Acto 1: capitulo 7

Convencer a mis padres de tener que ir a nuestra casa fue fácil. Solamente les dije que deberíamos ver si algunas de nuestras cosas no han sido destruidas por la tormenta, y llevárnoslas a la comisaria, para no aburrirnos estos 3 meses. Así que en ese mismo día iba acompañado con mi familia hacia mi casa. Aelita no nos acompañó porque no quería despertar sospechas de que una desconocida quería ver mi casa (todavía no la presente a mis padres). Por lo que decidió seguirme a escondidas. Al llegar vimos que establa como la mitad destruida.—bien, ustedes quédense en el auto, su padre y yo iremos a buscar nuestras cosas, que quieren busque— dijo mi mama.—quiero que busquen mi celular, y su cargador, están en la cocina— dijo Billy.—yo quiero el cargador de mi celular, y también una consola de color gris que se encuentra en mi habitación— dije.—de acuerdo, ahora vamos, y quédense en el auto no lo olviden— dijo mi papa.Mis padres se bajaron del auto y se adentraron en la casa. Y mientras Bill, y yo nos quedamos esperándolos.—¿qué es un celular?— preguntó Aelita hablando en mi mente con su Telepatía.Me sobresalte un poco por el susto—dios..., en serio me tengo que acostumbrar en esto de hablar con la mente— dije hablando con la mente. —disculpa je je— dijo Aelita en un tono burlesco.—por cierto ¿en dónde estás?— pregunte.—estoy escondida arriba de un árbol, que está cerca de tu casa— dijo Aelita.—oye, volviendo a la primera pregunta que aún no respondiste, ¿Cómo es posible que hagas eso de la Telekinesis y la Telepatía?— pregunte.—para usar los poderes psíquicos, se requiere de usar la imaginación, y de usar tu energía psíquica— respondió Aelita.—ok...— dije (no entendí nada).—en otras palabras, si quieres mover un objeto con la Telekinesis, debes imaginar que estás moviendo ese objeto— dijo Aelita.—¿y qué es eso de la energía psíquica?— pregunte.—es entrecomillas tu alma, y es la fuente de todos los poderes psíquicos, ya que si quieres ejecutar la Telekinesis, por ejemplo; debes gastar la energía psíquica que tu posees, para así poder ejecutarlo— respondió Aelita.—de acuerdo..., bueno al menos pude entender casi todo— dije.De repente vi que mis padres estaban regresando al auto.Al subir, mi mamá le entrego a Bill el celular, que tenía la pantalla un poco rota, pero funcionaba, y su cargador. Y a mí me dio mi cargador de mi celular, y la vieja consola junto con el juego de Oldenbound. Mi papa encendió el auto y nos dirigíamos de regreso a la comisaria. Mientras viajábamos por las calles del pueblo de Oldentown. Escucho la voz de Aelita en mi mente, pero esta vez sonaba como si estuviera preocupada.—¡¡¡Edd cuidado, ellos están aquí!! — dijo Aelita preocupada.De pronto se escucha una explosión en el cielo. Y luego una pequeña onda de choque hiso mover al auto. Causando que casi perdiera el equilibrio mi papa al manejar. —¡¡¡que fue esa explosión!! — dijo mi mamá preocupada.Miro por la ventana del auto, y veo una gigantesca especie de ventana de vidrio roja con forma hexagonal, que está flotando en el cielo y cubre por completo desde arriba el auto.—¡¡¡pero qué es eso!! — dije mientras miraba con asombro la gigantesca ventana de vidrio.—Edd, resguárdate en el auto— dijo Aelita.—¿Aelita tu hiciste esa cosa en el cielo?— pregunte.—es un escudo psíquico, pero olvida eso, Edd asegúrate de que ellos no se lleven la cosa esa del videojuego— respondió Aelita.—por cierto ¿quiénes son los que nos ata…? — mi pregunta fue interrumpida cuando ocurrió otra explosión en el cielo.—no puedes verlos son invisibles, debido a que usan unos trajes de camuflaje, y a menos que uses los poderes psíquicos para rastrearlos— dijo Aelita.Después de que "ellos" lanzaran una tercera explosión, mi papa tomo una curva, y yendo en una calle recta, piso a fondo el acelerador (por suerte no había nadie en la calle, debido a que toda la gente del pueblo estaba en la comisaria).—¡¡¡agárrense bien fuerte!!!— dijo mi papa.Bill, mi mama, y yo nos sostuvimos firme en los agarres de seguridad que tienen en el techo de los autos. Y puede que tal vez lográramos alejarnos de "ellos". Pero también nos alejábamos del escudo psíquico. Que era la única cosa que nos protegía. —Aelita no estamos alejando del escudo— dije en un tono preocupado.—no te preocupes, menos mal que se alejaban ahora puedo acabar con ellos— dijo Aelita.Nos alejábamos más y más del escudo psíquico. Hasta que mi papa tuvo que bajar la velocidad del auto debido a que había una curva a la derecha. Mi papa tomo la curva, y de pronto… BOOM. Se escucho una fuerte explosión. Y la onda de choque fue tan fuerte, que hiso perder el equilibro mi papa al manejar, y choco el auto en una tiendo. Por suerte, nadie salió herido (y lo siento al dueño de esa tienda). —¿están todos bien?— pregunto mi papa.—estamos bien— mi mama, Bill, y yo respondimos.Mi familia y yo nos bajamos del auto. Y vimos a lo lejos los mismos copos de brillantes de aquella noche (no brillaban tanto en el día, se ve mas claro por la noche). Mis padres abrazaban a Bill e intentaban calmarlo, debido a que estaba llorando. Por esa experiencia aterradora. Y no lo culpo, yo también estaba aterrado. Pero no me afecto mucho el miedo debido a que sabía que tenía a una psíquica protegiéndonos.—Edd ¿están todos bien?— pregunto Aelita hablando con la Telepatía.—si, estamos bien, ¿pero quienes eran "ellos"?— pregunte hablando con la mente.—esos eran Mekanos del planeta Argo— dijo Aelita.—¿Mekanos?, pero que raro nombre— dije.—tenemos que vernos esta noche en la comisaria— dijo Aelita.—bien pero antes de ver el tema de la consola, quiero que me respondas a todo lo que está pasando— dije.—de acuerdo, te lo contare todo esta noche— dijo Aelita.