El Comienzo de la Pesadilla

En un día que comenzó como cualquier otro en la República Dominicana, Rayber se dirige a la escuela con la sensación de que algo no está bien. Su amigo Rohwder, junto a Henry y Axel, lo acompañan en esta jornada rutinaria. En clase, Rayber comenta sobre la extraña sensación que le embarga:

-El día se siente raro.

-¿Cómo puedes sentir cómo está el día? pregunta Rohwder.

-No lo sé, solo me siento extraño.

La normalidad se quiebra cuando Manuel, un compañero de clase se va al baño sin que nadie le preste atención. Durante un breve descanso Rayber, Rohwder, Axel y Henry se reúnen y charlan sobre diversos temas cuando de repente, una sombra entra por la puerta… es Manuel, cubierto de sangre y sosteniendo un cuchillo; el caos se desata cuando ataca a varios compañeros sumiendo a todos en el shock.

Rayber, Rohwder, Henry y Axel aprovechan el momento de confusión para escapar del aula descienden al segundo piso donde el pánico se apodera de la escuela, consumida por el caos, los obliga a idear un plan para salir. La clave es obtener las llaves de la mujer que limpia la escuela, abrir la puerta trasera y escapar por un Car Wash cercano. Axel, conocido por su habilidad en peleas, se enfrenta valientemente a las extrañas criaturas mientras Rayber y Rohwder ejecutan el plan.

Después de una intensa lucha, logran abrir la puerta y huyen hacia el Car Wash. Mientras tanto, Henry se toma un tiempo para observar que la ciudad parece haberse sumido en una extraña oscuridad morada. Rohwder propone robar un auto para escapar rápidamente; Con la ciudad en caos, el grupo encuentra una camioneta y mientras intentan subir al vehículo, Henry es atacado por una de las criaturas, pero con la ayuda de Rayber logra liberarse.

Tres horas después, Rayber, Axel y Henry buscan un refugio mientras juegan a las cartas mientras Rohwder conduce. A lo lejos, ven una gasolinera y deciden dirigirse hacia ella. Al llegar, el grupo se divide para obtener suministros esenciales, Rohwder busca gasolina, Henry y Axel buscan suministros, mientras Rayber, explorando la gasolinera encuentra un arma, pero surge un dilema: ninguno de ellos sabe disparar.

Mientras intentan resolver este problema, Rohwder regresa con galones de gasolina. Unidos nuevamente, se refugian en la gasolinera para enfrentar lo que está por venir. Con armas en mano y combustible a bordo el grupo se prepara para emprender un viaje hacia la incertidumbre, sin saber qué les espera en este nuevo mundo caótico.

Han pasado varias horas desde que Rayber y sus amigos emprendieron su huida hacia La Romana. La incertidumbre y la preocupación por sus padres pesan en sus corazones mientras el mundo a su alrededor parece desmoronarse. Axel intenta reconfortar a Rayber, pero la angustia se cierne sobre el grupo.

-Quiero hablar con mi mamá, con mi papá, quiero ver a mi hermana dice Rayber con angustia en los ojos.

Axel responde diciendo:

-No te preocupes, amigo. Todos estamos así.

-No todos.... Agrega Rohwder.

-¿En serio no estás preocupado por tus padres? ¿Ni siquiera por tu familia? pregunta Henry.

-Yo no soy como ustedes, yo solo trato de avanzar solo, y no quiero seguir hablando del tema…

-Está bien responde Henry preocupado por Rohwder.

Rayber, intentando aliviar la tensión, decide poner música en la radio satelital del auto, pero accidentalmente sintoniza un anuncio que hace que el ambiente se vuelva aún más sombrío.

"Todo República Dominicana está en crisis, ha brotado la enfermedad APX-WET, no sabemos qué hacer, por favor, ayuda",

Anuncia la radio. Escuchan otros mensajes del gobierno, incluido uno del presidente Abinader instando a la población a dirigirse a ciertas bases aéreas para recibir ayuda especializada. Deciden dirigirse hacia Punta Cana, pero Henry advierte sobre el posible caos en esos lugares y sugiere cambiar de rumbo hacia La Romana. Tras varias horas de viaje, llegan a la base en La Romana y se sorprenden al ver el caos que se ha desatado allí. Deciden separarse: Rayber y Axel buscarán información dentro de la base, mientras Henry y Rohwder tratarán de sacar la radio del auto.

-Axel, ven. Veamos qué encontramos. Henry y Rohwder, quédense aquí y busquen una forma de sacar la radio del auto dice Rayber al grupo.

-Ok. Responde Henry y Rohwder.

Rayber y Axel caminan hacia la entrada, donde se forma una larga cola. Junto a otras personas, deciden burlar la seguridad con la ayuda de un exmilitar. Advierte que una vez dentro, estarán solos. Mientras Rayber y Axel intentan ingresar a la base, un disparo resuena en el aire. Diez segundos después, un temblor sacude la zona. Henry, dentro del auto, insta a Rohwder a salir justo cuando una horda de APX-WET se acerca, liderada por una figura diferente y perturbadora. Dentro de la base, el caos se desata. Rayber, Axel y sus nuevos compañeros logran subir a un avión pilotado por un hombre desesperado. Mientras despegan, la tierra se desvanece debajo de ellos, dejando atrás la tragedia que ha consumido República Dominicana. Abordo del avión, la realidad de la situación se asienta en los corazones de Rayber y Axel. Miran por la ventanilla, viendo cómo su tierra natal se desvanece en la distancia, envuelta en caos y desesperación.

-No puedo creer lo que está sucediendo dice Rayber.

-Nadie lo puede, amigo. Pero estamos juntos, y eso es lo que importa ahora. Estamos juntos en esto, no te preocupes. Cuando lleguemos a donde sea que vayamos, encontraremos respuestas y, con suerte, a nuestras familias responde Axel.

El piloto, visiblemente agitado, interrumpe la conversación.

-Estamos llegando a un lugar seguro. Todos prepárense para aterrizar.

A medida que el avión desciende, la incertidumbre persiste en el aire. No saben qué encontrarán en su nuevo destino, pero una cosa es segura: el mundo que conocían ha cambiado para siempre, y están en una búsqueda desesperada de respuestas y seguridad en medio de la oscuridad que ha caído sobre República Dominicana.

Axel y Rayber despiertan en una base militar desconocida, confusos y desorientados, se dan cuenta de que han sido reclutados para luchar contra los APX-WET, una amenaza conocida como zombis. Un militar se acerca a ellos, ofreciéndoles opciones de entrenamiento. Axel elige la enfermería, mientras que Rayber opta por la destreza del Subfusil. Con determinación en sus ojos, se embarcan en una nueva misión para enfrentar lo desconocido.

Por otro lado, Rohwder y Henry, en busca de suministros, se dirigen hacia un hospital cercano. La conversación entre ellos refleja la tensión que se siente en el aire. Al adentrarse en el oscuro edificio, se encuentran con una sorpresa aterradora: un APX-WET, pero este no parece normal como los demás. La lucha desesperada deja a Rohwder herido, y la única solución que encuentra es amputarse la mano para evitar la infección.

Mientras tanto, en la base militar, Axel y Rayber son entrenados y equipados para la batalla. Días después, con habilidades mejoradas, son enviados a La Romana, donde una base militar ha sido destruida por una horda masiva de APX-WET. En el avión, mientras se dirigen a su destino, encuentran una rara señal de radio que conecta a los amigos en la base militar con Henry, quien pide ayuda desde un hospital abandonado. La angustia en su voz resuena en Rayber y Axel, quienes, movidos por el lazo de la amistad, deciden embarcarse en una misión de rescate. A pesar de las dificultades y la vigilancia en la base, Rayber ideó un arriesgado plan de escape. Con provisiones y armas en mano, se lanzan a la oscura noche en un auto robado, desafiando las órdenes del capitán al mando.

Mientras tanto, Henry y Rohwder, creyendo que la muerte era inevitable, salen del hospital. Pero, en un giro inesperado del destino, Rayber y Axel aparecen, trayendo consigo un rayo de esperanza.

El encuentro es emotivo; abrazos fuertes sellan la reunión de amigos que, contra viento y marea, se han encontrado nuevamente. El capitán al mando, desde su posición de desdén, subestima la determinación y el vínculo entre estos jóvenes. Con el equipo reunido, se forja una promesa: "Hermanos Para Siempre".

Juntos, enfrentarán los horrores de un mundo desgarrado por los APX-WET, llevando consigo la esperanza de la supervivencia y la fuerza de la amistad que nunca se desvanecerá. Su odisea apenas comienza, pero están decididos a escribir su propia historia en medio de la oscuridad que los rodea.