—Huft… Huft… Huft… —aunque Xiao Tian ya estaba cansado, se obligó a seguir corriendo.
Tenía miedo de que algo malo le pasara a Flor si no llegaba inmediatamente al hospital.
*Un minuto… dos minutos… tres minutos….
Habían pasado más de quince minutos desde que Xiao Tian salió de la cueva, pero aún no había llegado a la ciudad.
—Es difícil correr en el bosque. —pensó.
Debido a que estaban en el bosque, Xiao Tian no podía correr tan rápido como podría.
Tenía que vigilar sus pasos o de lo contrario terminaría cayendo al suelo más tarde. No solo eso, sino que también necesitaba observar sus alrededores porque sería peligroso si más tarde se encontraran con una bestia salvaje.
En este momento, Flor sentía que su cuerpo se debilitaba cada vez más. Incluso le costaba abrir los ojos, así que dejó que Xiao Tian se encargara de todo.
—¿Voy a morir hoy? —se preguntaba Flor.
Debido a lo débil que estaba su cuerpo, Flor pensaba que iba a morir.
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