<p>Todos me aman pero, ¿Por qué?, yo no puedo amar a alguien voy en segundo de secundaria se supone que es la edad perfecta para empezar a enamorarme entonces, ¿por qué?. Dejé salir un leve suspiró mientras miraba la pizarra, el maestro seguía explicando la clase, el tiempo pasaba pero sentía que no avanzaba nada. Así que decidí ya no darle importancia a ese pensamiento. <br/><br/>Terminaron las clases. <br/><br/>Mientras caminaba hacia la salida vi a un chico alto con una sonrisa muy amable mirando hacía donde yo me encontraba, estaba parado en la entrada de la escuela. <br/><br/>A lo mejor espera a alguien pensé. <br/><br/>Pase por enfrente de ese chico y de curiosidad me volví a verlo sus ojos verdes oscuros me encontraron, me volví a mirar rápido hacia al frente de nuevo, mi corazón latía muy fuerte y sentía mi rostro muy caliente. <br/><br/>ーAyane-sama. <br/><br/>Una voz nombró mi nombre venía de un hombre canoso de mediana edad con un carro color negro y vidrios polarizados, dejé de caminar y pensé es mi mayordomo Taro. <br/><br/>Me acerqué a él. <br/><br/>ーTaro, ¿Qué no te dije que no vinieras por mi?. <br/><br/>―Perdón Ayane-sama, pero el señor me lo pidió ya que tiene que estar en la cena de hoy sin falta. <br/><br/>Mientras decía eso me subí al auto. Cerró la puerta dónde me subí en la parte trasera y se subió él al frente para manejar.<br/><br/>ーLe dije que volvería temprano, de todas maneras no tengo a donde más ir.... <br/><br/>Miré hacía la ventana para ver si veía al chico de la entrada pero ya no estaba. <br/><br/>ーDiscúlpeme, Ayane-sama. <br/><br/>Taro encendió el auto mientras respondió eso. <br/><br/>ーEsta bien, Taro. Yo había hablado sobre esto con mi padre pero al parecer no me escuchó. <br/><br/>ーAyane-sama... Algún día lo comprenderá. <br/><br/>Pasó el tiempo y llegamos. <br/><br/>Me bajé del carro y Taro me abrió la puerta para que pudiera bajarme. <br/><br/>Entre a casa, seis sirvientas me recibieron. <br/><br/>ーBienvenida, Ayane-sama. <br/><br/>Las seis sirvientas me dieron la bienvenida, yo sólo seguí caminando. <br/><br/>La mansión era espaciosa digna de una familia con mucho dinero. <br/><br/>Un hombre de traje oscuro, su cabello negro cepillado hacía atrás con barba bien cortada, me miraba con sus ojos azules claros tenía una mirada de disgustó mientras más me acercaba a él pero su postura imponente era inquebrantable.<br/><br/>Él estaba bajando de las escaleras, la mansión era de dos pisos, él venia del segundo. <br/><br/>Cuando me acerqué finalmente a ese hombre dejé salir una pequeña risa, mostrando amabilidad hacia él. <br/><br/>ーPadre, llegué a casa. <br/><br/>Mi padre me seguía mirando con su mirada de disgustó pero contestó con elegancia. <br/><br/>ーBienvenida, Ayane. <br/><br/>Con un tono grave y pesado dijo eso no sabía la razón de su enojó llegué temprano como el dijo y además el no respetó lo que le había dicho, hizo las cosas que quiso sin preguntarme. <br/><br/>ー¿Qué pasa padre?, ¿hay algo que me quieras decir?. <br/><br/>ー¿Por qué hablaste con tu madre sobre lo que hablamos?. <br/><br/>ー¿Por qué?, dices. Es obvio por qué ella merece saberlo es mi madre. <br/><br/>ー¡Te dije claramente que ella no tenía por qué saberlo! Sólo le dices cosas innecesarias, sólo te gusta vernos pelear, ¿¡No es así!?. <br/><br/>ーSe bien que no te importa que opina mi madre ¡Pero es mi madre! ¡Ella tiene tanto derecho sobre mí como tú!. <br/><br/>Puso una expresión de ira en su rostro y levantó su puño contra mi antes de tocar mi rostro con su puño lo detuvo, no baje la mirada y seguía mirándolo, los empleados hay seguían todos con una expresión de miedo hacía mi padre, Taro sólo estaba parado con una expresión sería en su rostro. <br/><br/>Mis ojos seguían mirándolo con una mirada firme, no mostraba miedo, decidió bajar su puño y se hecho a reír mientras se agarraba él cabello de la risa. <br/><br/>ーJa, ja, ja, esa mirada, ojalá la pusiera tu madre pero lastimosamente ella no tiene mi mirada. <br/><br/>Dejó de reír y puso su expresión de enojó pero complacido. Fruncí el ceño y me mordí el labio para aguantar el desagrado que sentía hacía él. Dejé salir unas palabras. <br/><br/>ーVoy a subir a mi habitación los invitados van a llegar no vas a querer que nos vean discutiendo, ¿Verdad?. <br/><br/>ーClaro, puedes irte, Mi querida Ayane. Antes de que te vayas quiero que sepas que te quiero más que a mi propia vida por eso quiero que obedezcas es por tu bien. <br/><br/>Dejó salir una sonrisa y mientras tenía la misma mirada de siempre de desagrado. <br/><br/>ーLo sé, padre. <br/><br/>Subí a mi habitación me quite la ropa una por una y me fui a duchar, el agua recorría toda mi piel, recordé al chico de hoy mientras me duchaba, una sonrisa salió de mi rostro pero la imagen de mi padre sonriendo entró a mi cabeza y sentí un fuerte escalofrío por todo mi cuerpo, el agua se sentía fría, así que terminé lo más rápido que pude y salí de la bañera. <br/><br/>Me acosté sobre la cama sólo traía mi bata cubriendo apenas partes de mi cuerpo. <br/><br/>No quiero bajar, otra vez tengo que ir a fingir la familia felíz que somos. <br/><br/>Alguien tocó la puerta.<br/><br/>Inmediatamente me paré de la cama y me acomode bien la bata. <br/><br/>Una voz se escuchó a través de la puerta. <br/><br/>―¿Ayane-sama?. <br/><br/>Es mi sirvienta personal Midori. <br/><br/>ー¿Qué pasa Midori?. <br/><br/>ーLos invitados ya están llegando, Su padre me mandó a decirle eso. Dijo que ya sabría lo que significa. <br/><br/>ー¿Y mi madre ella ya bajó?. <br/><br/>ーSu padre me dijo que no era necesario que le hablará a su madre que de todas maneras ella no podría bajar. <br/><br/>ー¿También dijo que ya sabía que significaba?. <br/><br/>ーSi, Ayane-sama. <br/><br/>Me mordí el labio de nuevo. <br/><br/>ーPuedes irte, Midori. <br/><br/>―Esta bien. <br/><br/>Oía sus pasos alejándose. <br/><br/>Sólo me apresure a cambiarme y ponerme la ropa adecuada para está ocasión un vestido de gala azul cortó y me cepillé el cabello, decidí dejármelo suelto. <br/><br/>Salí de mi habitación, caminaba por el pasillo hasta llegar a las escaleras, miré hacía al frente de la otra escalera y la luz de la habitación de mis padres estaba encendida. <br/><br/>Otra vez hiciste lo mismo padre. Lo pensé mientras puse una expresión de enojo en mi rostro. <br/><br/>Baje por las escaleras había mucha gente la mayoría son amigos de mi padre, pocos son de mi madre por eso ella no era tan necesaria hoy. <br/><br/>Estaba enojada pero eso no me impidió bajar las escaleras con una sonrisa en mi rostro. <br/><br/>Se escuchaban susurros. <br/><br/>(Susurro)ーQue hermosa es Ayane-sama<br/><br/>(Susurro)ーDesprende una aura tan pura.<br/><br/>(Susurro)ーHoy si me animare a sacarla a bailar. <br/><br/>La mayoría venía de hombres de mi edad y otros adultos. <br/><br/>La mayoría de la gente preguntaba por mi madre y la razón por la que no estaba en la fiesta eso le correspondía a mi padre responder, sólo evite ese tipo de preguntas con una sonrisa cálida en mi rostro. <br/><br/>La fiesta avanzaba normalmente yo conversaba con las chicas de mi edad pero de repente un chico se acercó. <br/><br/>―Ayane-sama, ¿Le gustaría bailar conmigo esta pieza?. <br/><br/>Era un chico apuesto con un rostro bastante serio, sus ojos cafés complementaban él traje elegante que tenía, junto con su cabello negro hacían la combinación perfecta. <br/><br/>Pero tenía que rechazarlo, tomó valor para invitarme pero lamentablemente no me apetece bailar hoy. <br/><br/>ーLo siento, Shinomiya-sama, hoy no es un buen día para que habrá la pista de baile. <br/><br/>ーNo, es mi culpa Ayane-sama, por ser tan atrevido y haberla invitado sin siquiera considerarla. <br/><br/>ーDescuida Shinomiya-sama, si me disculpan hablaré con mi padre vuelvo enseguida. <br/><br/>Todos respondieron que no me preocupara al oír esas palabras rápidamente me fui de allí, esas personas no eran el problema de que a mi me desagradaran estás fiestas era la persona que iba a buscar en estos momentos. <br/><br/>A lo lejos estaba mi padre rodeado de gente como siempre él es un hombre muy importante es dueño de una empresa de publicidad una de las mejores, él hizo su empresa desde muy joven y triunfo por eso muchas revistas lo entrevistan, personas lo admiran y también lo odian. <br/><br/>La empresa me pertenecerá a mi, pero la manejará el hombre con el que me vaya a casar y después pasará a mi hijo varón es como siempre me ha dicho mi padre que será en ningún momento dijo que yo me haría cargó de ella. <br/><br/>Me dirigía hasta donde está mi padre. Me acerqué lo suficiente para que mi padre pudiera verme al verme sabría que quiero hablar con él. <br/><br/>Él se alejó de las demás personas y vino hacía mí. <br/><br/>ー¿Qué pasa, mi Querida Ayane?. <br/><br/>Dijo eso y al finalizar dejó salir una sonrisa amable pero su mirada seguía siendo la misma. <br/><br/>ーVoy a subir, te avisó para que no mandes a Midori por mí. <br/><br/>ー¿A que vas a subir mi Querida Ayane?, aún no termina la fiesta sabes. <br/><br/>Seguía con su rostro falso para aparentar. <br/><br/>ーQuiero ver a mi madre, ¿hay algún problema con eso?. <br/><br/>Pude ver como cambió su expresión del rostro al decir yo eso. <br/><br/>Su expresión fue de desagrado que dejó salir un pequeño chasquido de su boca. <br/><br/>Se tragó todo su desagrado y cambió rápidamente su expresión para que nadie pudiera ver la expresión que puso en ese momento y puso su falsa sonrisa. <br/><br/>Pero la única cosa que no podía ocultar era su mirada de desagrado. <br/><br/>ーNo hay problema puedes subir, mi Querida Ayane. <br/><br/>Soltó una sonrisa y se dirigió de nuevo hacía al gran número de personas que lo rodeaban. <br/><br/>Yo subí arriba quería ver como se encontraba mi madre por qué la conversación de esta tarde me dejó intranquila. <br/><br/>Me dirigí hasta su habitación, la luz aún estaba encendida desde que empezó la fiesta. Me apresure a llegar, abrí la puerta. <br/><br/>Mi madre estaba sentada frente al tocador mientras se veía al espejo, se encontraba con su bata de dormir, su cabello largo, ondulado, color café oscuro estaba arreglado como si ella hubiera intentado bajar a la fiesta, ella miró hacia mi dirección a verme con sus ojos color oro con una expresión amable y siempre tenía una sonrisa en su rostro, su cara tenía un gran moretón en su ojo izquierdo y se le expandía hasta la mejilla que ni con maquillaje se lo pudo ocultar ya que había un montón de maquillaje en su tocador como si hubiera tratado de ocultarlo. <br/><br/>No me sorprendió ya que no es la primera vez que la golpea, hoy fue menos fuerte que otros días pero eso no evita que sienta un gran enojo al verla intentar cubrir ese moretón para verse bien para él. <br/><br/>Él la golpea cada vez que mi madre se entromete en sus asuntos. Y todo esto sucede por mí. <br/><br/>ーMamá, lo siento de nuevo. <br/><br/>Mis ojos se tornaron rojizos al decir eso. Después las lágrimas no pararon de salir. <br/><br/>Una disculpa no basta para compensar todo lo que ella sufre por mí. <br/><br/>Ella me sonrió y fui hacía ella. <br/><br/>Me arrodille delante de ella y me apoyé en su regazo mientras lloraba. <br/><br/>Ella nunca deja de sonreír para mí. <br/><br/><br/><br/><br/><br/>CONTINUARÁ.... <br/><br/><br/><br/><br/><br/><br/></p>
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(; ̄Д ̄)
Sama: Él honorífico "sama" es lo mismo que "san" no más que este se usa de una forma más respetuosa que el san, se usa en tanto en hombres como en mujeres que merecen más respeto que otros.