Después de que Han Ai se fue, Yun Xin Er irradiaba felicidad. —Con esto, estoy segura de que la tía Han le dirá a Zi Yuhan que no me siga más. Estoy tan feliz ahora.
—¿En serio? —Xiao Tian también estaba contento porque podía ayudarla a resolver el problema—. ¿Qué tal si me das un beso como recompensa?
—Hermanito, tu hermano marcial menor está mirándonos justo ahora y ¿aún así quieres que te bese? —por supuesto, a Yun Xin Er no le importaba besarlo pero hacerlo delante de Ren Aoxu estaba fuera de lugar.
Xiao Tian entonces acercó su rostro hacia la oreja derecha de Yun Xin Er y susurró, —Entonces bésame cuando estemos solos. ¡Ah! Y no quiero un beso normal. Al menos, tiene que ser un beso apasionado.
—Parece que siempre no puedes controlarte cada vez que estás conmigo. —Yun Xin Er habló y pausó por un segundo antes de continuar—, Claro. Te dejaré besarme apasionadamente más tarde. No solo eso, incluso te permitiré hacer lo que quieras. ¿Cómo te sientes? ¿Feliz ahora?
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