Fu Yu Sheng lanzó una mirada a Song Yan y sus labios se afinaron, aunque no era exactamente perspicaz, notó que el ánimo de su esposa, que originalmente era algo alegre, se volvió complicado. Sabía que ella y Song Lan no se llevaban bien, pero estaba bastante seguro de que no solo estaba enojada; de hecho, parecía un poco confundida, como si estuviera lidiando con algún conflicto interno. Él le apretó la mano haciendo que ella lo mirara sorprendida, —¿Qué pasa? ¿Estás pensando de nuevo en esas cosas sobrenaturales?
—¿Cosas sobrenaturales, eh? —Song Yan levantó una ceja mientras sus labios se curvaban en una sonrisa burlona—. Pensé que tú no creías en cosas espirituales, señor ciencia y tecnología.
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