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LUNA LLENA (GAY)

Es claro que el peligro está presente en todos lados. Liam, un lobo adolescente solitario queda totalmente enamorado cuando conoce a Matthew, un humano pacifico y vulnerable que correrá peligro tras descubrir la existencia de hombres lobo. Por otro lado, dos jóvenes Cazadores de hombres lobo afrontarán nuevos desafíos para que uno pueda sobrevivir y adaptarse a su nueva vida. HISTORIA COMPLETA EN: https://www.wattpad.com/618598366-luna-llena-gay-pr%C3%B3logo

TeamRangel · Autres
Pas assez d’évaluations
22 Chs

Confrontación.

Narra Liam

Los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos y los exámenes finales estaban cada vez más cerca. Conforme pasaba el tiempo los alumnos comenzaron a preguntarse qué había sucedido con Douglas; nadie en el instituto tenía noticias de él y con el pasar de los días se fueron creando rumores. La familia Thompson no tuvo más remedio que hacer algo al respecto. Le hizo creer a todos los estudiantes y maestros que Douglas se encontraba estudiando muy lejos en el extranjero, y por supuesto que todos se creyeron tal cuento. Sin embargo, pocos de nosotros sabíamos la verdad.

—¿Eso dijo mi familia? —soltó una carcajada.

—Si...

—Me impresiona lo tan lejos que pueden llegar.

En este momento, nos encontrábamos reunidos en casa de Nathaniel formando un enorme círculo alrededor de la sala de estar para matar el tiempo. La mayoría estaba aquí presente, incluyendo a Natalia, Dallas y Malia; esos chicos siempre tenían alguna excusa que les impedía estar presente en nuestras reuniones y tenemos la suerte de que hoy están con nosotros; Joe y Allen no se encontraban aquí y solamente faltaba la presencia de ellos dos.

—A pesar de todo, siguen buscando tu paradero —continuó.

—No se detendrán hasta encontrarte vivo o muerto.

—Pero yo no puedo regresar con ellos... ¿Qué más da si regreso vivo? De cualquier manera me asesinarán —eso es cierto.

—Habíamos pensado en una solución...

—¿Cuál? —sus ojos se iluminaron.

—Olvídenlo, es una estúpida idea —respondió Rachel.

—De igual manera quiero saber.

—Llámenme cuando hayan terminado —se fue a la cocina.

—¿Y bien? —Douglas esperaba impacientemente.

—La noche que te transformaste en Hombre Lobo por primera vez, tu ropa quedó hecha trizas y aquí está —nos mostró una bolsa negra.

—Ajá —arqueó una ceja.

—Nuestro plan era regresar a ese mismo lugar y dejar tu ropa en el mismo sitio...

—¿Con qué fin? —la interrumpió.

—Para hacerles creer a los Cazadores que moriste.

—Qué mi ropa haya quedado hecha trizas, ¿qué les hará creer que estoy muerto?

—Para que sea creíble necesitaremos una muestra de ti. O sea, necesitaremos cortarte un dedo o cualquier otra extremidad y colocarla al lado de tu ropa para que sea una prueba de que moriste.

—Oh... No es mala idea. Podré regenerarme.

—Ehmmm —hicieron una mueca—. Ese es el problema.

—No podemos regenerarnos —interrumpió Ringo—, solo sanar y sin la parte de tu cuerpo no podrás hacerlo.

—Además, si es una estúpida idea —agregó Alex—. Nuestro ADN fue modificado en el momento que dejamos de ser humanos —todos miramos fijamente al chico—. Para que ellos puedan comprobar que ese dedo haya pertenecido a Douglas harán pruebas de ADN y obtendrán nuestro código genético, y con ello podrán crear mutaciones genéticas y alterar el orden de lo sobrenatural.

—Tranquilo, Alex —respondió alguien más—. Últimamente has visto muchas películas de ciencia ficción.

—No olviden que somos mitad mortal y mitad inmortal.

—Los Cazadores han asesinado a muchos de nosotros. ¿No crees que ya lo hubieran hecho décadas atrás?

—La tecnología está avanzando conforme pasan los años, Nathaniel se vio obligado a recuperar los cuerpos de nuestros compañeros y deshacerse de ellos de la faz de la tierra.

—Siento que estás exagerando —siguió insistiendo.

—Por cierto, ¿dónde está Nathaniel? —Natalia cambió el tema de conversación—. ¿Por qué aún no llega?

—Desapareció esta mañana —Rachel volvió de la cocina con un sándwich en sus manos—, no dijo a dónde se dirigía.

El sol se ocultó por completo del otro lado de las montañas y solo se lograban apreciar algunas estrellas y constelaciones en el cielo nocturno. A pesar de que ya han transcurrido otras dos horas, aún seguimos sin tener noticias de Nathaniel.

—Estoy comenzando a angustiarme —dijo Natalia.

—Chicos, debemos tranquilizarnos. Nathaniel llegará pronto.

—¡Aúúúúúúúú...! —nadie pronunció ni una sola palabra.

—¡CORRAN...! —gritó Rachel.

Salimos de casa y mientras lo hacíamos, algunos Betas se transformaron en su forma lobo y sirvieron de transporte para las chicas y otros chicos; donde me incluí yo también. Nunca había montado a uno de mis compañeros, al parecer esta rutina ya la habían hecho no una ni dos, sino varias veces porque conocían sus respectivos lugares. El aullido de Nathaniel se escuchó muy cerca de aquí por lo que no nos demoramos mucho en llegar, tan solo unos minutos. A lo lejos se lograba apreciar una sombra en un campo abierto, observando detenidamente hacia una dirección.

—¡Nathaniel! —gritó Rachel cuando estábamos por llegar.

—¿Qué sucede? —preguntó Natalia una vez llegamos a su lado.

—Ya vienen —sus ojos resplandecieron.

—¡¿Qué...?!

Las ramas comenzaron a crujir en el oscuro bosque y nuestras cabezas giraron hacia esa dirección. De las sombras apareció una manada de Hombres Lobo encabezada por su Alfa; en cuanto números nosotros éramos superados por ocho miembros y la mayoría de sus integrantes tenían una apariencia formidable y temible por parte de los hombres. Aun así nos colocamos en posición de defensa, en caso de que llegasen a atacar. Siguieron caminando en dirección a nosotros y se detuvieron a tan solo varios metros de distancia.

—Vaya sorpresa —habló el Alfa—. No esperábamos verlos aquí... Estamos de visita.

—Ambos sabemos perfectamente que no es así —le respondió Nathaniel.

—Solo vinimos por un viejo amigo —era obvio que se refería a Matthew.

—No lograrán llevárselo —su fría mirada se enfocó en la mía.

—¿Quién va a impedírmelo? —rió con ironía—. ¿Tú?

Una chica al lado de él hizo resplandecer sus ojos azules y miró detenidamente a cada uno de nosotros, sus ojos brillantes penetraron los nuestros durante minutos y mientras lo hacía, esbozó una sonrisa perturbadora en su rostro.

—Borra esa sonrisa o yo misma me encargaré de hacerlo —dijo Rachel enfurecida, pero esas palabras no fueron lo suficientemente intimidantes para la chica, ya que no paraba de sonreír.

—Perderán esta batalla —después de minutos finalmente habló.

—¿Cómo puedes estar tan segura? —arqueó una ceja.

—Simplemente lo sé.

—Isabella posee el don de ver el futuro —interrumpió el Alfa—. Cuando mira detenidamente los ojos de una persona, el futuro de esta es más acertado y seguro de que suceda. Ella vio el potencial que tendría Allen y también el don que posee Matthew; él será un miembro de mi manada y ustedes no podrán impedirlo —apreté mis puños con fuerza.

—Si se atreven a tocarlo...

—¿Qué harás? —me interrumpió—. Ustedes no son rivales para nosotros.

—No quieren saber cómo terminará esto —respondió la tal Isabella—. Probablemente podamos resultar heridos pocos de nosotros, pero no podrán vencernos. No tienen idea de cuántos morirán en su manada si se lleva a cabo una pelea.

—¿Por qué no le dices quienes morirán? —añadió el Alfa—. Será interesante —la chica volvió a sonreír, se miraba muy segura de sí misma.

—Los primeros en morir son esos cuatro Betas transformados en su forma lobo, seguidamente los hermanos mellizos —conforme mencionaba un nombre, señaló a otra persona y así sucesivamente con cada uno de nosotros—, después Alex... Ringo... Luego le siguen aquellos Betas, posteriormente Natalia y esos tres chicos, por último Rachel, Liam y Nathaniel.

—¿Qué hay de mi...? —Douglas estaba preocupado por saber lo que le prepararía su futuro, pero Isabela no respondió su pregunta.

—Te olvidas de mí —una voz se unió a nosotros. Joe y Allen lograron escuchar el llamado de Nathaniel.

—Miren a quien tenemos aquí...

Isabella volvió a hacer resplandecer sus ojos. Su mirada se posó principalmente en Joe, después de verlo por unos segundos dibujó una sonrisa macabra de oreja a oreja. No obstante esa misma sonrisa se desvaneció cuando su mirada chocó contra la de Allen. Quedó boquiabierta, como si se le hubiese olvidado por completo el cómo hablar; podía percibir su preocupación y temor, y Allen era quien lo estaba ocasionando. No sabíamos por qué, pero Rachel parecía estar disfrutando el momento.

—Dime, Isabella —habló Allen—, ¿qué me espera mi futuro? —le lanzó una mirada burlona—. O mejor aún, ¿qué sorpresa le espera al tuyo? —le devolvió la sonrisa.