—¿A quién perteneces, perra? —preguntó Anon mientras follaba el coño de la No.300 con increíble velocidad.
—Annnh~ Annnh~ Annnh~ A... ti, Annnh~ Maestrooo~ —habló la No.300 mientras se venía una vez más.
—¿Cuántas veces va esta? —Anon preguntó mientras agarraba la garganta de la No.300 y empezaba a estrangularla.
—Trei- Trece... M-Maestro... —respondió la No.300 con un tono de ahogo.
Anon lleva follando el coño de la No.300 durante los últimos 45 minutos sin parar y no puede dejar de follarla porque el coño de un Ogro es lo único que puede aguantar completamente el tamaño del pene de Anon y él puede follarlo sin ninguna restricción.
El coño de la No.300 ha pasado de un verde oscuro a un rojo hinchado y Anon no se ha venido ni una sola vez.
—No.300, voy a venirme y va a ser una carga enorme... —Anon habló mientras se subía sobre el cuerpo de la No.300 y continuaba martilleando su coño sin detenerse, en cambio, aumentó la velocidad.
*Slap-Slap-Slap-Slap-Slap-Slap-Slap-Slap*
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