Corriendo tan rápido como pudo, Vorden intentaba desesperadamente alcanzar a Quinn, quien estaba corriendo delante. Sin embargo, no importa cuán rápido fuera, no podía seguir el ritmo, incluso perdió de vista a Quinn y ya no pudo verlo en las cercanías. No obstante, no se rindió, porque sabía que Quinn lo necesitaría una vez que encontraran a Peter.
*Beep*
Cuando estaba a poca distancia del parque, donde supuso que Quinn se dirigía, su reloj se iluminó y se escuchó el sonido de una notificación. Cuando miró el reloj, la hora indicaba que eran las 9:45. Esto significaba que solo tenían quince minutos antes de la hora del toque de queda. En la mayoría de los casos, no sería tan malo, ya que simplemente los llevarían adentro y les aplicarían un castigo leve.
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