Lo haces por el bien del Presidente Mo

Después de escuchar la respuesta de Mason, Lila asintió con la cabeza —No importa lo que hagas, no puedes traicionar a tu propio artista.

Por supuesto —dijo esto después de confirmar que efectivamente habían engañado a Linda...

Justo como protegieron a Gina en el pasado.

—Pero, ¡no podemos ofender a la hija de un campeón de lucha sin razón alguna!

Esta vez, Lila estaba teniendo en cuenta a Mason —Tal vez no te importe porque estás acostumbrado, pero Linda esta vez no ofendió a una persona cualquiera. Él es una figura autoritaria en el atletismo y Jennie es conocida por tener mal genio y estar llena de artimañas.

—Si no es conveniente para ti reunirte con ella, ¿por qué no voy yo en tu lugar?

Mason abrió los ojos y miró a Lila —Saber que te preocupas por mí es suficiente.

Como Lila era mujer, las mujeres a menudo son sensibles y consideradas. Ahora que el Anciano Nangong los vigilaba, necesitaban evitar atraer más enemigos en caso de que decidieran unir fuerzas.