En cada dia que siempre Némesis está en este mundo, siempre se preguntó por qué su vida tuvo una muerte dolorosa, desde: ser muerto por una persona envidiosa o soberbia hasta por un simple débil que no tenía la ganas de verlo en pintura, muerto por una lluvia de golpes y patadas de un grupo pandillero hasta siendo torturado por una organización secreta, también adquiere. Al igual que su familia que siempre eran los primeros en morir por una cosa que es lamentablemente triste y doloroso, y eso era el amor. Morían de la peor forma igual que Némesis.
Siempre se preguntó por qué le pasaba esto. Su idea de que tenía una maldición crecia y crecía con el paso del tiempo, hasta llegar en un punto en que se desesperaba y no podía usar sus emociones por que la maldición se activaba por las emociones y sentimientos del chico y de quienes estaban relacionados con él.
Pero sabe bien que esto se repitió en cada vida, y no tiene que mostrar para nada sus emociones creandose así mismo un muro que algún día él pudiera destruirlo.
En esta pesadilla, no hay cartel ni armas modernas, ni siquiera estaba él sino una mujer que tiene los mismos rasgos que Némesis.
— ¡Déjalo! —gritó una mujer joven asustada y desesperada, teniendo la apariencia de Némesis
Era la edad media en la Europa medieval. En esta casa de una clase media-baja, dentro, ahí la mujer estaba gritando con su hijo recien nacido en sus brazos, vestida de una ama de casa que se encarga s tiempo completo de cuidar al menor, pero ahora, en estos momentos estaba desesperada. El marido de esta mujer estaba tirado al suelo siendo sujetado por algunos caballeros de una iglesia que estaban encima de él por una razón oscura.
Eran tiempos en que la Iglesia de Odin asesinaban a las brujas por que creen ya hayaron la forma de erradicar su iglesia usando magia oscura, y eran tiempos en que esta iglesia era grande en el viejo continente.
Y gritó el hombre llorando impotente de no irse con su pareja de estas tierras que le suplicaba a la mujer que se fuera de la casa.
— ¡Corre Ném! ¡Corre! —gritó desesperado
— ¡Nooooo! —gritó Ném adolorida
Era Némesis pero no en su apariencia masculina, dino el de una femenina. Esta pesadilla era en realidad una de sus tantas vidas que tuvo que nacer en este mundo lleno de pecadores y este sería el final su vida por que murió de una forma cruel y despiadada que ni se merecía perdon de aquellos quienes cometieron el acto ruin y despiadado que era quemarlas vivas.
Pero cuando ella parpadeó, no sintió el peso de su bebé en sus brazos, ahora estaba en los brazos de ese caballero cubierto de sangre seca. De esos huecos del casco del caballero, de sus ojos iluminaban un carmesí rojo como la sangre. Gritó el caballero a sus compañeros que atraparan a la mujer.
— ¡Maten a la familia de esta bruja, quemad la maldita casa y la bruja! —gritó lleno de idolatrismo y rencor a sus soldados
Este caballero no fue compasivo y tiro al bebe sin ninguna pizca de pánico de que el bebé esté herido. El menor gimió de dolor al caer y la madre sintió dolor en su corazón de que su bebé esté herido, y sintió ira que su rostro expresó las ganas de matar al caballero.
Pero de un solo parpadeo todo se volvió más oscuro. Ella sostenia de una mano un cuchillo y de un otro al menor sin vida. La mujer entendió rapido todo, su ira fue la causa de la muerte de su hijo. Y de un momento a otro ese caballero sonreía despreciablemente que mostró el mismo cuchillo ensagrentado en su mano.
También el formó parte de su asesinato.
— ¿Q-Que hice? ¡¿Qué hice?! —gritó desesperada y llorando
Los sentidos se agudizaron tanto que el corazón late tan profundamente rápido y la respiración se volvió agitada.
Gritos y más gritos se escuchaban pero la vista de Ném se volvía más nublada y todo se vuelve anaranjado y el calor ardiente del infierno lo abraza. Pero cuando pudo ver por un segundo, ahí vió un grupo de personas que festejaban su muerte, vestrjaban como unos malditos cerdos con las víboras ver arder a una pobre mujer que no les hizo daño alguno. Sus gritos resonaron en su mente y el ultimo gritó que escuchó fue el de su bebé.
Y despertó.
— ¡…¡ —casi gritó y respiraba fatigadamente.
Quizo moverse a un lado de su cama pero cayó al suelo y eso lo calma luego de tener esta pesadilla. Esto no era extraño para él y le era normal soñar con esto. La intencidad y el realismo que es soñar con esas pesadillasera inmensurable, quizas algo único. Pero lo que hacía más retorcido todo esto es que no eran sueños creados con pura fantasía, sino que proviene de sus anteriores vidas.
"— ¡No pienses Némesis, no pienses!... —se sobó su cabeza donde siente el dolor luego de chocar con el suelo."
Ya sentía calma en su mente aún si ignora los golpes de su puerta de su habitación que claramente lo escucha. Se abrió la puerta y ahí estaba Quetzal con una expresión preocupada y llena de angustia que se acercó a su hermano para atenderle.
— ¡¿Todo bien?! —levanta su hermano del suelo
— Si, si… todo bien —dijo eso tristemente y suspiró profundamente—. Ve a tomarte una ducha, estaré abajo preparando el desayuno—se sienta en la cama y Quetzal se niega a obedecerlo —. ¡¿Como dices eso?! ¡Pero si estabas hablando de no se qué cosas en voz alta! Némesis. Siempre esto te pasa y nunca me dices nada. Quiero ayudarte pero no me dices nada —su voz sonó quebradiza.
La lealtad que le tiene a su hermano era alto, hasta incluso estaba llorando por ser alguien que no se preocupa mucho por él. Némesis miró esto y entiende las consecuencias, y piensa: "— Llevas mucho tiempo preocupandote por mi, pero aún no es el momento. Solo... dame un poco más de tiempo y ya no estarás sujeta a mi."
> No te preocupes por mi —y acaricia su cabeza —. Todo estará bien —sonrió.
Quetzal estaba adolorida de verlo así, y recordar tantas veces que en cada manaña él salía gritando o llorando por sus pesadillas, no podía hacer nada.
Solo tapó su cara en el pecho de su hermano y lloró un poco y habló exponiendo todo su dolor que tiene: "— Cada mañana siempre te ayudo, y aún me carcorme lo que te pasa. Tengo miedo de perderte. No puedo vivir sin ti."
— Quetzal —y guardo silencio —... "Cómo me duele verte así —y habló tranquilamente —..." No te preocupes, todo estará bien.
…
Un tiempo despues Quetzal ya se había ido a su escuela y Némesis se había quedado solo en la sala sentado en su sofa. Y se quedó pensando en todo al respecto de ese sueño que tuvo.
"— La epoca dorada de esa puta Iglesia de Odín. Malditos sacerdotes, creyendoles todo ese barbaro pendejo y al final les llega la mala muerte por matar también a los gatos.
> Brujas... Todo es tiempo siempre hacían estupideces, hasta ahora que gracias a ellos ahora hay más brujas que antes."
> Pobre hombre... —susurró —. Espero que haya encontrado su razón de vivir en el nuevo mundo... —y mirando al vacio de la pantalla negra de su televisor, solo se quedó ahí sin moverse.
En parte, sí fue eso real pero Némesis no mató a su bebe sino ellos fueron que cometieron esa atros inhumana. Ese hombre murió por las espadas del enemigo y la mujer fue quemada junto con el menor.
— Uuuhh —suspiró y escuchó un silbido de una tetera peculiar —. ¿Abuelo? Qué bueno que esté en la calle vendiendo tamales.
Aún era de mañana siendo las seis, salió de la casa y miró su alrededor que aún era temprano a pesar de no haya salido tanto el sol.
Cuando uno viene a México, ya sea que duerma en una zona en que la clase social media, siempre los vendedores deambulantes ofrecen sus productos a estas horas. Pero en este caso serían los tamaleros primordialmente salen a estas horas.
Némesis apuntó su mirada al viejo, sonrió al ver de nuevo a su abuelo ofreciendo sus servicios y fue con aquel hombre mayor que instintivamente miró atrás y vió al chico que se alegra de verlo.
— Hasta que por fin te levantas dormilón —habló el viejo un poco alegre.
— ¿A poco me veo que apenas desperté? —preguntó un poco sorprendido y él contesto — Ya te estas volviendo ruco como tu abuelo.
— No te pases hombre. Tengo veinte años y tu setenta.
— Mmm —gruño enfadando, aceptando su respuesta —. ¿Que quieres? ¿Del verde o del rojo?
— Lo de siempre viejo —pero el mayor se enfada —. No sé que comes niño. No soy tu madre para saber todo.
— Tranquilo viejo, que no se te suba el azucar —bromeó pero volvió al tema —. Tres del verde y un atole —y afirma el viejo tranquilamente —son cincuenta y cuatro pesos.
— Bien.
Y mientras prepara los platos, el viejo mira de nuevo a Némesis mientras agarraba unas pinzas para sacar los tamales que estan en una olla tapada.
"— Aún lo veo normal, pero sé que tiene esa maldición del que me habló tanto tiempo —pensó en serio en su mente mientras sacaba los tamales —. Ya tiene tanto tiempo que no lo veo comportarse de esa manera tan vacia que me da mucho miedo.
> Pero ni modos, así es su vida —aceptó por cómo dijo Némesis desde hace tiempo que le contó que no lo amara junto con la mujer del hombre—. Sí mi mujer estuviera aquí conmigo... creo que preguntaría primero por Quetzal —y en un plato desechable ya tenía listo lo que pidió el chico."
Se lo entrega y le da su atole calientito para que pasara bien por que a estas horas se sentía el frío aún si les tocaba el sol.
Y preguntó el viejo: "— ¿Cómo te va con tus emociones? —lo dijo mientras tapaba su olla con una manta. Némesis al escucharlo entendió que aún mantenía esa preocupación por él y se sintió triste por ello, a lo que contestó — Cada vez me estoy convirtiendo en una piedra."
> Poco a poco me desconecto de este cuerpo y quizas con todos los demás a futuro que vaya a morir —y tomó un sorbito de su atole caliente y suspiró por el calor pasar por su pecho —. Aaaahhh... No creí que fuera a pasar esto, pero mira, aún sigo manteniendo mis emociones —sonrió encurvando sus labios.
El tiempo pasa y para Némesis le va ser muy dificil tener que aceptar una realidad en la que sus emociones estarán envuelto en este problema al igual que su alma.
El alma guarda las emociones, pero si hay un tope entre el alma y el cuerpo habrá muchos lios al momento de usar la magia cuando la tenga algún dia.
Y el viejo teniendo ya conocimiento de esto sabía que no podía detener a su nieto. Este era su desición que no fue para nada egoista de su parte, ya que conoce bien quién es él en realidad.
— Ya ni mencionar a Yamil —mencionó a alguien especial para él por su expresión triste y abatida —. Los gastos del hospital, las horas de trabajo que tengo que cargar. Es un putero hijo.
— Hehe —sonrió —. Esa fue tu desición viejo. Pero al menos estoy aquí contigo. Sin mi creo que estarias descansando tranquilamente.
— Vete a la verga chamaco —se resintió por sus palabras vulgares —. Sé que tus intenciones son burlarte de este viejo solo por que es mayor de edad y no estoy en mis tiempos que tuve hasta diez novias.
Y empezó a carcajear Némesis por eso pero por dentro aún mantenía ese mundo donde sus sentimientos son detenidos por su muro. Su reacción se debe por su cuerpo físico que entiende todo y lo expresa instintivamente por ello.
Es como decir que el cuerpo y el alma están siendo separados por un muro que el mismo Némesis estaba haciendo desde que carga con esta maldición que cree él que tiene uno.
Volvió a comer su pedido y termino momentos despues. Némesis agradeció su comida, y mencionó a esa chica que había mencionado el abuelo. Como no hablaron desde que empezó a reirse por eso, es hora de tomar el papel.
— ¿Está bien?
— No va a despertar. Sin esa poción que mencionaron en la tele, pero cuando le pregunté esto a los doctores me dijeron que vale millones esa cosa.
> Lo están vendiendo en Yuanes chinos —concluyó su respuesta.
En este mundo era una realidad que China tomó el papel de liderar el mundo y el dolar se volvió obsoleto pero aún es usado en todo el mundo.
Al escuchar que había mencionado esa poción, era una realidad que sí existía pero su precio en el mercado rondaba superando los cientos de millones.
"— Unos quinientos grandes creo recordar. No hay problema con ello, tengo contactos por todo el mundo."
> Y todo comenzó por un portal, y lo que creiamos que era imposible de imaginar se volvió realidad.
Y tiro los envases de plastico a la basura más cercana y volviera con el viejo, diciendo unas palabras que al menos intenta conmoverlo.
> Su nieta en verdad es una gran bendición.
Cuando inició el apocalipsis, la magia fue un gran impacto en el alma del hombre con el poder de hacer magia pero de una forma diferente a que creíamos ver en las peliculas y en los cuentos.
Pero lo que caracteriza de un persona que tenga magia son sus "Venas de Maná "que por el momento es lo que pueden ver en el plano espiritual. Estas venas lo han relacionado con el reencarnamiento por que hubo casos en el que la persona que obtuvo la magia, antes, tuvo una vida muy diferente con otro cuerpo.
No hubo ninguna consecuencia de tener la magia por que se han adaptqdo rápido y eficientemente, pero para aquellos quienes no, estarán en un estado inconsciente a lo que los cientificos y aventureros llamaron "Coma Mágico." Esto se debe a que el alma no recibió de buena manera la magia y provoca que se quede inconsciente por un tiempo indefinido.
Ya hay cura pero la ser tan escasa y demandada, el capitalismo hace lo suyo elevanto a cifras que nadie lo puede pagarso y los los de la elite pueden.
— No puedo conseguir el dinero de esa porción del que hablan en las noticias.
— Cuesta millones. Te voy a ayudar con... —pero fue interrumpido.
— No hijo… creo que los dioses quieren que mi hija vaya a descansar tranquilamente junto con mis padres.
— No pienses en eso viejo —y lo consuela dandole unas palmadas en la espada—. No creas en ellos, cree en tu esperanza de que ella se cure por sí sola.
— No puedo hacer nada Némesis. Sí un milagro apareciese, le agradecería por darme la oportunidad de ver a mi nieta crecer. Incluso daría mi alma por verla crecer o no.
Se tomó un momento de silencio y Némesis lo consoló usando sus palabras: "— Ánimo viejo. Tendrás ese milagro algún dia. Y verás a tu nieta crecer como una adulta."
Sí no fuera por que en los tiempos que Némesis no tenía un hogar donde quedarse, sin esa nieta del que hablaban, ellos no estarían aquí sino fue porque Némesis hizo todo de sus vidas en un gran paz y tranquilidad.
Sin él, su nieta ya no estuviera aún viva luego de que se intentó suicidar en el pasado. Su amistad fue el gran consuelo que tuvo su nieta para que dejara esos malos pensamientos y lo siguiera como si fuera una persona de total confianza.
Uno en que incluso el viejo imaginó a Némesis verse con pelo largo y con una barba, se veía totalmente diferente y su aura transmitía absoluta confianza y quizas amor.
Pero volvió a la realidad cuando Némesis le chasqueó en su frente con el dedo a deslizar con el pulgar y chocará en la palma de la mano del joven.
— ¿En qué piensas viejo? ¿Tus diez novias o en tus hijos que procreaste con ellas? —alzó una ceja en seña de que cree que lo que hizo fue cuerto
— Ya me voy, sino me vas a estas castrando con tus babosadas —y alza el viaje a su proxima parada.
Némesis carcajeó un poco por ello, y se despidió del viejo con gratitud y diversión:
— ¡No te estreses Don Cresencio! —y vió que le señaló su dedo y solo se fue así y pensó Némesis —. "Deveras con este hombre, siempre gruñon y buena onda a la vez."
Suspira y entra a su casa recordando todas las palabras que el viejo le habló: "— Ahora me toca dar de mi parte por tu hija abuelo."
Al entrar a su casa subio a las escaleras y entro a su habitación mirando a su alrededor. De un mueble sacó una caja fuerte y la abrió mostrando un cuaderno y un telefono satelital que es muy diferente y a la vez antigua y a la vez moderna.
Contactó a un numero usando el cuaderno que tiene registrado sus contactos, unos en el que el nombre de esos contactos son números y a lado la nacionalidad de donde provienen.
"— ¿Donde estás...? ¿Donde... estás? ... De Gringolandia —y empezó a marcar ese numero."
Lo empezó a llamar y esperó por un buen rato a que aceptara la llamada. Estos contactos no eran uno cualquiera, estos tenían una razón por la cual deberían de estar en una caja fuerte del que nadie debería de tenerlo.
— ¿Con quién llamo? —el receptor habló en ingles con un tono suave e intimidante pero amable
— ¿Ya te conté sobre tu creador?
— ... ¿De que habla? —se inquietó por un momento y lo escuchó recitar una oración familiar y conocida —. Madre nuestro, que estás en los cielos —Nemesis recitó una parte, y del otro lado de llamada se sorprende por eso y la vez se aterró. No dudó en responder —. ¡¿Némesis?! ¡¿Es ested en realidad?!
— ¿Acá hay otro con otro nombre? —pero blanqueó sus ojos y se culpó así mismo pensando: "— Pinches hormonas, como me cae mal estar en esta etapa de la vida humana — y comienza a hablar —." Perdón, ahora mismo estoy hablando desde un cuerpo joven que... ya sabes.
— Si —se incómodo por su tono de voz pero cambió de tema tan rápido que recordó el asunto de la llamada —. ¿Qué necesita de mi padre?
…