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Nuestros Secretos

A Sam lo acaba de dejar su novia hace unos meses. Llegada la fiesta de año nuevo va a casa de sus abuelos donde de sorpresa el tío Michael les presenta a su nueva pareja, Charlotte. ¿El problema? La hija de Charlotte es peligrosamente atractiva para Sam. Dejando de lado que podrían ser familia... ¿Eso está mal?

MickeyBubblegum · Histoire
Pas assez d’évaluations
29 Chs

Capítulo I - Paz y tranquilidad

El vibrar del móvil y el tono de alarma me hicieron despertar. Apague sin muchos ánimos la alarma, no era muy tarde. Tampoco muy temprano, ya daba más igual lo que pasara. Parpadeo más de una vez para poder percibir mi habitación y despertar completamente. Solté un largo y pesado bostezo. Y extendí mis brazos lo más que pude.

-Buenos días.- escuché desde la puerta.

-Buenos días.- respondí sin muchos ánimos.

-¿Cómo te sientes?- me preguntó, parecía preocupado. Desde mi ruptura, había estado más atento conmigo. Era extraño.

-No lo se, ya es igual. Siempre.- dije para después ir a la orilla de la cama, me levanté y caminé al baño, me seguía con la mirada. Cerré la puerta por privacidad.

-Mamá quiere saber si vendrás con nosotros, ya casi nos vamos.- escuché que me dijo del otro lado de la puerta.

-No, Teo. Ya sabes que no voy a casa de los abuelos cuando ustedes van. Lo que quiero es descansar de los gritos y peleas.- me quejé mientras bajaba la palanca, me lave las manos y abrí la puerta. Ahí estaba, mi hermano menor, apenas tenía quince años y ya era más alto que yo. Por poco, pero es más alto.

-Al menos baja a desayunar.- me pidió.

-Ahora voy. Necesito cambiarme- le dije, entré a la habitación y cerré la puerta. Tomé de mis cajones una camiseta gris y unos jeans negros, converse negros, tomé mi móvil, al encenderlo ví la notificación.

Mensaje de Thomas.

Lo abrí sin más. Comencé a leer.

"Es normal sentirte así, al menos tienes la idea de olvidarla y superarla, estoy orgulloso. Y claro, podemos hacer videollamada más tarde. Claro, si no tienes otras cosas que hacer." -Thomas.

Pensé un par de segundos después de terminar de leer. Más tarde no podría, tenía que trabajar, pero tal vez cuando salga. Aunque sería tarde, podríamos hablar. Aunque... Mañana sería mi descanso, necesito un par de minutos para pensar, tal vez el desayuno me ayude. No respondí el mensaje, bajé a desayunar, mamá estába sirviendo los platos, mi hermana Luna, ya se encontraba comiendo al igual que Teo, mi padre les servía el agua en su respectivo vaso, ví mi plato con el desayuno, me senté y empecé a desayunar.

-Te dejamos dinero en la taza, por si necesitas.- me dijo papá, señalando la taza al lado de la TV. Asenti mientras comía.

-¿No estás cansado de ésto, Sam?- me preguntó mamá, parecía molesta por que no los acompañaria. Trague el bocado que tenía en la boca.

-No, al contrario, ésto me ayuda a sentirme mejor. Ya hemos hablado de ésto, todos los días tú gritas y peleas con papá, o con Teo o con Luna, gritos y más gritos. Que ustedes se vayan el fin de semana con mis abuelos y me ayuda a descansar.- me quejé para después volver a comer.

-El próximo fin de semana tendrás que ir.- amenazó mi madre. Cerré los ojos, solté un gran suspiro. -Por favor, Sam. Es año nuevo, siempre vamos, juntos. Ésta vez no será la excepción y menos por un berrinche como éste.- reclamó molesta.

-Déjalo, éste fin de semana no irá. Pero sabe que el próximo si, no es opcional, ningún miembro de la familia pasará año nuevo solo.- dijo para después beber su agua.

-Ya estoy cansada de que te sientas miserable, todo por una mujer que no vale la pena.- se quejó mi madre, para después empezar a comer. Ya no me importaba lo que dijeran de mi, ni mi familia, ni nadie. O lo que dijeran de ella. Estába harto. Trataba de controlar mi respiración, poco a poco. Miré a Luna, la cual seguía comiendo, ella también me miró y sonreímos, a ella no le importaba como me sintiera, siempre me sonreía, me hacía sentir bien su optimismo. Supongo que es por que es una niña aún y no entiende muchas cosas. Pasaron unos minutos, todos habían terminado de desayunar, menos yo, tomaron sus cosas, se despidieron, Luna me dió un abrazo y salió de la casa, al igual que todos. Dejándome completamente solo. Terminé de desayunar, caminé nuevamente al baño y me miré en el espejo, mi cabello negro estába un poco desarreglado, mis ojos cafés oscuro y las ojeras bastante notables que tenía por no dormir muy bien. Pensando en muchas cosas, cosas no muy buenas. Talle mis ojos, para después abrir el grifo y con mis manos mojarme la cara. La sequé con una pequeña toalla.

Caminé por la casa, sola, no era muy grande, pero cuando estába solo, parecía un paraíso, era paz y tranquilidad. Podía ver cualquier película sin ser interrumpido, con las enormes bocinas que simulaban estar en un cine. Las conecte a mi móvil por medio de Bluetooth. Dí play a "I Gotta Feeling" De Black Eyed Peas. Subí el volúmen a todo lo que se podía y mientras bailaba, comencé a limpiar la mesa. Pensando en que podría responder a Thomas, tomaba los platos y los ponía en el fregadero, una vez limpia la mesa, quedaba lavar platos, lo cual hice rápidamente al ritmo de la música. Al terminar, tomé mi móvil y escribí el mensaje en el que había pensado.

"No creo que podamos hacerlo hoy, mañana es mi descanso, tendré todo el día y si quieres podemos hacer la videollamada, estaré solo y podremos hablar con tranquilidad y sin prisa. ¿Te parece?" -Sam.

Respondí para después ver la hora, era temprano, aún faltaban unas cuantas horas para que tuviera que ir al trabajo, decidí jugar en el móvil un rato. Más tarde, tuve que ir al baño a ducharme, al salir tomé mi uniforme, camisa polo roja, pantalón negro, zapatos de vestir y una gorra roja. Me vesti, tomé mi mochila gris, mis audífonos. "Chocolate" De Isabela Merced se reproducía mientras caminaba por la calle con dirección a la parada del transporte público. Tenía intenciones de coincidir con el transporte que mi amigo Noah tomaba, al subir me di cuenta que no sería el caso, ya nos había pasado un par de veces. Me senté, el camino era de más de media hora, así que me dispuse a revisar Facebook. Éstos últimos días he tratado de evitar entrar a su perfil. Había sido fuerte, llevaba cuatro días sin hacerlo, para mi mala suerte, una foto de ella apareció en la sección de noticias. La ví, tan bella como el día que se fué. Viendo la cantidad de reacciones y comentarios que tenía. Resistiendome a revisar de quien eran esas reacciones y comentarios, salí de Facebook y apague el móvil. Subiendo más la música con dirección al trabajo que, esperaba pudiera ayudarme a distraerme.