Era obvio que Nial estaba confundido por los recuerdos que se amontonaban en su mente. Algunos recuerdos se sentían como propios de la época en que aún podía ver. Recordaba poder ver algo vagamente. No había mucho que ver porque su vista pronto le fue arrebatada.
Nial entendió que los recuerdos eran de momentos antes de que perdiera sus ojos ante el último Abogado de los Pryards en su Universo.
Pero mientras algunos recuerdos le pertenecían, otros provenían de Damian. Los recuerdos del Dios Tardío de la Oscuridad mostraban claramente por qué la vasta mayoría del Universo había estado luchando contra él. Quería aniquilar a los abogados de los Pryards, quienes eran los traidores de su propia raza y del universo entero.
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