Dentro de una pequeña habitación de paciente, una joven estaba sentada en la cama. Su bonito rostro se veía un poco pálido y sus bellos labios estaban secos.
Se quedaba mirando las nubes a través de la ventana sin decir ni una sola palabra, como si estuviera hipnotizada por las nubes.
Sí, esa joven no era otra que Flor. Se sobresaltó cuando se encontró en la habitación de paciente porque pensó que aún estaba en el bosque.
—Entonces, esto significa que Xiao Tian encontró la manera de volver a la ciudad cuando yo estaba inconsciente.
Como estuvo inconsciente poco después de salir de la cueva, no sabía nada. Ni siquiera tenía idea de que Xiao Tian había luchado contra tres bestias salvajes antes.
—¿Pero dónde está él?
Flor se preguntó en su mente.
—No me digas... ¿Que algo malo le ha pasado?
Preocupada por Xiao Tian y deseando conocer su estado, se levantó de la cama inmediatamente.
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