Roland se sentó en su oficina mientras escuchaba las noticias de primera línea.
—El puente levadizo... (Pitido)... de Ciudad de Plata ha sido bajado... (Pitido)... Vamos... (Pitido)... a irrumpir en la iglesia... (Pitido)...
—Entendido, tengan cuidado —respondió Ruiseñor.
—Parece que este es el máximo rango de comunicación —Roland extendió el mapa, dibujando un círculo sobre la posición de Ciudad de Plata —. Deberíamos establecer una estación de relevo aquí para contactar directamente con las regiones este y norte.
Estaba obsesionado con la sensación de estar en completo control de la situación desde muy lejos, ya que tenía Sigilos de Oído. El rápido intercambio de información pareció traerlo de vuelta a los tiempos modernos. En este momento, se sentía como si estuviera sentado en una sala de mando, controlando cada fase de la situación de guerra.
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