¿Quieres que te ayude?

—El abuelo ya no es mi abuelo... —Mason miró a su esposa con celos.

—¿Cuántos años hace que el abuelo te ha visto? Ahora mismo, simplemente soy algo nuevo para él. Cuando el pequeño de mi vientre salga, ¿crees que él todavía me notará? —Lila se rió—. Además, ¿no es suficiente con que tengas mi amor?

Mason no respondió. Simplemente le dio un beso en la frente a Lila y la abrazó para dormir.

A medio dormir, Lila sintió que el cuerpo de Mason se calentaba. Así, ella rápidamente se sentó y preguntó, —¿Qué pasa?

—No te preocupes por mí, anda y duérmete —Mason se inclinó contra el cabecero y sacudió la cabeza.

Lila sabía muy bien que este hombre había estado absteniéndose durante demasiado tiempo. Hubo un tiempo en que no importaba porque nunca había experimentado el placer extasiado, pero ahora que su esposa estaba embarazada y él no podía hacer nada, ningún otro hombre en su posición sería capaz de soportarlo.

—¿Quieres que... te ayude?