El cuerpo entero de Li Meili tembló al verlo. Por un momento, lo miró con los ojos muy abiertos hasta que sintió que Pequeña Estrella tiraba de su brazo para llamar su atención.
Se aclaró la garganta y le dio una sonrisa incómoda. No esperaba verlo justo ahora. ¿Era esta la razón por la que se sentía un poco inquieta antes? ¿Sus instintos le decían que no debería bajar la guardia?
—Beixuan —le dio un asentimiento cortante antes de levantar a Pequeña Estrella que tiraba de su mano.
—Hola, querida. ¿Me extrañaste? ¿Te portaste bien en la escuela junto a tu hermano cuando la tía no estaba? —preguntó antes de darle un beso descuidado en la mejilla a la niña, haciendo que Pequeña Estrella se riera en sus brazos.
—¡Sí! ¡Pequeña Estrella se portó bien! Yu Gege también. ¡Y también extraño a mi Tía Meili! —respondió Pequeña Estrella—. Pero también extraño a Tía Qian y a Señorita Elaine —puso cara de puchero.
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