Iván estaba a punto de ir con él cuando su asistente a su lado de repente dijo
—Necesita ver esto, Señor —y le entregó su teléfono a Iván.
—¿¡Qué?! —Los ojos de Iván se abrieron de par en par en incredulidad y pasó corriendo al comisionado en un instante.
En menos de un minuto, ya estaba sentado en su coche —¡Conduce!
Cuando el conductor se acercó a las puertas de la estación de policía, añadió —Comisaría del Distrito Central.
Presintiendo la urgencia en la voz de su jefe, el conductor partió rápidamente en dirección a la Comisaría del Distrito Central.
Cuando llegaron a la estación de policía, Iván apenas podía esperar a que el coche derrapara hasta detenerse antes de desabrocharse el cinturón de seguridad y en segundos, ya estaba entrando en la oficina del comisionado del distrito.
Hizo oídos sordos al oficial de policía que le seguía de cerca mientras gritaba —No puede entrar, Señor. El comisionado está ocupado y no puede atenderle en este momento.
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