rostros.
"¿Eres un yakuza?" preguntó con una extrañez en su voz, aunque había salido de una "pelea" quería tener otro enfrentamiento.
"Jajaja, no muchacho. Si preguntas por las cicatrices entonces tú también eres yakuza, ¿verdad?" dijo señalando las cicatrices en los brazos de Saito, donde se notaba que fueron causadas por armas punzantes.
"Je, supongo que tienes razón, mala mía, señor. Entonces que busca de mí, es obvio que busca algo, cualquier extraño no se acerca a mi viendo lo que acabo de hacer con unos secuestradores hace unos momentos."
Dijo con una sonrisa salvaje. El señor también empezó a sonreír de la misma manera de Saito.
"Buena deducción. Entonces iré al grano, te puedo llevar a un lugar oculto de la ciudad donde se hace pelea clandestina, podrás pelear con luchadores más experimentado y fuerte, también te harás millonario con cada pelea que ganes, dime chico te gustaría participar." miró con felicidad a Saito esperando que acepte su invitación.
"¿Que ganas con eso?" aunque preguntaba eso, Saito sabia la respuesta, pero le gustaba escuchar siempre de la persona la verdad.
"Dinero, seré tu representante, lo que ganas nos repartimos el dinero, tu un 70% y mi parte el 30%."
"Veo, eres interesante, algunos harían el trato 50/50 pero decidiste ir por uno más bajo." Ahora se encontraba interesado en participar Saito.
"JAJAJAJA, supongo que tienes razón, pero he participado en las peleas clandestina y tengo mucho dinero, pero ahora ganare dinero sin necesidad de pelear, por eso hago ese trato, ¿aceptas?"
Teniendo los dos la misma sonrisa salvaje estrecharon sus manos cerrando el trato.
Pasando los dos días y teniendo una última conversación con su hermanita Kazuha.
Había abandonado la casa de la familia en la que creció.
Llego a un subterráneo casi a los límites de la prefectura de Saitama, con el señor de la anterior noche donde ahora es su representante y lo inscribió como un luchador novato, al momento de subir al ring de pelea habló con su representante para hacer más interesante su combate donde estuvo de acuerdo de gastar una buena suma de dinero confiando en que ganara Sengo.
"¡EL PRÓXIMO COMBATE ES SENGO MURAMASA UN NUEVO LUCHADOR Y SIENDO EL MÁS JOVEN CON UNA EDAD DE 13 AÑOS EN LAS PELEAS CLANDESTINA CON SU REPRESENTANTE CONOCIDO EN ESTE LUGAR COMO 'DESTROYED FACE' HACIENDO UNA APUESTA DE 10 MILLONES DE YENES DE QUE LOS CINCO MEJORES LUCHADORES NO PUEDE VENCER A SU PELEADOR! ¡JAJAJA COMENZAMOS FUERTE EL DIA DE HOY EN LAS PELEAS DE PERROS, CUAL ES LAS RESPUESTA DE LOS CINCO MEJORES, O RECHAZARAN POR MIEDO A UN NIÑO!"
Dijo el réferi mientras soltaba veneno de su boca hacia los cinco mejores luchadores de las peleas clandestina.
Cayendo en la provocación del réferi comenzaron a bajar los cinco mejores al ring donde se encontraba el joven Sengo.
Era una increíble imagen para los espectadores.
Las cinco mejores tenías una altura de casi 2 metros cada uno de ellos y su cuerpo mostraba los musculoso que eran y comenzaron a ejercer fuerza en sus brazos para romper las camisas ajustadas que habían tenido.
Presumiendo de su cuerpo fornido al público mientras se preparaba para atacar a cualquier momento a Sengo.
Él réferi viendo que todos iban a pelear en sus máximos capacidades sin dudar en pulverizar a un joven adolescente comenzó el conteo.
"¡RECUERDEN HABER HECHOS SUS APUESTAS! ¡COMENZAMOS LA PELEA EN 3… 2… 1… COMIENCEN EL COMBATE!"
Ese día Sengo Muramasa se había convertido en una leyenda en las peleas clandestinas, por cosa del destino había sido bautizado con el mismo nombre dado por los 10 yakuzas que querían secuestrar a la mujer y su hija.
Fue el nacimiento de "Shiro Oni."
» ━━━━━━ « ♔ » ━━━━━━ «
Ufff, por fin termine el capítulo.
Por cierto, estoy más cerca de llegar a SAO que terminar la primera parte de Fate: Gremory, ahora si el siguiente capítulo será de Fate: Gremory, para cuando no tengo idea, pero será el próximo capítulo igual espero que le guste este capítulo de Restarting que obviamente se aleja un poco de SAO igual tengo que llegar algún día donde Sengo ingrese al mundo virtual será interesante para él, después de todo hay bestias "mágicas" no como el la conoce en DxD pero la hay, aunque sea en un juego de realidad virtual.
Ahora si me despido, dejen comentarios me gusta leerlos 😊.
Un fic sin comentarios se me hace aburrido, así mismo, se me hace aburrido seguir escribiendo si nadie comenta ☹.
Adiooooos.