Tang Zhinian entró al invernadero para encontrar a su hermano y sobrina ocupadamente atendiendo las verduras. Era un día cálido, y habían elegido trabajar en el invernadero en lugar de la pequeña casa.
Aunque Tang Yuxin era bastante pequeña, sus rápidas manos igualaban la velocidad de un adulto para clasificar las verduras.
Él rápidamente consiguió un taburete, se sentó, y se unió a ellos en la clasificación de las verduras.
Al día siguiente, cosecharon casi doscientos noventa jin de cultivos. El vendedor de verduras les dio trescientos yuanes por adelantado, con cien yuanes como depósito para la carga del día siguiente.
Una vez que Tang Zhijun había depositado el dinero, se apresuró a preparar la cosecha del día siguiente. Mientras estaba ocupado trabajando en el invernadero, una visita inesperada sobresaltó a Tang Zhinian.
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