Au Lisha se sentía aún más culpable y peor después de escuchar a los doctores, ya se estaba culpando a sí misma por no cuidar de su hija cuando enfermó ayer. Estaba tan feliz de que su esposo hubiera regresado que solo pensaba en cómo hacerlo feliz mientras estuviera con ella que olvidó que su hija aún era joven y podía enfermarse fácilmente.
Justo una noche de descuido y su hija enfermó así.
Los doctores han estado entrando y saliendo de la habitación durante las últimas tres horas y aún así no podían decir nada sobre la condición de su hija, Au Mei tenía cinco años pero Au Lisha no, podía sentir que incluso después de una larga discusión los doctores no podían llegar a una conclusión y tampoco podían identificar la causa de la enfermedad de su hija.
Después de darse cuenta de esto, ¿cómo no iba a preocuparse Au Lisha? Entró en pánico e intentó pensar en todas las maneras posibles con las que podría ayudar a su hija a mejorar.
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