"Y no fueron los miembros de la iglesia del Panteón los que hicieron el sacrificio…" Dijo Paulo con indiferencia mientras prendía su pipa y le daba una buena calada"… yo fui el que sacrifico a las niñas"
Ricardo se quedó congelado, al escuchar las palabras de este viejo que tenía al frente.
"Pero por qué las mataste?" Preguntó Ricardo, tratando de comprender por qué este viejo revelaría esa información
"Por el deseo de cualquier hombre que surca estos mares..." Respondió con tranquilidad el timonel
"... Poder"
"Poder para hacer lo que quieras, cuando quieras, donde quieras"
"Hasta que un día te das cuenta, de que no valió para nada...."
"Porque cuando realmente necesitaste todo ese poder, me di cuenta de que no era suficiente"
"Que manera estúpida de tirar mi vida por la borda " Dijo con una sonrisa irónica el timonel
"No te sentís mal por las chicas" Preguntó Lucas en voz baja
"Mmmm … Tal vez hace unas dos semanas… Tal vez por eso aún guardaba esas pistolas " Contestó el timonel, con algo de duda "Pero ahora me doy cuenta, que solo fueron dos nombres más de una larga lista de errores"
"Lamentablemente, nunca pude aceptar los errores de mi juventud y malgasté lo que me quedaba de vida intentando huir de ellos"
"Si quieren aprender algo de mí, entonces aprendan de este error porque fue el más grande que cometí en mi vida"
"No se culpen a ustedes mismos por sus errores, al fin al cabo solo somos bestias tratando de no serlas" Dijo Paulo, mirando a los dos grumetes fijamente a sus ojos "Como cuando tomaron esas pistolas, no les importaba tomar el camino de la traición o la muerte"
"Uno de los dos tomó el arma equivocada y ahora va a tener que vivir con ese error por el resto de su vida"
"Puedes huir de ella y abandonar el arma en el algún lugar del camino de tu vida, pero entonces te vas a dar cuenta de que por tirarla la pistola, malgastaste muchísimas oportunidades de tu vida en donde la necesitabas, dando lugar al nacimiento de otro error"
"Mejor aceptar el error y vivir" Dijo Paulo, como hablando consigo mismo "Ya cuando mueras tendrás tiempo de arrepentirte"
"Ahora vayan a los camarotes, en los siguientes días les diré cómo usar esa pistola" Dijo Paulo, expulsando a los dos grumetes del área del timón, sin darles tiempo a seguir hablando.
Los dos grumetes bajaron algo perdidos ,con las dos cajas en las manos, en el camino los muchachos de la guardia nocturna todavía seguían trabajando.
"Crees que haya dicho la verdad? " Preguntó Ricardo pensativo
"Probablemente" Murmuró Lucas "Una pistola maldita y una pistola divina...."
"Que vas a hacer, si te toca la pistola maldita?" Preguntó Ricardo
"Quedármela..." Dijo Lucas, sin pensarlo mucho
"Pero te puede matar en cualquier momento" Dijo Ricardo algo incómodo "o planeas cumplir sus requisitos?"
"Solo planeo seguir siendo libre y no dejar de serlo …" Dijo decididamente Lucas "y para eso es mejor tener algunos trucos guardados bajo la manga, el resto que sea lo que los dioses quieran"
"Y si te toca a vos la pistola maldita, planeas quedártela?"
"No sé …" Dijo Ricardo "Mejor no pensarlo tanto y simplemente aceptar el error si eso pasa …"