—… ¿Reinhard?
— Eso es correcto, Subaru. Supongo que no ha pasado mucho desde que nos vimos por última vez. Lamento llegar tarde.
El joven pelirrojo Reinhard se giró hacia Subaru, que aún estaba en el suelo, con una sonrisa compungida.
Incluso mientras Reinhard sacudía el polvo de su manga, cada movimiento parecía entrenado y meditado. La manera en que Reinhard se llevaba a si mismo era diferente de cuando Subaru lo conoció por primera vez en el callejón con los matones, mientras Subaru lo veía, pensó que ahora estaba mirando un vistazo del verdadero Reinhard.
Sin bajar su guardia por un momento, Reinhard miró adelante, y giró sus ojos hacia la belleza de negro que ahora estaba concentrando su animosidad hacia él. Los ojos azules de Reinhard se estrecharon, como si recordara algo.
— Cabello negro y ropa negra, y tu arma as la espada curva particular de los países del norte. Con todas esas características alineadas, no se puede confundir. Eres la 'Cazadora de Intestinos', ¿cierto?
— ¿Qué pasa con ese alias súper violento…? —murmuró Subaru.
— Es un alias dado basado en sus habilidades. Es bien conocida en la capital por ser un individuo peligroso. Sin embargo, de lo que escuché parece ser más un mercenario —respondió Reinhard fielmente en respuesta a la pregunta retórica de Subaru mientras centraba sus ojos claros en Elsa.
— Reinhard. Ah, sí. El caballero entre caballeros… y del linaje 'Maestro Espadachín'. Bueno, eso es asombroso. Nunca pensé que conocería a un oponente tan agradable. Tendré que agradecer a mi empleador ahora por darme este trabajo, ¿correcto?
— Hay muchas cosas que quiero preguntarte. Te recomiendo que te rindas, sin embargo…
— ¿Le dirías a un depredador hambriento que se detenga frente a su presa herida, un espécimen perfecto y ya goteando sangre, que aguante se hambre y siga adelante?
Elsa lamió sus rojos labios eróticamente con un look de éxtasis en su caso mientras miraba a Reinhard.
— Ya veo.
Respondió Reinhard, rascando el lado de su mejilla como si deseara que hubiera otra manera.
— Subaru, voy a tener que pedirte que te alejes y por favor toma a ese anciano contigo fuera de peligro. Después de eso, puedes quedarte junto a esa otra persona allí, me ayudaría mucho.
— Entendido… Esa mujer es como un monstruo, así que no bajes la guardia, ¿está bien?
— Afortunadamente, podrías decir que luchar contra monstruos es mi especialidad —dijo Reinhard confiadamente y caminó hacia adelante sin ninguna señal de que se preparara para la batalla.
Reinhard ni siquiera alcanzó la espada en su cintura, pero continuó con las manos vacías.
Después de un inhalar afiladamente, el kukri en la mano de Elsa voló hacia adelante, en un momento, hacia el cuello de Reinhard.
Diferente a Subaru que era su oponente, no había señal de que Elsa se estuviera conteniendo cuando hizo el golpe plateado, y parecía matar al mismo aire mientras corría hacia el delgado cuello de Reinhard.
A pesar de todo Reinhard estaba completamente indefenso. No solo no hizo ningún movimiento para defenderse, ni siquiera hizo un movimiento para evadir el ataque.
Subaru ya podía imaginar la cabeza de Reinhard separándose de su cuerpo. Sin embargo…
— Realmente no quiero ser violento contra una mujer, pero…
Dijo Reinhard, empezando de una manera caballerosa, pero Subaru pensó que el tono de su voz había caído.
—… tendrás que disculparme.
Reinhard plantó un pie, la presión detrás fracturó el suelo debajo de él y con la otra pierna lanzo una patada tan fuerte que creo una onda de choque como si chocara con Elsa y envió su cuerpo a volar. La ráfaga negra era lo suficientemente fuerte para que Subaru la sintiera donde estaba. Estaba sin habla.
Todo lo que era, era una patada frontal ordinaria, pero la presión del aire causada fue suficiente para crear un viento que sacudió el edificio entero.
Elsa, quien tomó el impacto directo, fue mandada a volar como una hoja. Sin embargo, era capaz de reducir el daño recibido al rebotar en las paredes para matar la fuerza de impacto con sus piernas. Aun así, cuando miró hacia arriba, podía verse una mirada sobresaltada en su cara.
— No, no, no, no, no. No hay manera. Me estas bromeando, ¿cierto?… ¿Qué demonios fue eso?
Subaru había descrito ciertas cosas como estar "en una escala totalmente diferente" varias veces antes en su vida, y fue en este mismo momento que se dio cuenta que estaba equivocado. Esa frase, "en una escala totalmente diferente", existía solamente por el propósito de describir a este héroe que estaba frente a él. Ante la existencia de Reinhard, todos los extraordinarios fenómenos de este nuevo mundo entorpecieron en comparación.
— Es como dicen… o más bien, eres más de lo que todos los demás dicen que eres —dijo Elsa.
— Bueno, solo espero poder cumplir con tus expectativas.
— ¿No usarás esa espada tuya? Me gustaría tener una probada de su filo legendario.
Elsa apunto a la espada de Reinhard. Quería enfrentar a Reinhard con toda su fuerza, sin que él se contuviera. Sin embargo, Reinhard sacudió su cabeza.
— Esta espada está hecha para que solo pueda ser sacada cuando tiene que serlo. El hecho de que la espada no se ha quitado a si misma de su vaina significa que ahora no es el momento apropiado.
— Supongo que he sido subestimada.
— Personalmente, hubiera preferido tomar tu oferta. Así que…
Reinhard repentinamente alejo sus ojos de Elsa y miró al otro lado dentro de la bodega de botines. Sus ojos eventualmente se colocaron en una espada de dos manos de aspecto viejo apoyada contra la pared. Reinhard usó su pie para patearla en la empuñadura, enviando la espada desenvainada por el aire. Fácilmente la agarró en su mano, y la balanceó una vez ligeramente como si la probara.
—… Usaré esto para enfrentarte. ¿Alguna queja?
— No… ¡Esto es maravilloso, maravilloso! ¡Sera mejor que me hagas pasar un buen rato!
Mientras Elsa agarraba su espada, Elsa hizo el primer movimiento, lanzándose a un lado. Mientras hacia su movimiento deslizante salto para aumentar su velocidad. En respuesta Reinhard preparó su postura para balancear su espada desde abajo, directo hacia arriba.
En ese momento de ataque y defensa, Subaru fue capaz de tener una vista clara de lo que estaba pasando.
El ataque de Reinhard era sublime, era mágico, era perfectamente entrenado. En sus manos, incluso una espada desechable al final de su vida, durmiendo en la bodega, brillaba como una espada atesorada pasada como leyenda entre generaciones. La técnica de espada de Reinhard capturaba cada onza del desempeño que podía ser extraído de la espada y lo usaba a voluntad.
La espada de Reinhard dio en el blanco, justo donde el kukri de Elsa tocaba su mango. A pesar del hecho de que eran dos piezas de acero chocando juntas, la espada de Reinhard mostró una increíble cantidad de poder cortante y rebanó la hoja de la espada de Elsa desde su base.
Elsa no tenía palabras para el destino del kukri que tenía en su mano. La espada se había vuelto solo el mango y en cuanto al resto…
— Ahora que has perdido tu arma, te recomiendo que te rindas.
… cuando Reinhard se dio la vuelta, tenía la hoja del kukri de Elsa en su mano libre. Con un golpe rápido de su muñeca, la arrojó y con un sonido afilado se atascó, alojándose en la pared.
Incluso Subaru podía escuchar a Elsa jadear.
— Él realmente no es normal. Ni siquiera puedo encontrar la energía para bromear sobre ello.
Subaru apenas exprimió lo que pensaba, y corrió para poner distancia entre él y la batalla.
Por el camino, Subaru fue hacia Rom, y de alguna manera fue capaz de arrastrar su cuerpo a un punto al lado de la pared.
— Rom. Viejo Rom. Hey. Calvito. ¿Estás vivo?
— A quien… llamas… calvito…
— ¿A quién más? Mi único objetivo en la vida es nunca ser calvo o engordar. Tu eres, como, el mejor ejemplo para mí de cómo no quiero terminar.
A pesar de que la respuesta de Rom era débil, después de abofetearlo unas cuantas veces, Subaru dejó salir un suspiro de alivio.
Aparte del hecho de que Rom se había golpeado la cabeza bastante fuerte, todo lo demás se veía bien. Había la posibilidad de que la memoria de Rom hubiera tomado el golpe, pero considerando que estaba vivo, no parecía un gran problema.
— ¿Parece que la persona va a estar bien? —preguntó No-Satella que llegó corriendo al lado de Subaru, su largo cabello plateado siguiéndola. Comprobando el estado de las heridas de Rom, murmuró "Necesita tratamiento", y sus manos empezaron a brillar con una débil luz blanco azulada.
— Hey, solo estoy diciendo, pero este viejo está asociado con la que robó tu insignia. ¿Sabes eso?
— Eso es precisamente por qué lo estoy haciendo. Una vez que lo cure puedo usar su gratitud para obtener información de él. La gente no tiende a mentirles a las personas que salvaron su vida. Solo hago esto por mi propio bien.
Era ella como si no pudiera justificar ninguna de sus acciones a menos que hiciera un caso donde eran para su propio bien.
Subaru le sonrió débilmente a la siempre-indirecta No-Satella, y miró de nuevo al campo de batalla.
Elsa estaba de rodillas pero Subaru no podía ver su cara. Todo lo que Subaru podía pensar era que Reinhard le había quitado su voluntad de pelear. Con su vieja espada de su lado, Reinhard se acercó a Elsa con su defensa baja.
Seguramente Reinhard tenía confianza en la diferencia de habilidad entre él y Elsa, pero orgullo siempre lleva al peor desarrollo posible. Una alarma sonó dentro de la cabeza de Subaru.
— ¡Reinhard! ¡Tiene otra espada!
Cuando el segundo kukri de Elsa fue sacado de su cintura, tomó un poco del flequillo de Reinhard mientras se inclinaba hacia atrás. Con su ataque sorpresa evadido, giró sus ojos hacia Subaru.
— Me sorprende que lo sepas.
— ¡Bueno, ya lo he experimentado una vez antes! —dijo Subaru, sacándole el dedo medio en un tono fanfarrón… aunque en realidad no podía ser llamado fanfarrón.
Elsa aparentemente decidió que lo que Subaru estaba diciendo eran tonterías y lo ignoró.
— Sin embargo, estas equivocado si crees que solo tengo dos de estos colmillos… ¿Empezamos de nuevo? —ella le dijo a Reinhard.
— ¿Estarás satisfecha si destruyo todas tus armas?
— Si pierdo mis colmillos, luchare con mis uñas. Si pierdo mis uñas, lucharé con mis huesos. Si pierdo mis huesos, luchare con mi vida. Así es como yo, la Cazadora de Intestinos, hago las cosas.
— En ese caso, tendré que hacer que abandones tus ideales.
Elsa sacó un tercer cuchillo de su cintura y los preparó. Apropiado del insulto de la "mujer-araña" que Subaru le había tirado antes, Elsa parecía volar por la habitación como si ignorara la gravedad, usando todo espacio en el suelo y el aire disponible para ella.
Al espada encontrar espada y acero encontrar acero, cada violenta colisión hacia chispas. Saltando desde las paredes y el techo, Elsa continuó su estilo de lucha de ataque y retirada. Reinhard enfrentaba sus ataques en cuanto llegaban.
Mientras la batalla parecía que iba de un sitio para otro, Subaru trago mientras seguía viendo.
— No puede ser que incluso Reinhard no tenga la habilidad para terminar esto, ¿verdad…?
Las habilidades de Elsa habían salido del reino de lo humanamente posible y era difícil para Subaru incluso seguir sus movimientos. Sin embargo, la habilidad de Reinhard era, en su mismo núcleo, legendaria. Su batalla era como dos dioses colisionando con el otro en los cielos, pero Subaru podía ver eso, en términos de pura habilidad, Reinhard estaba mucho más delante de Elsa. ¿Pero entonces por qué la batalla aún seguía?
—… Lo estamos conteniendo —murmuró No-Satella en respuesta a las dudas de Subaru mientras continuaba curando a Rom.
— ¿Huh? —replicó Subaru, y No-Satella mordió su labio, frustrada.
— Porque estoy usando magia espiritual, no puede luchar con toda su fuerza. Al menos no hasta que termine mi curación.
— No tengo idea de lo que tratas de decir.
— Si Reinhard decide luchar con toda su fuerza, todo el mana en la atmósfera a nuestro alrededor se alejará de mí… Casi termino. Cuando dé la señal, avísale.
— O-okay.
Subaru aún no entendía su explicación, pero mientras aún estaba un poco inseguro, accedió.
La luz azul continuó curando el chichón sobresaliendo en la cabeza de Rom, y otra herida que había estado sangrando un poco. Subaru miró asombrado los rastros de sangre y la abertura de la herida gradualmente desaparecer, cuando No-Satella inhaló profundamente y lo dejó salir.
— Terminé.
— Déjamelo a mí. ¡Hey, Reinhard! ¡¡¡Realmente no lo entiendo, pero atrápala!!!
Subaru le entregó el mensaje a Reinhard, quien había continuado a la defensiva, que el tratamiento de Rom estaba completo.
Reinhard miró hacia atrás. Cuando los ojos de Subaru y los suyos se encontraron, asintió ligeramente.
—… ¿Qué es lo que vas a mostrarme?
— La espada de la Casa de Astrea —replicó Reinhard en pocas palabras y dignamente mientras Elsa saltaba hacia él.
Inmediatamente después, Subaru sintió que todo el espacio en la bodega se deformó.