Nota del autor:
He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.
https://www.patr eon.com/finlegost
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Durante los 4 días intermedios que teníamos hasta el comienzo de las cuartos de finales, decidimos ir al laberinto muy poco.
Mayoritariamente vamos a utilizar el tiempo para ver los combates de los otros grupos, y entrenar de forma ligera entre nosotros.
Estos días han sido uno de los pocos en los que he visto a Deirdre en ropa casual, y lo mismo va para ella sobre mi supongo.
A fin de cuentas, no hacemos muchas otras cosas aparte de ir al laberinto en nuestra rutina diaria.
Pero no puedo decir que no es agradable el cambio...
Al menos de vez en cuando.
Hoy estamos en una de las tribunas del estadio, observando los combates del grupo que está asignado a esta arena de combates, mientras comemos palomitas de maíz y bebemos jugo de naranja.
Cuando estábamos entrando al estadio nos encontramos a Raila, por lo que se está sentando junto a nosotros en las tribunas.
No me cae muy bien la ex soldado, pero tampoco puedo decirle a la cara que prefiero no juntarme con ella. Porque, a fin de cuentas, sigue siendo la pareja de Julia.
Aparentemente Julia también quería venir, pero no puede porque alguien tiene que quedarse a cuidar de Mia.
Y, aunque podría traerla a ver el torneo, no quiere que su hija mire los combates siendo tan joven.
A mí me parece que es una decisión un tanto tonta, siendo que ella y Raila planean abrir una academia de esgrima. Pero supongo que ella sabe lo que hace.
"Ves chico. Observa esos movimientos. Ese sujeto si sabe pelear..." dice Raila señalándome a uno de los participantes que está luchando con una espada y tiene unos movimientos de esgrima muy limpios y pulidos.
Pero hasta ahí llega lo bueno del esgrimista, porque parece enfocarse mucho más en la elegancia de los movimientos que en hacer que estos conecten con su rival....
"Parece que no era tan bueno" digo en tono de burla, cuando el participante pierde el combate.
No sé si será por cómo me trato antes el primer día del torneo, pero encuentro las conversaciones con Raila un poco irritantes.
"Seguramente se dejó vencer porque tenía miedo de lastimar a su rival" dice Raila con expresión de sabionda.
"Ahh, claro" digo escuetamente, porque creo que es lo más estúpido que he escuchado nunca. Y, bajando la voz a un susurro, le digo a mi compañera "Deirdre, no tengas en cuenta ninguna de las tonterías que está diciendo Raila, por favor"
"oki doki" me responde, también susurrando, con expresión de diversión en el rostro.
"¡Así me gusta, chico! Acepta los consejos de la voz de la experiencia y llegaras lejos" dice Raila conforme con mi respuesta, e ignorando nuestros susurros.
"¿Cuantos años tiene, señora?" pregunta Deirdre con expresión inocente, haciendo énfasis en la última palabra.
Pero yo no me dejo engañar por su expresión, y una sonrisa aparece en mi rostro al darme cuenta de sus intenciones.
En efecto, Raila parece ofenderse terriblemente por la pregunta. Porque ignora la pregunta de Deirdre, y mira al frente con el ceño fruncido.
"Debe tener alrededor de veintitantos años, como Julia" le digo a Deirdre, sin dejar de sonreír.
"Si, sí, tengo 28" dice, cuando parece recomponerse un poco al escuchar el nombre de su pareja "Sin embargo, siguen siendo bastante más de los que tienen ustedes, mocosos. Así que para ustedes sigo siendo la voz de la experiencia. Y agradecería que no se refieran a mi como señora. ¡No soy tan vieja!"
"Okey. Entonces... ¿Mujer mayor le parece bien?" pregunta Deirdre, sin cambiar su expresión de pureza e inocencia.
Azur, el cual esta sobre mis hombros en su forma de pequeño draco, y que al principio parecía irritado con el barullo de las tribunas, ahora parece estar disfrutando de ver como Deirdre se burla de Raila.
Pero, como veo que a Raila le está dando un tic nervioso en el ojo derecho, me apresuro a decir.
"Creo que se refiere a que la llamemos señorita, o Raila ¿verdad?" digo conteniendo la risa y poniendo una mano sobre la de Deirdre para indicarle que pare con la broma.
"S-si, a eso me refería. Y ahora..." dice Raila y, tras respirar hondo y desviar la mirada de vuelta a la arena de combate, continúa "Dejemos de distraernos tanto conversando y enfoquémonos en observar los combates ¿ok? Julia quiere que le relate más tarde los encuentros, así que no puedo distraerme con ustedes."
"ok" respondemos Deirdre y yo al unisonó, mientras nos miramos sonriendo.
***
Hoy estamos con Julia en las tribunas y Raila se ha quedado a cuidar de Mia.
Al principio pensé que el estar con ella seria mucho mejor que estar con Raila, pero me equivocaba.
Julia obviamente sabe sobre la expedición al nuevo continente, y como el torneo es una estrategia para buscar voluntarios.
Pero no esperaba que tratara con tanto ahincó de convencerme para no ir.
Aparentemente da por hecho que voy a ganar un puesto en la expedición...
Pero hasta ahí llega su confianza en mí, porque parece creer que es muy probable que muera si voy.
"¿Como lleva Mia su vida ahora que puede salir de casa?" pregunto para intentar distraerla, y así interrumpir el constante zumbido de argumentos que me está lanzando constantemente para convencerme de no participar en la expedición, que me impide concentrarme en los combates del torneo.
Esta pregunta despierta la curiosidad de Azur, que había estado dormitando sobre mis hombros.
"Bien ¡pero no me cambies de tema!" dice y veo que hay una mezcla de angustia e irritación en su mirada "Yo solo quiero lo mejor para ti, Xel... Por favor, no vallas"
"No puedo prometértelo, Julia. Perdón. Pero si Deirdre y Lilian van, yo voy." digo, aunque me conmueve el ver como se preocupa por mi "Piensa que es gracias a Lilian que Mia puede hacer la vida normal de una chica de su edad. Y ella va a ir. Lo mínimo que puedo hacer es ayudarla con esto. Y lo mismo va para Deirdre. Ya te he hablado sobre su situación ¿Qué clase de amigo seria si la dejara ir sola?"
Azur, que había perdido rápidamente el interés en la conversación al ver que seguía con el mismo tema del inicio, me envía un sentimiento de firme apoyo cuando digo estas últimas oraciones.
No me extraña, con lo bien que le cae Deirdre al pequeño draco.
"¿De verdad no hay nada que pueda hacer para convencerte?" dice, alzando su voz por momentos.
"No" digo con firmeza, y veo como Julia aprieta los apoyabrazos de su butaca, que empiezan a crujir.
Durante todo este tiempo Deirdre ha estado callada.
Pero se por su expresión de ansiedad que ha estado prestando atención.
Supongo que piensa que no tiene derecho a dar su opinión... Ella es asi a veces.
A veces tengo que recordarle que ya no es una esclava.
"¿Tu qué opinas?" digo, mirando a la pequeña therian que está sentada a mi lado.
"Yo... C-creo que deberías hacerle caso a Julia" dice en voz baja, mirando el suelo "pero... También quiero que no me dejes sola. Perdón, sé que es egoísta de mi parte, pero me sentiré mucho más segura si me acompañas"
"No te disculpes. Tu no has hecho nada malo. Simplemente la situación es esta... y todos tenemos que hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos" digo y, mirando a Julia nuevamente, agrego "Vez. Tengo que ir"
"En eso te pareces a papa... Siempre corriendo a ayudar a la gente..." dice lentamente con una sonrisa triste, mientras sus ojos se humedecen "S-solo prométeme que volverás. No podría soportar el perderte a ti también."
"Lo prometo" digo con toda la firmeza y confianza que puedo imprimirle a mi voz.
"Y yo prometo recordárselo." dice Deirdre que ahora parece más animada. Y, acercándose con una sonrisa a Julia, la oigo murmurar en tono de censura "Ya sabes como es. La mayor parte del tiempo solo tiene el ir al laberinto en su cabeza."
No puedo creerlo... ¡Si ella es peor que yo con lo de ir al laberinto a luchar y entrenar!
"Si, lo sé. Es un adicto a los combates" dice Julia en el mismo tono, también en voz baja mientras me mira. Y, lentamente, una sonrisa empieza a aparecer en su rostro. Por primera vez desde que empezó esta conversación.
"¡Hey! Escuche eso. No tiene sentido que murmuren entre ustedes si estamos tan cerca" digo fingiendo indignación, pero no puedo evitar reír.
Al verme, Julia y Deirdre también comienzan a reír.