Habiendo dejado la oficina de Otto, el curso de acción de Subaru y Emilia se había vuelto más definido. O, en realidad, ya tenían un rumbo definido antes de que el elemento llamado "Las opiniones de Otto" se interpusiera, y ahora simplemente seguían con un plan tan definido como antes.
_Subaru: Ahora que lo pienso, eso fue una completa pérdida de tiempo…
_Emilia: No digas eso. La historia de Otto-kun fue, emm, bueno, fue… mhm, ah, emm, sí… ¿ayudó?
_Subaru: Tu honestidad inocultable se mostró en esos signos de interrogación y es adorable.
Emilia fracasó en sus desesperados intentos de apoyar a Otto. Subaru la elogió para luego seguir centrándose en la búsqueda de Frederica.
De todos modos, el problema con los hermanos era la hermana. Garfiel ya se había aclarado. Ahora sólo faltaba darle a Frederica el ímpetu necesario para que ella también lo hiciera, y entonces—
_¿¿??: Oh cielos, si son Emily y Subaru. ¿Puedo preguntar qué están haciendo?
_Subaru: Ueg.
_Emilia: Ah.
Una voz les llamó desde atrás. La respiración de Subaru se detuvo torpemente, y Emilia mostró claramente su sorpresa al mirar hacia atrás.
Sus miradas se posaron en una chica que llevaba puesto un vestido, con su pelo azul marino arreglado en una trenza.
Ella tenía menos de diez años, y lucía más joven que incluso Petra o Beatrice. Era idéntica a Beatrice en lo de llevar un vestido extravagante, pero el suyo estaba decorado de forma más sencilla que el de la chica con coletas a ambos lados. Impropio de la edad que tenía, sus ojos eran severos y su rostro era digno.
Esta chica se llama Annerose Miload.
Ella es la sucesora de la familia Miload, la cual estaba hospedando al grupo de Subaru, y quien actualmente ejercía como el "señor de la casa" en ausencia del verdadero señor, encargada de recibir a Subaru y a los demás.
Aunque Clind y el resto de los excelentes miembros de esta casa se ocupaban de los arreglos y de otras cosas por el estilo, Annerose era quien daba las órdenes, y ella era apropiadamente audaz en su conducta.
El semblante condescendiente de un estadista—con forma de niño.
Ésta era la familia de hechiceros Miload, una rama de la casa principal de la familia Mathers a la que pertenece Roswaal. Annerose ya tenía todo el apoyo necesario para heredar esta casa.
Infantilidad adorable—era algo de lo que carecía, lo cual era, aparentemente, la razón de que Subaru tuviera problemas con ella.
Era como si, al enfrentarse a ella como otro ser humano de la misma especie, estuviera siendo eclipsado en refinamiento por esta chica diez años menor que él.
Pero, a pesar de todo eso, la reacción de Emilia era muy clara.
_Emilia: Augh, Anne. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no soy Emily? Soy Emilia.
_Annerose: Oh cielos, mis disculpas, Emily. Aunque es culpa tuya por haber dudado en tu discurso al presentarte por primera vez. Y encuentro que Emily es un nombre mucho más sencillo y adorable que Emilia.
_Emilia: ¿En serio? Quiero decir, tampoco es que me importe mucho, pero… Supongo que no hay nada que hacer.
Y con eso, Emilia permitió que Annerose usara ese apodo.
Emilia se había estado llevando muy bien con Annerose desde el momento en que se conocieron. Extrañamente, parecían ser uña y carne.
Los sentimientos de Annerose parecían similares a los de Emilia, y no demostraba la más mínima negatividad, ni siquiera alrededor de una semielfa. Puede que estuviera contrapesándolo con sus capacidades mentales, pero eso en sí mismo presentaba un problema a la hora de considerar la edad de Emilia.
_Annerose: Y entonces, ¿qué es lo que estás haciendo con Subaru, Emily? ¿Teniendo una cita?
_Subaru: Ah, ¿se parece a una? ¿Lo parece? Oh cielos, nos hemos acercado tanto que debe parecer una cita. Tienes permitido sonrojarte cuando la timidez te supere, Emilia-tan.
_Emilia: No, eso no es lo que estamos haciendo. Lo único que estamos haciendo juntos es un infame complot.
_Subaru: ¡Sabes exactamente cómo me siento y aun así lo desmientes de una, caray!
Annerose parecía bastante interesada mientras hacía su pregunta, y Emilia fácilmente sacudió la cabeza en respuesta. Parece que Annerose no esperaba nada en especial, pues miró con condescendencia a Subaru con un "ya veo", dejando salir un suspiro.
Sus ojos se estaban burlando de la ineficacia de Subaru, quien no podía verse a sí mismo como culpable. Él había estado coqueteando constantemente con Emilia, pero ella se había vuelto mejor ignorándolo.
_Annerose: Luego indagaré sobre sus infames complots; más ahora, ¿habrán visto a Clind por ahí? Lo necesito y está totalmente desaparecido.
_Emilia: Clind-san estaba vigilando a Petra y Beatrice hace un momento.
_Annerose: …La forma en que uno se expresa es realmente el quid de la cuestión, Emily.
Annerose frunció el ceño, dando la impresión de haber deducido todo de esa sola afirmación.
Ella conocía a Clind desde hacía muchísimo tiempo, así que debía entender muy bien su disposición. Después de todo, su tenaz alma loli solía estar totalmente centrada en su maestra, Annerose, por lo que no tenía la necesidad de preguntarse sobre sus puntos fuertes, su agudeza o sus puntos débiles.
_Emilia: Dijo que había comprado unos dulces para ellas, por lo que deberían comerlos. Me pregunto si compró algo para mí. La duda me ha estado molestando muuucho.
_Annerose: …dudo que Clind sea tan descortés, así que seguramente hay algunos para ti. De hecho, él ya me visitó y también me dio algunos con té.
_Emilia: Ah, ¿en serio? ¡Qué emoción!
Emilia unió sus manos con alegría mientras Annerose la observaba amablemente.
Estaban en posiciones completamente opuestas a lo esperado por sus estaturas y edades. Era una escena conmovedora, pero Subaru ladeó la cabeza.
Annerose se dio cuenta de esto, y entrecerró sus ojos azules.
_Annerose: Parece que tienen tiempo disponible, así que estoy segura de que no les importará. ¿Podrían acompañarme en una petición mía?
_Subaru: Espera un poco. Puede parecer que tenemos tiempo libre, pero en realidad no lo tenemos. Lo que realmente está sucediendo con este aparente tiempo libre es que estamos usando este período para corroborar un curso de acción definido para hacer algo productivo para disminuir los problemas futuros que—
_Emilia: ¿Cuál es tu petición? No me importa siempre y cuando sea algo en lo que pueda ayudar.
Mientras Subaru comenzaba a dar la lata con largas excusas, Emilia aceptó sin pensar. Annerose sonrió a Emilia, mirando a la pareja con unos ojos tan maduros que no parecían los de una niña de nueve años.
_Annerose: Hay un tipo al que me gustaría sorprender, y una sirvienta que conozco desde hace tiempo a la que me gustaría conciliar.