A pesar de que era un espíritu, Beatrice dormía como un ser humano. A diferencia de Puck, ella no podía desmaterializarse, así que ella reducía la carga de la materialización de su maná de esta manera.
Por esta razón, ver la cara dormida de Beatrice no era nada nuevo para Subaru.
Sin embargo, esta era la primera vez que la había visto dormir tan calladamente.
_Subaru: Ella sólo está durmiendo... ¿cierto? Aun así, me preocupa.
_Ferris: Durmiendo no sería la palabra correcta. En este momento, ha cesado sus funciones como espíritu. Es más correcto decir que está en un estado de animación suspendida.
_Subaru: ¿Animación suspendida? ¡¿Por qué...?!
Tocando la frente de Beatrice, Subaru se sorprendió al descubrir cuán baja era su temperatura corporal. Tocar sus pestañas y su rostro con suavidad no provocó reacción alguna, justo como Ferris había dicho. En respuesta a la expresión en el rostro de Subaru, Ricardo se agachó.
_Ricardo: Según la señorita con orejas de gato, esto suce'ió como consecuencia der uso excesivo de maná, lo que en verdad parece ser er caso. Encontré la plaza en la que estabas completamente por acci'ente, nii-chan. To'os allí tenían la misma heri'a, y la pequeña señorita se estaba encargando de to'o por sí sola.
_Subaru: …
Ricardo habló con un suspiro, ante lo cual Subaru contuvo la respiración inconscientemente.
Todos allí tenían la misma herida que Subaru. Era el resultado del enlace que transmitió la herida que Subaru había sufrido por el ataque de Regulus. Sirius sí que había complicado las cosas. La psicópata parecía haberse ido de la escena, y entonces la lucha de Beatrice comenzó.
Beatrice había dado el mismo tratamiento por igual a Subaru y a todos los demás heridos.
Era de esperar, ya que Subaru era un hombre codicioso que pedía más de la cuenta, y la niña que acompañaba a ese Subaru también se rehusaba a abandonar a alguien.
Por lo tanto, Beatrice había exprimido hasta la última gota de su maná para salvar a toda esa gente, con esta severa consecuencia.
_Subaru: Beatrice estará bien, ¿verdad? Sólo necesita un poco de descanso…
_Ferris: ...A decir verdad, no soy muy optimista, nyan. Ferri-chan es un sanador de primera clase, pero no sé mucho sobre espíritus. Y esta pequeña no es un espíritu ordinario. Así que realmente no sé de ninguna solución real, nyan.
_Subaru: ¡T-tiene que haber alguna manera! ¡Si Beatrice no puede ser salvada, yo…!
Sólo había pasado un año desde que él la había liberado de la biblioteca para hacerla feliz, y su vida no podía terminar aquí.
Felicidad, felicidad, felicidad; nadie la merecía más que esa pequeña.
_Ricardo: Si ella necesita maná pa' no desaparecer, ¿no pue'e tomarla de otra fuente? Si nii-chan es su contratista, ella debería po'er obtener argo de ér.
_Ferris: …Subaru-kyun podría ser su fuente más rápida de maná, si no fuera porque el idiota rompió su propia puerta, así que no puede darle su maná.
_Subaru: Cierto, frutas bokko. ¡Con frutas bokko, puedo restaurar mi propio maná, y a partir de ahí puedo darle algo a Beatrice—!
_Ferris: ¡Idiota!
Ferris gritó furiosamente mientras miraba al desesperado Subaru.
Subaru se sorprendió al ver la agudeza de su inesperada mirada, y Ferris inmediatamente jugó con su pelo como si se avergonzara de haberle soltado esa reprimenda.
_Ferris: ¿Cuántas veces te lo he dicho? Eso es realmente peligroso; especialmente para el cuerpo de Subaru-kyun, sería como veneno. Si hicieras eso, el número de muertos aumentaría a dos... Así que no debes.
_Subaru: …
Las estrictas palabras de Ferris estaban impregnadas de tristeza. Comprendiendo ese sincero pensamiento, Subaru cerró la boca y se tragó sus juicios imprudentes.
Ferris era un experto en curación, así que por supuesto ya había considerado muchas maneras de ayudar a Beatrice.
Sin duda alguna, la repentina idea de Subaru también ya había sido considerada.
_Ferris: Puedo entender tu preocupación por Beatrice-chan, Subaru-kyun. Y aunque lo comprendo, no hay nada que podamos hacer por ella ahora, nyan. Hay muchas otras cosas por las que tenemos que preocuparnos…
_Subaru: Aparte de Beatrice… ¡C-claro, lo que le ha pasado a Emilia! Y…
Las palabras de Ferris trajeron a Subaru de vuelta a la realidad.
Subaru dirigió su atención al hospital de campaña — y descubrió que algo no encajaba. Había personas con la misma herida de Subaru en el pie derecho, pero había muchas otras con heridas diferentes.
_Subaru: Para empezar, ¿dónde estamos? Esta situación… No, más bien, ¿qué más ha ocurrido? ¿Qué pasa con todos esos heridos?
_Ricardo: Er Culto de la Bruja está aquí como dijiste, nii-chan.
_Subaru: Pero sólo vi a dos Arzobispos. No pueden haber sido sólo ellos, ¿cierto? Esta cantidad de daño no puede haber sido causada por sólo dos personas. Lo que significa, que también han traído a los cultistas encapuchados.
Esos dos Arzobispos eran ridículamente fuertes.
Por eso Subaru había asumido que ellos dos serían los únicos miembros del Culto presentes — pero no sería extraño que, tal como Petelgeuse había hecho, también hubieran traído subordinados a esta ciudad.
Esa era la única explicación para tanto daño.
_Subaru: ¿Los dos Arzobispos y los miembros del Culto bajo sus órdenes están atacando la ciudad ahora mismo?
_Ferris: Sobre ese asunto, hay un par de cosas que debes sa—
La voz de Ferris sonó amarga mientras comenzaba a responder a la conclusión de Subaru.
Sin embargo, antes de poder confirmarlo o negarlo, una interrupción inesperada ocurrió.
_???: ¡Holi, holi, hoooliwii!
El aire vibró con el sonido de una voz aguda.
El tono relajado de la voz contrastaba duramente con la atmósfera depresiva, como si alguien hubiera cambiado el canal de TV accidentalmente a un programa de entretenimiento durante una conversación seria.
_Subaru: ¿Q-qué?
Al oír esa voz, Subaru miró a su alrededor agitadamente y, al no ser capaz de encontrar quién lo emitía, dedujo enseguida su fuente.