En una de las cortas visitas a la iglesia, Penny apenas había terminado su tiempo cuando la carroza llegó para esperar justo frente a la iglesia para que ella pudiera subir y así poder regresar a la Mansión Quinn.
Justo cuando ella salió de la iglesia, un hombre vino a llamarla,
—Señora Penélope —ella se giró para ver quién la había llamado ya que no tenía muchos conocidos. Había sólo unas pocas personas con quienes ella hablaba, levantó sus cejas preguntándose quién era este hombre—. Disculpe, mi señora —él era un hombre que era más alto que ella. Su ropa lucía áspera y sucia, lo que hacía pensar que había estado viviendo en el bosque o era un viajero.
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