—Champiñón es el primer demonio que comienza a practicar la cultivación, cuando llegue al décimo nivel, ¡deja que salga de la montaña para difundir el Dao como los otros discípulos!
Gordito vaciló por un momento, pareciendo ligeramente indeciso, pero aún así asintió con la cabeza al final: —¡Sí, Maestro! —al decir esto, todo su ser se desinfló un poco y se volvió lánguido.
—Bien —Lonemoon asintió y dio la vuelta, con la intención de volver al reino divino cuando dos miradas de desprecio se posaron sobre él.
—¿Por qué me miran así? —preguntó Lonemoon mirando a cierta pareja de maestra y discípulo.
Ambos guardaron silencio por un momento y luego se volvieron hacia Gordito al mismo tiempo, dándole la espalda para que él mismo lo comprendiera.
—Gordito, Champiñón aún no se ha recuperado de su lesión, deberías seguirlo si baja de la montaña.
—El Maestro tiene razón, vuelvan juntos cuando acaben de esparcir el Dao.
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