—¿Lana está viendo a alguien? Últimamente se ha maquillado un poco más —preguntó al final Madre Qian a su hija mayor con curiosidad.
—No estoy segura —la hermana mayor de Lana negó con la cabeza.
—Necesitas mostrar más amor y preocupación por tu hermana menor. Piensa en nuestro estatus, ¿qué haremos si termina casándose con un chico pobre? —le dijo Madre Qian a su hija mayor.
—No te preocupes mamá, vigilaré a Lana.
—Hailey, no estoy pidiendo mucho, solo quiero que Lana encuentre a un buen hombre. Así, incluso si tu padre y yo nos fuéramos de este mundo de inmediato, podríamos descansar en paz —resaltó.
—Mamá, no te preocupes, Lana definitivamente encontrará su felicidad —sonrió y consoló Hailey Qian a su madre.
—Síguela en secreto algunas veces. Si el chico no cumple con los estándares, deténlos inmediatamente antes de que sus sentimientos avancen más —indicó.
—Mamá... sé qué hacer —respondió Hailey Qian sin elección, incapaz de responder a los regaños de su madre.
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