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Capítulo 2 El Conejo Es Delicioso

Éditeur: Nyoi-Bo Studio

El bosque, antes alborotado, se había vuelto tan silencioso que ni siquiera se podía escuchar el sonido de los insectos.

La mujer de ropas grises se sentó de piernas cruzadas sobre el enorme cadáver de un tigre,algo aturdida, mostrando la misma mirada frágil. Después de un momento de silencio, suspiró y murmuró para sí, —Ah … Que cansador. ¡Es hora de volver a casa!

Habiendo dicho eso, bajó con cuidado delcadáver del tigre y frotó su plano estómago. Tenía algo de hambre. Contempló los cadáveres de demonios de todas las formas y tamañosa su alrededor. Ya que estaba acá, ¿Podría aprovechar de conseguir algo para la cena?

Después de pensarlo, dio la vuelta y se acercó a la Reina Conejo, blanca como la nieve, que estaba a su derecha. Pero como estuvo a punto de agarrar su cola para llevarla a rastras, la Coneja, supuestamente muerta, de repente volvió a la vida.

(⊙ o ⊙)

Aunque se levantó de un salto, no huyó; en lugar de ello comenzó a postrarse ante la mujer una y otra vez, produciendo una serie golpes secos contra el piso.

—¡Gloriosa Inmortal, por favor perdóneme! ¡Estaba equivocado, había estado hospedando ángeles sin darme cuenta de haberla ofendido! —cubierta en mocos y lágrimas, la enorme cabeza de la Reina Conejo golpeaba la tierra enérgicamente, una y otra vez. Su cuerpo temblaba tanto que se podían ver ondas fluirbajo su pelaje.

—¿Fingías estar muerta? —la mujer parpadeó antes de agacharse ante el animal.

La Reina Conejo tembló aún más. —¡Gloriosa Inmortal, por favor tengamisericordia! Soy solo una merareina conejo. No soy como ellos. ¡Solo como hierba y nunca he devorado humanos! Tengo conejos ancianos y jóvenes a quienes cuidar. Hasta estoy preñada de una camada. ¡No puedo morir ahora! ¡Por favor, apiádese de mí!

Ella era simplemente espeluznante. La Reina Conejo nunca había visto a nadie con un nivel de cultivación tan alto. A pesar de tener un aspecto más débil que el de un mortal, era capaz de vencer a más de diez mil demonios en un parpadeo. Además, nueve de ellos eran Reyes Demonios de décima etapa. A pesar de la total carencia de metodología en sus movimientos, había aniquilado a más de diez grandes demonios con un simple manotazo. Los demonios estaban todos muertos antes de que siquieradescubrieran algo sobre su fuerza.

… Aterrador …Demasiado aterrador

No era sorpresa que ni un solo demonio que había salidodel Reino Demoníaco en los últimos tres meses haya podido volver, un ser tan poderoso podría destruir a cada demonio existente en un par de horas.

—¿Estás esperando conejitos? —la mujer preguntó de improviso.

—S-Sí—la Reina Conejo asintiómientras trataba inconscientemente de esconder su barriga.

—Ah —. la mujer se vio algo aturdida por un momento antes de asentir con la cabeza en respuesta. —¡Felicitaciones!

—¡¿Ah?! — la Reina Conejo se desconcertó y por instinto contestó—¿G-gracias? —¿Qué significaba esto? ¿Tenía sus ojos puestos en sus crías?

—¿De verdad nunca has comido un humano antes?

—¡Sí, sí! —la Reina Conejoasintió moviendo su cabeza frenéticamente. —Cultivo el Camino del Herbívoro. Mire mi piel, no hay ni el más mínimo rastro de sangre o daño en ella.

— Ya veo. ¡Entonces te puedes ir! —la mujer agitó sus manos de manera despreocupaday le indicó, —Recuerda comer más hierba cuando regreses y sigue dando a luz más conejos que coman hierba.

—¡Ah! ¿Ah? —la Reina Conejoestaba completamente confundida, con sus ojos bien abiertos, sin poder creer lo que pasaba. —¿Acaso piensa … dejarme ir?

—Sí—la mujer asintió. Después de unos instantes, añadió vagamente, —Así la cena engorda.

La Reina Conejono creía posible que fuera perdonada tan fácilmente. Echó un vistazo a los cadáveres de demonios repartidos en el suelo. —¿U-usted de verdad no quiere matarme?

—No es que tenga algún interés en matar animales pequeños. ¿Por qué te mentiría? —la Reina Conejo no comíahumanos después de todo.

—Pe-pero… los conejos fuimos los que sufrieron más pérdidas cuando salimos del Reino Demoníaco …—la Reina Conejodejó de hablar a la mitadpara cubrir su boca inmediatamente. Más de cien demonios habían muerto en los últimos tres meses, de los cuales un tercio eran demonios conejo.

—Bien …—la mujer no mostró ni un solo rastro de enojo. En cambio, parecíaque pensaba seriamente en el asunto antes de contestar, —Esoparece que es cierto.

—¿Y?

—Bueno, ¡Eso pasa porque la carne de conejo es deliciosa!

—¡¿Qué?! ¿Qué tipo de maldita razón era esa?

(╯°Д°)╯(┻━┻

Sin embargo, la mujer mantenía su languidezmientras balbuceaba con todaseriedad, —Mira, la carne de ciervo es… demasiado dura; la carne del zorro tiene muy mal olor; los tigres son animales protegidos, por lo que en realidad no me atrevo a comerlos. En cuanto a la carne de serpiente, tiene demasiados huesos…—comenzó a contar con sus dedos, un animal a la vez, antes de llegar a la conclusión —Por eso, ustedes los conejos todavía son los mejores.¡Sí… deliciosos!

La Reina Conejo sintió algo de amargura. Entonces la razón por la qué los conejos habían sufrido bajas tan grandes¡Era debido a la calidad de su carne! ¡No quería ser deliciosa en lo absoluto!

—¡Espere un momento!

Una respuesta casi absurda surgió en la mente de la Reina Conejo. —Esto quiere decir, Gloriosa Inmortal, que la razón por la que mató a aquellos demonios era para…

—¡Comer, por supuesto! —la mujer contestó con toda normalidad. —Yo también necesito vivir.

—…—¿entonces, la razón por la qué no quedaban restos de aquellos demonios era porque se habían convertido en comida? ¿No era el ayuno unrequisito fundamental para los cultivadores humanos? ¡Ese montón de mentirosos de las Tres Escuelas y Tres Sectas!

(╯°Д°)╯(┻━┻

—Ah, esta vez es distinto —la mujer de repente recordó algo al señalarloscadáveres de demonio y aclaró—Vivo en una cabañahecha de pajaaquí cerca. Todo tu grupo seguía haciendo un alboroto a pesar de que eramuy tarde; por lo que me despertaron. Y ya sabes…¿Quién no despierta malhumorado? He ahípor lo que fui a echar un vistazo.

—…—¿la razón por laque tantos demonios murieron fue porque hacían demasiado ruido?

La Reina Conejoquedó atónitacon la dura realidad. Se dio cuenta de que la mujer estaba a punto de dar la vuelta e irse después de haberle explicado. Quizás era debido a su tono casual, que contrastaba completamente con el inmenso poder que poseía,que la Reina Conejorápidamente juntó el coraje para llevar a cabo unatrevido plan.

—¡Gloriosa Inmortal, por favor espere un momento!

La mujer se detuvo sobre sus pasos y volteó para decir—¿Hay algo más?

—¡Gloriosa Inmortal! —la Reina Conejotrató de reprimir su miedo lo mejor que pudo. —Yo podría proporcionarle un poco de ayuda si le hace falta algún ingrediente para sus comidas. Nosotros los demonios conejo somos numerosos y nos dispersamos a través de un extenso territorio. Podemos conseguir toda clase de comida para usted. Por qué no …—miró a la mujer para medir su respuesta antes de tragar saliva y enfrentar la situación para continuar—¿Qué opinadeque yo le entregue ingredientes para sus comidas cada día, sin falta?

—¿Ah, puedes hacer eso? —los ojos de la mujer se encendieron por un momento antes de apagarseal siguiente. —Pero no tengo dinero para un repartidor de comida.

¿Qué demonios es un repartidor de comida?

—Gloriosa Inmortal, es la manera demostrar mi respeto hacia usted. ¡No es necesario pagarme!

—Pero … sería demasiado vergonzoso —la cara de La mujer se sonrojaba de repente mientras rascaba su cabeza de forma algo torpe. —¿No sería muy incómodo para ti?

—¡No, no, no, en lo absoluto! —abrumada por el halago, la Reina Conejosacudía su cabeza rápidamente.

—Ah, gracias entonces.

—Es lo más correcto que se puede hacer —dijo la Reina Conejo con una sonrisa aduladora. Solo entonces sacó la valentía de su interior para mencionar sus motivos.—¿Entonces… la próxima vez que nosotros los conejos salgandel Reino Demoníaco, es posible que usted… los deje vivir?

—¡Claro! —la mujer afirmó sin vacilar. —Está bien mientras no coman gente.

—Gloriosa Inmortal, puede estar tranquila. Son todos herbívoros. —la Reina Conejoseguía sin poder creerlo. Nunca había esperado que la mujer aceptara tan bien su oferta. Además … era bastante cortés. —Entonces así será. Llevaré comida a su residencia desde mañana.

—Será una molestia, entonces.

—No es ningunamolestia en absoluto.

—Si no hay nada más que hablar, me iré a casa a dormir.

—¡Tenga cuidado, Gloriosa Inmortal!

—¡Adiós!

—¡Gloriosa Inmortal!

—¿Ah?

—Quisiera saber ¿Cómo puedo dirigirme a usted?

—Ah, mi nombre es Shen Ying.

—Gloriosa Inmortal Shen, cuídese…