El rostro entero del Asistente Xu se puso pálido y su cuerpo se endureció y no pudo evitar entrar en pánico —¿Huesos hu... humanos? ¿Segunda dama, está diciendo que esta campanilla de viento está hecha de hue... huesos humanos? ¡Puaj! Qué asco el pensar que eso lo limpió con sus manos e incluso lo acarició porque se veía tan suave y brillante— pensó que era algún producto nuevo que su hermana había conseguido del país B pero quién hubiera pensado que estaba hecho de huesos humanos. ¡Ooh, mamá! ¡Necesitaba lavarse las manos! Realmente, realmente quería lavarse las manos y tal vez desinfectar toda su casa de paso.
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