Huo Siyu parecía tener realmente mucho tiempo libre, ya que la acompañó durante dos días completos, sin dejar su lado, y personalmente la llevó hasta el avión.
—Seré obediente y escucharé atentamente, ya sean las palabras del Sr. Mayordomo o las de Dongfang —dijo Shen Li alegremente.
Al principio había estado bastante preocupada, preguntándose qué sucedería si Huo Siyu perdía los estribos y no la convencía bien, tanto que podría no dejarla ir a la filmación en exteriores.
Resultó que Huo Siyu cumplió su palabra y no utilizó la situación para chantajearla. Aunque se sentía reacio, aún así la envió al avión.
Huo Siyu miró su carita emocionada, que se asemejaba a la de un pájaro a punto de ser liberado de su jaula, haciendo que su propio tono se volviera más alegre. Se sintió un poco sofocado por dentro, pero aún así dijo:
—Vendré a verte.
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