Con la guerra declarada, todos los planetas en los que vivía la raza humana estaban en alerta máxima, especialmente aquellos en el área de Graylash. Los Dalki habían estado haciendo movimientos muy extraños según lo que habían podido monitorear.
Poco a poco, probarían las aguas, con pequeñas escaramuzas entre ciertas naves espaciales, así como en los planetas del portal naranja ocurriendo. Había una razón por la que la raza humana no estaba tan dispuesta a rendirse con los planetas de bestias y seguían cazando bestias a diario.
Por un lado, actuaban como el combustible para los poderosos Mechas que serían utilizados por aquellos que no eran fuertes usuarios de habilidades, dándoles una oportunidad de luchar contra los Dalki. La segunda razón, que era cierta para ambos lados, era que se utilizarían para alimentar las armas de sus naves espaciales.
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