Mientras tenía la mirada fija en esa cosa, Subaru estaba tan perplejo que olvidó respirar durante un momento.
_Echidna: Generalmente una reacción como esa sería esperable, pero me parece un tanto abrumador que te sorprendas tanto. Aunque luzca así, sigo siendo, por género, una mujer… bueno, como espíritu, es complicado determinar si poseo o no un género. ¿Tal vez debería decir que simplemente me identifico como mujer?
Cabello blanco como la nieve, unos afilados ojos negros, voz neutral y frases innecesariamente complicadas.
Esas características coincidían con las de aquella bruja de blanco y negro. Pero…
_Subaru: No tiene… ninguna gracia. ¿Tú eres Echidna?
Su primer encuentro con la Bruja de la Codicia había sido un año atrás, durante las Pruebas en la tumba del Santuario, cuando ella lo atrajo a sus fiestas del té.
Ella había seducido a su invitado con palabras agradables en un intento de convertirlo en una marioneta, bailando al ritmo que ella impusiera. Y, para colmo, ella quería usarlo para buscar todas las respuestas que ella misma no había podido atestiguar. Podía decirse que ella era la curiosidad encarnada.
Subaru jamás imaginó que volvería a encontrarse con ella.
_Subaru: Tú… ¿en serio te has convertido en un zorro? Deja de bromear. Y para colmo, apareces justo en un momento de crisis como éste; ¿qué estás tramando esta vez?
_Anastasia: Espera un momento; deja ya de asumir cosas y escusha.
Subaru se había recuperado ligeramente de su sorpresa inicial, listo para cobrárselas todas a este zorro blanco frente a él que decía ser Echidna. Sin embargo, el reproche de Anastasia lo detuvo.
_Subaru: No te atrevas a joderme de esa manera. Tú… ¿y además estás con ella? ¿Qué rayos hacen juntas? Ella debería estar en el Santuario.
_Anastasia: No sé de qué hablas, pero ha pasa'o ar menos una déca'a desde que conocí a Echidna… y desde entonces apenas nos hemo' separa'o. ¿No descuadra eso un poco con tu historia?
_Subaru: ¿Una década…?
Tan solo pensar que aquella bruja había planeado desde hace tanto tiempo pasearse libremente por el mundo exterior indignaba a Subaru.
Según dijo la propia Echidna, ella no era capaz de salir de aquel Castillo de sueños. Así que, si antes de haber estado en ese lugar ella ya había planeado algo como esto…
_Subaru: Siempre has sido así… ¿Acaso te complace observar a la gente vagar en completa oscuridad mientras te burlas de su ignorancia?
_Echidna: …Santo cielo, parece que estoy siendo víctima de una considerable cantidad de rencor. Parece un malentendido difícil de resolver, pero gracias a eso hay una cosa clara.
_Anastasia: Eso parece. Opinamo' lo mismo, Echidna.
En contraste con la furia de Subaru hacia Echidna, Anastasia y el zorro blanco intercambiaban una tranquila mirada de entendimiento.
Cuando Subaru frunció el ceño, el zorro blanco sacudió la cabeza con un inesperado parecido a la expresión humana.
_Echidna: Aunque no conozco en lo más mínimo la razón de tu desconfianza hacia esa otra Echidna, puedo decir que esos problemas no tienen relación alguna conmigo.
_Subaru: ¿Qué quieres decir?
_Echidna: Es bastante simple. No sé nada de nada sobre ninguna Echidna que no sea yo, dado que nací sin saber nada más que mi nombre, Echidna, y mi raza: espíritu artificial. Esas son todas las pistas que tengo sobre mi origen.
_Subaru: …¿Qué?
Subaru había estado esperando alguna clase de explicación, pero el zorro blanco habló de manera distinta a la Echidna que Subaru conocía. O más bien, si ella de verdad fuera Echidna, entonces cualquier cosa que dijera muy posiblemente serían palabras para engañar a Subaru.
Afirmando ser Echidna y, al mismo tiempo, un espíritu artificial, este espíritu decía no tener recuerdo alguno de Subaru, previo a esta conversación; pero Subaru no podía simplemente creerle.
_Anastasia: ¿Qué ocurre, Natsuki-kun? Tu expresión no muestra na'a má' que sospesha.
_Subaru: Pues claro. Para mí, que conozco la verdadera naturaleza de Echidna, es una reacción totalmente natural. Y tú también deberías… ah, es cierto, mi error. Echidna dice que no recuerda nada, ¿verdad?
_Anastasia: No parece que tengas intención alguna de creerle. Y, en esta situación donde trabajamo' con un límite de tiempo, eso es un gran problema.
A diferencia de Subaru, que estaba alerta, Anastasia hablaba con el mismo tono de voz de siempre.
Echidna estaba trabajando con ella — solo eso era suficiente para que Subaru comenzara a dudar de Anastasia. Y aunque respetaba a Julius y a Ricardo, quizás también reduciría su confianza en ellos.
Subaru no podía permitirse tener mucha esperanza en que esos mismos subordinados opinaran distinto a su líder con respecto a esto.
_Subaru: ¿Por qué me dirías tu nombre si no recuerdas nada? Creías que yo conocía a Echidna, ¿verdad? No se me ocurre otro motivo.
Ella le había dicho su nombre y un poco de su origen. ¿No demostraba eso que ella era la Echidna de la Fiesta del Té? Lo cual significaba que ella no era la Echidna del Ataúd, a quien Roswaal anhelaba. No había duda de que ella era la que Subaru había conocido. Y en ese caso, había una gran cantidad de preguntas que quería hacerle a ella. Pero, él comprendía que éste no era el momento para hacerlo.
Ante el impaciente Subaru, Anastasia suspiró con cansancio.
_Anastasia: Si no te hubieras perdi'o la transmisión, nos habríamo' ahorra'o este alboroto. Qué molesto.
_Subaru: ¿La transmisión? ¿Qué tiene que ver con esto la transmisión del Culto de la Bruja?
_Echidna: —Tiene que ver porque una de sus demandas fue "entreguen sus espíritus artificiales".
El zorro blanco respondió la pregunta, yendo al grano.
El contenido de esa demanda dejó la mente de Subaru en blanco mientras trataba de comprender las implicaciones de ello.
La transmisión, el Culto de la Bruja, los espíritus artificiales. Todo esto significaba que…
_Subaru: Quieren decir que…
_Echidna: Por complicado que sea de creer, ellos quieren que entreguemos nuestros espíritus artificiales… es decir, yo (boku) o la niña que te acompaña. Así que, ¿no crees que era obvio que íbamos a querer tener una charla contigo?
_Subaru: ¿Cómo supiste que Beatrice es un espíritu artificial?
_Echidna: Lo noté en el momento en que la vi, no soy capaz de expresarlo de otra manera. No estoy muy segura de cómo lo sé; pero creo que ella también podría notar lo mismo de mí si me viera moverme y hablar.
Con una actitud más cautelosa, el zorro blanco respondió las preguntas de Subaru una por una.
Por lo menos, Beatrice no había mencionado nada sobre el manto de zorro blanco cuando se encontró con Anastasia por primera vez en el ryokan. No obstante, también era posible que Beatrice hubiera notado algo pero que, insegura de cuán acertada pudiera ser su percepción, decidiera no declarar sus preocupaciones.
¿Por qué tenía que llevar ella sola todo ese peso sobre sus hombros?
Cuando Subaru se decidió a preguntarle eso a Beatrice, sintió que le terminarían respondiendo de vuelta con la misma pregunta.
_Echidna: Que la niña que estaba a tu lado no pudiera detectarme adecuadamente era inevitable. A pesar de ser un espíritu, poseo muchos defectos, y no puedo establecer un contrato decente con nadie. Ni siquiera puedo usar magia de combate con pericia. Aunque, para compensar por todo eso, confío en mi habilidad para ocultar mi presencia, y esa confianza sigue sin menoscabar hasta la fecha.
_Subaru: No puedes formar un contrato… entonces, tú y Anastasia…
_Anastasia: Esta shiquilla y yo no compartimo' la relación de espíritu y contratista. A nuestra relación le farta argo esenciar pa' ser ese tipo de relación… En vez de eso, podrías considerarno' cómplices.
_Echidna: Deseo presenciar el futuro de esta niña, es por ello que la he seguido todo este tiempo. Habiendo estado con ella por ya algunos años, nos hemos convertido en algo así como compañeras de conversación. De vez en cuando, ella incluso discute sus asuntos de negocios conmigo.
El zorro blanco habló con una breve sonrisa, y Anastasia se rascó ligeramente el cuello. Su relación parecía armoniosa, y Subaru asumió que ellas compartían cierto nivel de confianza.
_Subaru: ¿Por… por qué me revelarías tus asuntos internos que no tienen nada que ver con la batalla que nos ocupa ahora mismo?
_Echidna: ¿No sería lo más normal que te reveláramos algunos de nuestros asuntos si queremos ganar tu confianza? Además, con las vidas de toda la población de la ciudad en juego… en este momento tan crítico, recae sobre nosotros el tomar medidas. No nos serviría de nada entrar en un conflicto con nuestros aliados por esconder un pequeño y relativamente insignificante detalle.
_Anastasia: Yo rearmente quise detenerla, pero… esta shiquilla no hace caso a los consejos de los demá' después de haberse decidi'o, así que… ar menos por er momento, me gustaría que aceptaras escusharla.
Echidna estaba siendo inusualmente franca y honesta, y las palabras complementarias de Anastasia sonaban muy convincentes.
Apenas ahora, Subaru se dio cuenta de la razón de la frialdad de Anastasia de hace un rato: se había portado de esa manera para crear un ambiente en el que pudiera estar a solas con Subaru. Y para eso, con tal de poder persuadir a Subaru exitosamente, había sacado a Julius y Garfiel de la habitación deliberadamente.
_Anastasia: Naturarmente, no pretendo cumplir con las demandas der Culto de la Bruja; pero para eso será necesario que Natsuki-kun, ar iguar que yo, hagamos las veces de no entender a qué se refieren con "entreguen sus espíritus artificiales", pa' que los demá'' tampoco entiendan a qué se refieren con esa demanda. Si no hacemo' eso, aunque reshacemo' su demanda, no to'os podrían aceptar nuestra postura tan fácirmente.
_Subaru: No tengo intención alguna de escuchar lo que sea que tengan que decir esos terroristas, así que estoy completamente de acuerdo contigo… Pero eso no significa que todas mis dudas respecto a esa Echidna con forma de zorro se hayan despejado.
_Anastasia: Sí que te molesta ese nombre. ¿Acaso la Echidna que conoces era tan mala persona, Natsuki-kun? Si es así, me parece argo problemático verte tratar a mi shiquilla de esa manera.
_Subaru: Me disculparé si se trata de alguien completamente diferente, pero su actitud e incluso sus patrones del habla son casi idénticos. Además…
_Anastasia: ¿Ademá'?
Subaru estaba tratando de buscar las palabras adecuadas para explicarle a la confundida Anastasia.
Subaru aún no tenía claro qué eran exactamente los espíritus artificiales, pero lo que sí sabía era que Beatrice y Puck habían sido creados por la bruja Echidna.
Por lo que era de esperarse que, si ese zorro blanco de verdad se trataba de un espíritu artificial, entonces ella también debió haber venido de las manos de Echidna.