Ji Ning también sentía que algo andaba mal.
—Lógicamente hablando, menos de uno de cada mil Dioses Mundiales habría alcanzado un nivel de poder trascendente. Que en este grupo de cien cultivadores de nivel Mundial hubiera tantos Dioses Mundiales supremos y tres o cuatro Dioses Mundiales trascendentes no tiene sentido ¿De dónde diablos vinieron?
Ning y los otros cuatro habían dominado sin esfuerzo a los atacantes, sin darles la más mínima oportunidad de defenderse. Por la brevedad de la batalla, el grupo de Ning solo pudo llegar a una aproximación general sobre cuán fuertes eran.
—Déjame ver —dijo Cielodefuego Brillante y se elevó de inmediato en los cielos.
Luego bajó la mirada hacia todo el planeta del caos mientras sus ojos ardían con fuego.
—Mmm. Voy a echar un vistazo al otro lado del planeta del caos.
El planeta del caos era una esfera, así que todos se dirigieron por los aires al otro lado donde encontraron una gran cantidad de fincas.
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