Capítulo 102 – El nacimiento de una leyenda (R-18)

Ana se desvistió dejando a la vista sus enormes pechos que parecían sandías. Sus pezones estaban invertidos cautivando la atención de Merlín quien tenía su mirada fija en ella. Todas las mujeres a su alrededor estaban desmayadas y su polla aún estaba erecta. El aura morada también estaba empezando a desvanecerse.

Ana se acercó voluntaria mente a Merlín sacudiendo su trasero de forma alegre. Quería tener una probada de esa polla y esa desbordante energía que no paraba de emanar de su cuerpo.

-     ¡Ven a mí y hazme tuya! ~

Por alguna razón las palabras de Ana sonaron a una súplica en vez de una orden. Ella lo estaba deseando mucho. Como súcubo no podía rechazar una polla como esa frente a ella.

-     ¡KYYYYYYYYYYYYYYYYAAAAAAAAAAAA! ~

Merlín corrió hacía ella. Por otro lado, Ana saltó sobre el pecho de Merlín esperando que la atraparan. La polla de Merlín se enterró profundamente en el coño de Ana acompañado de un hilo de sangre roja. Al instante el cuerpo de Merlín volvió a brillar en morado.

-     El usuario ha recibido por segunda vez la bendición de un súcubo.

-     Advertencia el placer se multiplicará por 100.

-     Los efectos de la bendición de un súcubo se ven fortalecidos.

-     Felicitaciones al usuario por obtener la habilidad regeneración de mana.

-     Felicitaciones al usuario por fortalecer los efectos del talento resistencia sexual aumentada.

-     Ahora las súcubos lo verán como un aliado.

-     La habilidad placer aumentado ha subido de nivel 1>2

Bañado en esta extraña energía violeta Merlín embistió sin piedad el virgen coño de Ana.

*PAH *PAH *SQUIRT *PAH *PAH *SQUIRT *PAH *PAH *SQUIRT

Con solo unas pocas sacudidas el cerebro de Ana no aguantó desmayándose ocasionalmente y despertando al instante. En cuanto a su interior ya estaba siendo llenada por una cascada de semillas que llenaron su habitación de hacer bebes.

Si no tenían cuidados tanto Ana como Merlín pensaron que morirían del placer. Ana comenzó a drenar la energía de Merlín al gusto de su corazón. Esta vez Merlín no pudo morder su cuello. Eso revelaría que no era humano.

Afortunadamente para Ana, Merlín no estaba interesado todavía en revelarle su secreto. Esto permitió que la resistencia de Merlín se agotara un poco. Sin embargo, consiguió una habilidad que le permitía frenar la pérdida.

-     ¡Me vengooooooooooooooooooooooooo! ~

Ana ya no pudo aguantar más. El placer había convertido a su mente en un desastre poniéndola en blanco. Sin fuerzas su cuerpo cayó luego de venirse dos veces. Aun así, Merlín siguió cogiéndola como si fuera una muñeca de trapo.

Sus ganas, aunque se calmaron por la pérdida de energía no desaparecieron por completo. Ahora tenía mucha más energía por la bendición del súcubo.

-     Ummm. ¿Dónde estoy? ~

Maira quien se despertó miró a su alrededor encontrando a todas las chicas desnudas y trozos de telas tiradas por el suelo.

-     ¡AHHHHHH! ¡Ya! ¡Ah! ¡Ya no más! ¡Ah! ¡Me! ¡Ah! ¡Vuelvo! ¡Ah! ¡Loca! ~

La voz de su criada la sacó de su ensoñación y finalmente vio a Merlín cogiendo con Ana quien no paraba de desmayarse por el placer. Su rostro estaba en un ahegao permanente que no se borraba incluso cuando estaba desmayada.

Maira no podía quedarse quieta viendo a su sirvienta siendo abusada por su marido. Ella fue quien lo hizo así luego de darle su primera vez. Era su deber calmarlo. Reuniendo fuerzas intentó ponerse de pie.

-     ¡Ah! ~

Tristemente sus piernas no podían dejar de temblar cayendo al suelo. El placer aun nublaba su mente y cuerpo. Su interior aún tenía espasmos y su coño rebosaba de semillas. No estaba en condición de ponerse de pie. Aun así, lo volvió a intentar y con dificultad se acercó a Merlín.

Viendo que ahora tenía una voluntaria más Merlín dejó a Ana para que descansara. Aunque estaba rebosante de deseo todavía tenía su mente clara. La condición de Ana no estaba bien pero no tenía otra forma de soltar todo lo que tenía.

Esta vez volvió a asaltar a Maira y así continuó por una semana entera. Merlín había hecho suyas a todas estas mujeres que no podrían vivir ahora sin su polla.

Durante una semana completa los hombres de la ciudad terminaron teniendo sus bolas azules por guardar tanto. Los casos de robos y agresiones aumentaron dándole dolor de cabeza a los guardias.

Al final Doménica y Olivia tuvieron que intervenir logrando calmar a Merlín luego de que liberara su carga en ellas dos.

Como sus primeros juguetes Merlín tenía un lugar especial en su corazón para ellas dos. No podía darse el lujo de romperlas.

Luego de ese episodio se extendió el rumor en todo el reino del insaciable Merlín. La bestia sexual capaz de hacerlo con mil mujeres a la vez.

Todos los residentes alrededor del burdel pudieron escuchar los gemidos de todas las mujeres que estuvieron con Merlín. Esta fue la raíz de los rumores.

Merlín Von Diluc se había convertido en una leyenda para las mujeres quienes querían experimentar ese nivel desmedido de placer y el terror de los hombres que mantenían insatisfechas a sus mujeres en el reino.

Dentro de la mansión de barón Spear.

Luego de verter todo el contenido de sus bolas en su corazón Merlín decidió llevar a Maira y Ana con él a la mansión. No iba a dejar que dos juguetes maravillosos como esos se fueran de sus manos.

Ahora tenía tiempo para ver los cambios en su sistema.