Extra 19: El mundo he de cambiar (39)

Dos días habían pasado desde la conversación entre Kagome y Kikyo, tiempo en que la sacerdotisa había estado aprendiendo todo lo que podía de su otro yo.

Kagome estaba sorprendida de lo inteligente que era la sacerdotisa, después de todo, ella parecía una esponja que absorbía todo el conocimiento del futuro, aunque esto no debería de ser una sorpresa, después de todo, Kikyo era considerada una genio.

Kimi no negaría que también estaba sorprendida, e incluso le lanzaba miradas a su hija, como si quisiera preguntarle por qué ella no era así.

Kagome estaba un poco avergonzada, aunque rápidamente dejó esto a un lado y continuó enseñándole todo lo necesario, entre todo eso, el cómo usar la computadora para poder buscar información y estudiar de forma independiente.

"Menos mal que dijimos que tuve un accidente" - dijo Kagome mientras soltaba un suspiro - "Aunque estoy sorprendida de que Kurama-san lograra conseguirme una coartada en el hospital"

"No fue mucho trabajo" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros. Él había simulado un accidente, usando algunos clones como protagonistas, de hecho, el clon que había tomado la apariencia de Kagome, todavía estaba en el hospital, fingiendo inconsciencia.

"¿No podías haber causado un accidente menos problemático?" - preguntó Kagome con el ceño fruncido, porque honestamente no le gustaba la idea de que sus amigas y compañeros de clase, se preocuparan tanto por ella.

"Lo siento, pero esto es lo mínimo que tenía que hacer para que fuera creíble la mentira de que Kikyo perdió la memoria" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Oh, por cierto, compré todos los terrenos alrededor del templo, así que voy a hacer unas cuantas modificaciones por si de repente escuchan el ruido de la construcción"

"Oh, entiendo" - asintió Kagome, aunque su expresión rápidamente cambió - "¡Espera! ¡¿Cómo es eso qué compraste todos los terrenos?!"

"Es fácil, dinero" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros - "Además, no es como si pudiera estar todos los días viviendo con ustedes y aprovechándome de su amabilidad"

"De hecho, no es mucho problema, tú nos has ayudado más que suficiente, Kurama-dono" - dijo Kimi con preocupación, aunque al mismo tiempo, ella tenía que admitir que su hogar estaba quedándose un poco apretado ahora que Kikyo iba a vivir con ellos en la habitación de invitados por respeto a su hija, además, ella necesitaba un espacio personal que poder modificar como quisiera.

"¿Y qué harás por mientras construyen tu hogar?" - preguntó el abuelo Higurashi mientras tomaba un poco de té.

"La verdad es que me iré a un hotel, o tal vez vaya al departamento de mi chica" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros, ignorando por completo el ceño fruncido de Kagome y la expresión de sorpresa de Kimi.

"Oh, ya veo, tiene sentido" - asintió el abuelo Higurashi mientras continuaba bebiendo té - "¿Cuánto tiempo crees que demoren en construir tu hogar?"

"Hmm, eso depende de cuando intervenga, si quisiera, la construiría yo mismo en solo unos segundos, pero eso causaría muchas preguntas" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Es por eso que lo haré de la forma tradicional, menos problemas de esta forma"

"Tiene sentido, o sea, en esta época los Yokai son solo leyendas o partes de nuestro folclor" - asintió el abuelo Higurashi mientras continuaba bebiendo su té.

"Bueno, supongo que es tiempo de que me vaya, todavía tengo algunos asuntos que atender con respecto a la construcción de mi hogar" - dijo Kurama mientras desaparecía del lugar, dejando a la familia Higurashi + Kikyo, sin saber qué decir.

"Mejor continuemos con nuestros estudios" - murmuró Kagome mientras Kikyo asentía.

"Espero que ella no sea la única que esté estudiando, Kagome" - dijo Kimi mientras entrecerraba los ojos.

"¡Las dos estamos estudiando, mamá!" - exclamó Kagome con el rostro rojo porque era obvio que su madre no parecía confiar en ella.

"Es bueno escucharlo" - sonrió Kimi mientras veía como las dos chicas que podrían pasar como hermanas, caminaban a la habitación de Kagome.

"En serio, ella debería de confiar más en mí" - murmuró Kagome con molestia.

"Tal vez lo haría si de verdad estudiaras" - respondió Kikyo con neutralidad.

"¡Sí lo hago, aunque es cuando tú vuelves a tu habitación!" - exclamó Kagome mientras desviaba la mirada, aunque esto era prueba más que suficiente para demostrar que ella no estudiaba en lo más mínimo.

* * * * *

Otro día había pasado, y en estos momentos Kurama estaba en su territorio, ordenando a los obreros lo que tenían que hacer. Él ya había terminado todos los arreglos y les había entregado un boceto para la construcción de la casa, el resto estaba en manos de los expertos.

Kurama había sido muy generoso con los sueldos de los trabajadores, así que ellos estaban emocionados por comenzar.

"Supongo que eso sería todo, pueden empezar cuando quieran" - dijo Kurama mientras se cruzaba de brazos.

"Este es un lugar perfecto para poder construir un hogar, aunque estoy confundido por el estilo que ha elegido, Kurama-sama" - dijo el arquitecto mientras fruncía ligeramente el ceño - "Este estilo no se ha visto desde hace muchos siglos"

"Digamos que tengo un enorme aprecio por lo clásico" - respondió Kurama con un tono misterioso - "¿Puedes cumplir con mis deseos?"

"Por supuesto, solo tenía curiosidad por el motivo, además, estoy pensando en usar un exterior clásico y un interior actual" - dijo el arquitecto mientras le daba algunos bocetos de su plan, algo que había estado trabajando durante toda la noche, después de todo, este era el más grande proyecto que él había estado trabajando, y la paga valía cada minuto en vela.

"Hmm, interesante" - asintió Kurama mientras acariciaba el mentón - "Lo apruebo, aunque me gustaría que el comedor y las habitaciones fueran clásicas, lo demás puedes modificarlo tanto como quieras, siempre y cuando no se cree una desarmonía entre las dos visiones"

"Considérelo hecho, Kurama-sama" - asintió el arquitecto mientras se ponía a pensar - "En cuanto alas aguas termales, las construiremos detrás de la casa por esta zona, es la distancia más prudente que podemos darle para no dañar la fachada del hogar"

"Me parece perfecto, y quiero que la piscina esté en esta zona, justo en el patio" - dijo Kurama mientras apuntaba a una zona en específico de los planos de la zona.

"No hay problema, eso será lo más fácil de cumplir" - asintió el arquitecto - "Aunque tengo que advertirle que es posible que tengamos que remover algunos árboles y plantas"

"Como dije, tienes completo control creativo, puedes hacer lo que desees" - dijo Kurama con una pequeña sonrisa.

"Eso sería todo, solo queda firmar los permisos y esperar a que lleguen los materiales para poder empezar, oh, y no se preocupe, hemos escogido los mejores materiales en el mercado" - dijo el arquitecto con seriedad, después de todo, si el resultado era favorable, Kurama les daría un jugoso bono adicional, uno que haría que no necesitaran engañarle para poder sacar dinero de los materiales como habían hecho en otros trabajos menos pagados.

Sí, ellos habían hecho esto, aunque no era tanto como otras compañías, y esto no lo decía para sentirse mejor consigo mismo, sino porque había visto los reportes de algunas compañías rivales y los estragos que habían causado por malversar fondos de materiales.

"Es bueno escucharlo, en cuanto al sueldo, será el acordado y si veo que hay buenos avances durante las primeras semanas, voy a darles un aumento del 25%" - dijo Kurama mientras sonreía ligeramente - "Espero que mi confianza en ustedes no haya sido en vano"

"¡No lo será, Kurama-sama!" - dijo el arquitecto con emoción mientras corría donde sus empleados para avisarles sobre las palabras del hombre de cabello plateado, con la seguridad de que estas buenas noticias animarán aún más sus trabajos.

"Bueno, tengo que retirarme, tengo una cita pendiente, si necesitas cualquier cosa, puedes llamar a este número, y si no contesto en 5 minutos, puedes llamar a este número, ella te responderá todas las dudas" - dijo Kurama mientras le entregaba dos tarjetas al arquitecto antes de retirarse en silencio.

"La buena vida" - dijo un obrero mientras los demás asentían.

"¡¿Qué están esperando?! ¡Quiero que preparen todo para comenzar, este trabajo nos hará ricos si lo hacemos bien!" - exclamó el arquitecto y jefe de la construcción - "¡Dejen de mirar a nuestro patrón y concéntrense en el trabajo!"

"¡Hai!" - exclamaron los trabajadores mientras empezaban con el trabajo.

* * * * *

"Oh, cierto, se me estaba olvidando poner un sello en la zona para insonorizar los sonidos de la obra, después de todo, quiero molestar a mis nuevos vecinos" - musitó Kurama mientras ponía su mano en el suelo, creado un pequeño talismán con un extraño símbolo - "Creo que con esto será suficiente..."

Kurama sonrió ligeramente, aunque rápidamente entrecerró los ojos porque podía sentir cómo alguien lo estaba vigilando, y por el aura que irradiaba, era alguien "familiar" - "Hmm, supongo que con esto mi teoría se confirma"

El Kitsune de cabello plateado rápidamente desapareció del lugar, aunque cuando esto sucedió, una pequeña sombra apareció detrás de un árbol.

Ella era una pequeña niña de unos 8 años de cabello plateado, dos largas orejas de zorro sobre su cabeza y una esponjosa cola detrás de su espalda. Ella estaba usando un kimono blanco con azul, y estaba mirando los alrededores en búsqueda del hombre - "Tengo que decirle a mami que Kon tiene otro papi..."

La pequeña Kitsune rápidamente sacudió la cabeza antes de desaparecer en un sello plateado.