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My pretty angel

-Nos conocimos aquella vez en el parque, ¿recuerdas? ¿cómo es que terminamos así, Katsuki Bakugou? ｋｉｒｉｂａｋｕ

Les contaré. . .

Me enamoré perdidamente de un chico, sí, cómo lo oyes, de un chico, me enamoré de alguien que me destrozó lentamente y sin darme cuenta, pero yo seguía ahí, insistiendo algo que no se haría realidad, y que yo pensé que podría ser real. Eijiro Kirishima, así se llamo, pero quiero contarles acerca de cómo sucedió todo esto.

Caminaba tranquilamente por la ciudad de Tokyo, me gustaba ir a un parque cerca de mi casa, dónde la mayoría de las veces era calmado, alrededor de las 7 de la tarde yo iba ahí, a veces a pensar, a aveces a relajarme. Me gustaba ver el atardecer mientras escuchaba música, no tenía problemas en mi casa ni nada por el estilo, vivía una vida bastante tranquila, pero por mi habitación no podía apreciar bien al atardecer, aparte me gustaba ir para tomar aire. Me senté en el mismo banco de todos los días, bajo un árbol grande, me puse mis audífonos y me quedaba ahí una hora. Pero es día iba a ser un tanto distinto, ya que suelo poner la música un tanto alta, no me percato mucho de lo que ocurre a mi alrededor, no me fijé que había un grupo de chicos cerca de mí, no se me acercaron ni si quiera sé si dieron cuenta de mi presencia. 8 P.M, le bajo a la música y me levanto de la banca dispuesto a irme, cuándo ahí los veo, todos tenían aspecto de ser delincuentes, me asusté un poco, pero pensé "Kirishima, eres un hombre, no le puedes temer a esta gente".

Entre ellos vi a un chico rubio cenizas, era bastante atractivo, lo miré un buen rato y él se percató que lo estaban observando y se dio vuelta.

¿Sí idiota? ¿Tienes algún problema? -Me dijo con una voz grave y se escuchaba molesto.

No, no tengo ningún problema. -Le respondí algo tímido.

¿O acaso te gusto? -Sonrío de manera burlona y sus amigos se rieron.

Rápidamente me fui de aquel parque, me sentía avergonzado, me quedé mirando tan fijamente su cabello, era muy lindo y alocado. Al llegar a casa me acosté en mi cama mientras observaba el cielo raso y pensaba en aquel muchacho. Me quedé dormido.

Al día siguiente, me quedé dormido, no sentí la alarma y escuché a mi madre gritándome para que fuera a la escuela. Me levanté rápidamente y me coloqué el uniforme, hoy empezaba a ir a la U.A., estaba muy emocionado, quería convertirme un héroe al igual que Crimson Riot. Bajé rápidamente las escaleras y fui en marcha a la escuela.

No puede ser, no quiero llegar tarde el primer día de clases. -Dije agitado mientras corría.

Kirishima, hola. -Me di la vuelta y era Ashido Mina, ambos fuimos a la misma secundaria, pero no en la misma clase.

Oh, hola Mina. -La saludé con una sonrisa.

¿Por qué estás tan agitado? -Me preguntó confundida.

Me quedé dormido y vine corriendo lo más rápido posible. -Dije avergonzado.

Bueno, espera, ¿qué le hiciste a tu cabello? -Miró sorprendida que ya no tenía el cabello negro.

Me lo teñí, el negro era muy aburrido. -Le dije sonriendo.

Ambos entramos a la escuela, y al llegar al salón, noté a un chico de cabello puntiagudo y rubio, lo miré un rato mientras él estaba distraído mirando a la ventana, se me hacía bastante familiar aquel chico, hasta que recordé el día anterior, pues claro, era el chico del parque, ¿qué hacía él aquí? Pues que más iba a hacer, claro, se quiere convertir en héroe. Sonreí y fui a tomar mi asiento, lo miré disimuladamente varias veces.

A la hora del almuerzo, me acerqué a él, con intenciones de quizá socializar con él, pero se veía tan enfadado, pero soy un hombre y debo ser valiente en toda situación, así que me le acerqué.

Hola, soy Kirishima. -Sonreí mientras tenía mi mano detrás de mi nuca.

Y a mi qué. -Respondió sin mirarme y enfadado.

Dale viejo, no seas así, intento socializar, no seas tan amargado. -Me senté en el asiento de al lado.

No me importa hacer amigos, no tengo intenciones de hacerlos. -Seguía sin mirarme.

Pues bien, lo siento. -Me levanté y me alejé de él.

Las clases fueron bastantes normales, al terminar el día, vi cómo aquél chico tomaba sus cosas y sin se marcha sin más. Igual tomé mis cosas y me puse en marcha hacía mi hogar. Ya cuándo daban las 7 PM, me puse en marcha y fui hacia el parque, y ahí estaba el chico rubio, sentado en mi banca, sólo lo observé en silencio.

À suivre

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