Grace había sido advertida y no era la primera vez que le daban tal advertencia. Una y otra vez ella solamente se había burlado y la única persona que podía culpar era a nadie más que a ella misma.
—¿Serías tan amable de ir a buscar las cuerdas que están en el cuarto del ático? —
Maggie no estaba segura de si debía ir a buscarlas o esperar a que alguien dijera algo, al no ver que nadie protestaba respondió con otro sí. Grace la miró con los ojos muy abiertos, y su mirada se dirigió hacia Damien para preguntar,
—¿Qué planeas hacer? —preguntó Grace.
Mientras Maggie comenzaba a caminar hacia el cuarto del ático que no estaba lejos, no pudo evitar sentir lástima por la chica. Grace debería haber sabido cuál sería el resultado cuando se trataba de Damien pero al mismo tiempo, nadie había visto que las cosas podían llegar tan lejos. Romper palabras y reglas bajo el techo de Quinn.
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