Capítulo III ¡Tragedia no esperada!

María no se da cuenta de lo que en realidad está pasando, y sus hijos aún siguen en cama, pues era muy temprano en la mañana y ellos eran niños que aún no tenían la capacidad para descartar lo que estaba pasando en esos momentos, y ni siquiera sabían lo que había ocurrido con su padre.

De los cuatro hermanos, Julia la más adulta ya estaba casada, Marilin vivía con sus abuelos maternos, José Parker y Miriam Rodríguez, los únicos que vivían con sus padres eran Max y Maritza que eran los más pequeños.

Juan siempre había tratado a su hijo menor como un tesoro, ya que era el único varón, pero a pesar de eso también tenía un amor incondicional para sus demás hijas, y aunque Julia no era su hija biológica siempre la trató como una hija pura suya, siempre daba lo mejor de si, para cuidar de su familia, y en un intento de ira Julia se casó, molesta con Juan por asuntos familiares.

Aunque murió uno o dos años después de Julia casarse, antes de fallecer siempre hizo buenos gestos para ella y los demás, y aunque a veces se molestara, no cambiaba su amor hacia sus hijos.

"Siempre fue un buen padre"

...

María sale en busca de su esposo, el día 3 de diciembre de 2004. "Faltan 4 días para el cumpleaños de Max" ¡un niño inocente!. Estuvo María buscando todo el día a su esposo y lo buscaba justamente como le había dicho "William" ¡gran error! pues María lo buscaba interno o preso, cosa que no era posible ya que el culpable de lo que fuese que había pasado era William.

No hay ningún tipo de resultados en ese día, María desesperada no sabe qué hacer e incluso, va a canales de televisión a anunciar la desaparición de su esposo y aún así, no consigue resultados, pasa el día y María no encuentra nada, así pasa el día 4 y tampoco hay resultados de su esposo, así llega el día 5, y María que estaba embarazada vuelve a salir en busca de su esposo, ya que el trabajaba en un supermercado llamado "La sirena" deciden buscar por un atajo que el tomaba para llegar a su trabajo.

En el mismo atajo se dan cuenta de que en los pequeños árboles hay manchas de sangre, y ahí es donde María empieza a pensar lo peor.