webnovel

La dolorosa vida de Ángel.- Ir a otro mundo no es tan genial.

Ángel era un chico común y corriente como cualquiera. Su vida cambió cuando Sonia lo invocó usando el muro celestial, algo que no había pasado en miles de años. Él terminó en otro mundo, un mundo totalmente diferente a su mundo. Él ahora debe ser el familiar de Sonia. Cuando descubre que tiene magia, decide entrenar, pues le dijeron que si el muro celestial lo trajo a ese mundo, significa que algo malo va a pasar. Después de vivir algunos días con Sonia, a Ángel le pasa algo malo... Muy malo, que cambiará su vida para siempre. Junto con Crismei, su compañera, comenzará su aventura con un único propósito, derrotar a Golan, la demonio.

Hector_Angel · Fantaisie
Pas assez d’évaluations
55 Chs

CAPÍTULO 9- Clases sociales.

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 9

Entramos a su habitación y Sonia empieza a quejarse de lo mal que se ve la habitación debido a la explosión. Por favor, no me des otra paliza, yo no sabía que esto iba a pasar.

—¡No puedo dormir de esta forma!

Es obvio que no podemos usarla, nos moriremos de frío en la noche.

—Entonces... ¿Dormiremos en otra parte?

—Sí. Unos trabajadores vendrán y arreglarán la pared. Yo dormiré con una amiga, tú dormirás en el suelo.

—¿Eh?

... ¡¿Tienes amigas?! ¡¿Quién es la otra loca?! Mejor no le pregunto nada. Evitaré conocerla. No quiero tener en mi vida a una segunda Sonia.

—Está bien... Sonia, te puedo pedir un favor.

—¿Qué favor?

Realmente no quiero dormir en el suelo. Ahora que soy un estudiante, tengo el derecho de tener una habitación.

—¿Te molesta si duermo en otra parte?

—¿Tienes en dónde dormir?

—No, pero podría conseguir.

—Está bien, como sea.

—Gracias.

Creo que ella me está tratando mejor... Supongo.

Salgo de la habitación y suspiro.

—Estoy llamando mucho la atención... Presiento que eso me traerá problemas.

Llamar la atención podría ser muy malo, tal vez, en este mundo, existan personas malas que quieran mi poder, o simplemente me obliguen a usar mi magia en cosas malas.

Si el Rey u otra persona con poder me quiere obligar a usar mi magia, aprovecharé la primera oportunidad de escape que tenga y me iré muy lejos.

No escapo todavía porque necesito aprender a controlar mi poder mágico para sobrevivir por mi cuenta.

—Iré con el director para saber si tiene un lugar en donde pueda dormir.

Veo a una estudiante con enormes pechos, sentada en el suelo, hablando con un gato blanco. Wow. Una escena adorable, pero erótica. Gracias por la hermosa vista, la guardaré en mi memoria.

—¡Eres muy lindo, muy lindo!

—Y tú eres muy linda con esos enormes pechos.- Dijo el gato.

¿Eh?

El gato empieza a tocar los pechos de la estudiante. Qué envidia.

—¡Qué tierno eres!

—¡Qué suaves son!- Dijo el gato con un tono pervertido.

... Me muero de la envidia... Y también estoy enojado.

Veo al gato de cerca. Realmente odio a las personas pervertidas como él... Bueno, en este caso, no es una persona.

—Oye, es muy lindo. ¿Lo puedo acariciar?

—¡Claro, es mi familiar, puedes acariciarlo!

Me agacho y acaricio al gato.

—Es muy lindo.

—¡Qué asco, no eres una chica, no me toques!- Dijo el gato enojado.

Levanto la mirada y observo a la estudiante a los ojos.

—Oye, ¿te puedo decir algo?

—Dime.- Dijo la chica.

—Yo puedo hablar con los animales. ¿Quieres saber lo que tu pervertido gato dice?

El gato salta y se aleja de mí.

—¡¿Eh?!- Dijo asustado.

—¡¿En serio?!- Dijo la chica sorprendida.

El gato se acerca a mí, temblando de miedo.

—¡No le digas lo que dije sobre sus pechos!

—¿La seguirás tocando?

—¡No lo haré, lo juro!

Qué suerte es ser un gato y tener una ama muy hermosa... Y mi ama es una maldita loca... Linda, pero loca.

—Oye, tu gato no quiere que te diga lo que dice, lo siento.

—¿Eh? Qué lástima.- Dijo la chica decepcionada.

—Sí, lo sé.

Me levanto y me alejo caminando.

—¿Un humano que nos entiende? Increíble.- Dijo el gato sorprendido.

Wow. ¿Mi oído mejoró? Lo escuché susurrando eso.

Espera... Mi cuerpo también está cambiando. Los golpes que recibo de Sonia se sanan muy rápido y me dejan de doler en poco tiempo. Esto es raro. ¿Tendrá algo que ver con mi poder mágico?

Después investigaré al respecto. Por ahora lo único que me importa es conseguir una habitación.

(Minutos después.)

Entro a la oficina del director.

—Hola.- Digo con una sonrisa.

Bien, excelente. Pareces un chico educado, Ángel. Bien hecho.

—¡Ángel, pasa!

Me acerco al director.

—Disculpe, ¿no tienen una habitación en donde pueda dormir?

—Lamentablemente, no, todas las habitaciones están ocupadas... Solo tenemos una habitación disponible, pero no creo que quieras dormir ahí.

Cualquier habitación que tenga una cama es perfecta para mí. Mientras me mantenga alejado de Sonia, aceptaré lo que sea.

—Me conformo con esa habitación.

—Está junto con las habitaciones de las sirvientas.

... ¿Creyó que no quería dormir en un lugar como ese? A mí no me importan las clases sociales... En mi mundo, mi familia era adinerada, pero nunca me sentí superior a las personas pobres. Es más, yo asistía a una escuela normal, nunca asistí a una escuela de ricos.

Todas las personas son iguales para mí. Para mí, nadie es superior a nadie.

—¿Me puede indicar dónde es?

—Claro, acompáñame.

Salimos de su oficina y caminamos juntos.

El director parece una persona confiable... Espero que no trate de aprovecharse de mí. La traición a veces viene de las personas que más confías.

—¿Estás seguro de querer dormir ahí?

—Claro, es mejor que dormir en el piso.

—Está bien.

Estar lejos de Sonia y dormir tranquilo, sin miedo de ser despertado por una patada, es mucho mejor que dormir en el suelo.

Aparte, podré volverme amigo de las sirvientas. Ellas parecen más amigables que los nobles presumidos de este lugar.

(Minutos después.)

Estamos parados frente a una puerta algo vieja y rota. Ah... Se ve algo fea la entrada.

—Es por aquí.

Abre la puerta y hay unas escaleras que llevan a un piso inferior. Es como si fuera un sótano.

—¿Aquí duermen las sirvientas? Se ve un poco... incómodo.

—Lo sé.

Bajamos y veo el pasillo. El piso es de tierra, está muy oscuro y huele muy raro. Hay como doce habitaciones.

—El piso es de tierra.

Casi no veo, no hay lámparas ni piedras mágicas.

—¿No hay luz?

—No.

Saco mi teléfono y enciendo la linterna de mi teléfono.

—¡Increíble! ¡¿Qué es eso?!- Dijo sorprendido.

—Es un aparato de mi mundo, sirve para llamar, tomar fotos y videos.

—No entiendo.

Suspiro. Realmente me cansa explicarlo.

Le expliqué las funciones de mi teléfono lo más breve posible. Afortunadamente me entendió rápido.

—¡Increíble!- Dijo sorprendido.

Sí, sí, ya quedó en claro que estás sorprendido. ¡Pero no te haré ningún teléfono! Guardaré el secreto de que puedo crear teléfonos.

—Gracias... ¿En dónde está la habitación?

—Es la última habitación, se encuentra al final del pasillo, a la derecha. Yo debo irme. Adiós.

El director se va y veo a mi alrededor.

—Bueno... Supongo que así tratan a los plebeyos los nobles.

Qué asco.

Me dirijo a mi habitación.

—Huele un poco raro.

Entro en la habitación. Solo hay una cama sin sábanas... Solo hay eso.

—Hay una cama... Solo hay una cama. Es muy diferente a la habitación de Sonia. Es la clara diferencia entre un noble y un plebeyo.

Bien... Ah... Necesito tranquilizarme un poco.

—Supongo que puedo escuchar un poco de música.

Me pongo los audífonos y los conecto a mi teléfono.

—Necesito más ropa, no puedo estar más tiempo con esta ropa.

Pongo algo de música y me acuesto.

Necesito un buen descanso. Ya he recibido muchas golpizas el día de hoy. Necesito descansar.

Me pregunto si los esclavos como yo tienen vacaciones pagadas. ¡Exijo vacaciones pagadas, un salario digno y prestaciones!

(Al anochecer.)

Ah... Me siento muy bien... Estar solo y sin Sonia cerca me relaja demasiado.

Me levanto y me quito los audífonos.

—Creo que iré a bañarme.

Saco mi teléfono de mi bolsillo y enciendo la linterna.

—Está muy oscuro.

Salgo de la habitación y unas sirvientas gritan cuando me ven salir con la linterna.

—¡¡Ahhhhh!!- Gritaron asustadas.

Ese grito me asustó también.

—¡Lo siento, no quise asustarlas! ¡El director me dio permiso de dormir en esta habitación!

—¿Ángel?

Ah, esa voz es de...

Veo a Rem entre las sirvientas.

—¡Hola, Rem!

—¿Por qué duermes aquí?

—Están arreglando la pared de Sonia y ella se fue a dormir con una amiga, y el director me dio esta habitación.

—¿En este lugar?

—Sí, aunque es un poco incómodo.

—¿Qué es eso?- Dijo apuntando con su dedo índice mi teléfono.

—Es mi teléfono, es un aparato de mi mundo.

—¡Increíble!- Dijo sorprendida.

Las sirvientas me ven raro. Supongo que hasta yo vería raro a un chico que sale de la nada con un aparato extraño.

—Hola, mi nombre es Ángel.- Digo sonriendo.

Todas me saludan nerviosas diciendo: "Hola, Ángel".

—Necesitan un poco de luz en este lugar.

Veo el piso y se me ocurre una gran idea.

Mi poder mágico es increíblemente poderoso, hasta soy capaz de crear teléfonos. Tal vez pueda...

—Puedo usar mi magia...

Tomo algo de tierra del suelo.

—Esperen.

Extiendo mi mano derecha y pienso en una linterna antigua de vela.

—¡Crea fes!

La tierra se transforma en una linterna antigua de vela. Crearía una piedra mágica, pero no sé qué es exactamente. Si me equivoco, podría prococar alguna explosión mágica.

—Bien. ¿Alguien tiene un encendedor?

—¿Encendedor?

Realmente este es un mundo primitivo.

—Supongo que no existen en este mundo.

Tomo más tierra del suelo.

—Espero que también funcione.

Extiendo mi mano derecha y pienso en un encendedor.

—¡Crea fes!

La tierra se transforma en un encendedor color verde.

—Espero que funcione.

Intento usarlo y funciona. Tener magia realmente es muy útil.

¡Puedo crear objetos de mi mundo sin problemas! ¡Genial!

—¡Increíble!- Digo emocionado.

Abro la linterna y enciendo la vela.

—Así habrá luz, solo deben apagarlo cuando no la usen... ¿En dónde la pongo?

Logré crear un clavo y un martillo para colocar la linterna en la pared.

—Listo, pondré el encendedor aquí para que enciendan la vela.

—¡Muchas gracias!- Dijeron todas emocionadas.

—Esperen.

Creo muchas velas, para que las usen después.

—Cuando se acaben pueden reemplazarlas.

—¡Gracias!- Dijeron todas emocionadas y sorprendidas.

Fufu. Tener poder mágico tan poderoso me hace una existencia única.

¡Que no se te suba a la cabeza, Ángel!

Observo el piso de tierra por unos segundos.

—Me pregunto si... ¿Pueden subir por un momento?

—Claro. ¿Qué harás?- Dijo Rem.

—Solo quiero intentar algo.

—Está bien.

Todas suben y me trueno los dedos. Mi magia es poderosa, así que es posible lograr lo que estoy a punto de hacer.

—Bien... Tal vez funcione.

Por favor, que funcione.

Extiendo mi mano derecha y pienso en un piso hecho de madera.

—¡Crea fes!

El piso de tierra se transforma en un piso de madera... ¿Funcionó? ¡Funcionó!

Hice lo mismo con las paredes y el techo. ¡G-genial! ¡Lo hice! ¡Soy increíble, lo sé!

—¡Genial! ¡¡Pueden bajar!!

Todas bajan y observan el piso emocionadas y sorprendidas.

—¡¡Increíble!!- Gritaron todas.

—Sería más cómodo caminar en un piso de madera.

Las sirvientas se acercan demasiado a mí y me puse nervioso. M-mierda, mi timidez regresó a mí.

—¡¿Puedes hacer mi piso de madera?!

—¡El mío también!

—C-claro.

Tengo mucho trabajo.

(30 minutos después.)

Les arreglé las habitaciones a todas, les hice muchas linternas para cada habitación, les hice encendedores, muebles y sábanas. Mejoré bastante las habitaciones. ¡Ahora podremos dormir cómodamente!

—Ya terminé.

Estoy satisfecho con el resultado... Aunque estoy cansado. Gastar poder mágico es como correr. Entre más lo use, más cansado me siento.

—¡Muchas gracias!- Dijeron todas agachando la cabeza.

—N-no hay de qué. Adiós, iré a bañarme.

Subo y salgo de ahí.

—No sé cómo podían dormir en un lugar así.

Las clases sociales serán un problema... Si conozco a un noble presumido y molesto, lo golpearé sin importarme las consecuencias. Me volveré el defensor de los débiles.

—... El defensor de los débiles, ¿eh?

Sinceramente, quiero una vida normal, no quiero ser un justiciero... No... Sí... Ah...

—Ni siquiera sé lo que quiero.

Después de caminar por varios minutos, llego al baño de hombres. Al entrar, se pueden observar canastas con ropa en el suelo. Tomo una de las canastas vacías que hay en el suelo.

—Bien, debo dejar mi ropa en esta canasta y ponerme una toalla para entrar... Será un poco incómodo.

Dejo mi ropa y mis cosas en la canasta y me pongo una de las toallas que están colgadas en la pared.

—Bien...

Abro la puerta del baño y me doy cuenta de que se bañan a vapor, y en el centro hay una piscina... Y el baño es enorme... Genial. Lo que se esperaba de una escuela de ricos.

—Hace calor...

Entro y veo que hay muchos estudiantes, que me observan con curiosidad. Algunos están desnudos... Qué asco.

—Qué incómodo.

Mmm... Me pregunto si puedo espiar en el baño de mujeres.

Entro en la piscina y me relajo. El agua está caliente... Qué bien se siente.

—Qué caliente está el agua.

Está perfecta. Me quedaré un buen rato aquí.

—¡Oye!

—¿Hmmmh?

Varios estudiantes se acercan a mí muy emocionados.

—¡Oye, ¿tú eres Ángel?!

—¡Lo que hiciste fue asombroso!

—¡Ese hechizo solo puede hacer un daño pequeño!

—¡Pero tú lograste destruir una parte del muro!

Me incomoda estar rodeado de estudiantes desnudos. Ah, si tan solo fueran mujeres.

¡No quiero estar rodeado de salchichas!

—G-gracias.

Dos estudiantes me toman de las manos y un estudiante muy fuerte se acerca a mí. Mide dos metros y es calvo. Es el típico chico malo de la escuela.

—¡No me gustan los chicos presumidos como tú! ¡Creo que debo darte una lección!- Dijo enojado mientras se truena los dedos.

Intento no sobresalir, pero me doy cuenta de que eso no funciona.

—¿Presumido? No soy presumido. ¡Déjenme en paz!- Digo enojado.

—No, creo que no. Mientras no puedas mover las manos, nosotros te golpearemos.

—¡No puedes usar los hechizos sin tus manos!

—¡Hazlo pedazos, Sandro!

Los volteo a ver. Son los estudiantes que intentaron tocar los pechos de Rem.

—¡Ustedes son los que intentaban tocar los pechos de Rem!

—¡Cállate!

Uno de ellos me da un golpe en la cara.

... Me dolió... Ustedes no son Sonia... ¡Sí puedo defenderme!

—¡Mi turno!- Digo enojado.

Veo al estudiante calvo y pienso en él.

—¡Forle levitation!

Levanto al estudiante del suelo y todos me observan asustados y sorprendidos.

—¡¡Imposible!!- Gritó asustado y con la cara pálida.

Aviento al estudiante, provocando que choque fuertemente contra la pared.

—¡¡Lo hizo sin usar sus manos!!- Gritó uno de los estudiantes asustado.

—¡¡Lo hizo con sus ojos!!- Gritó el otro estudiante asustado.

Suspiro. Realmente no sabía que podía hacer eso, pero me alegro de que haya funcionado.

—Improvisé, pero afortunadamente funcionó.

—¡Lo sentimos!

—¡No nos hagas daño!

Los dos estudiantes me sueltan y los observo con una gran sonrisa. ¿Creen que los perdonaré? No, no, no. Están muy equivocados. Me hicieron enojar, y eso no lo perdono.

—Fufu. Creo que es mi turno.

Sonrío diabólicamente como Sonia y me observan con miedo. Solo la estoy imitando, pero creo que me salió perfecta la imitación.

(10 minutos después.)

Salgo del baño.

—Eso fue divertido.

Suspiro. Creo que lo que acabo de hacer me traerá problemas.

—Sonia me está contagiando su maldad.

Volteo a ver a los estudiantes.

—Creo que...

Los tres estudiantes estaban golpeados e inconscientes en el suelo... Me pasé.

—Sí... Tendré problemas.

Tomo la canasta con mi ropa.

—Charlotte me dijo que debo llevarme la canasta y luego una sirvienta la recogerá.

(Minutos después.)

Llego a mi habitación y me pongo la ropa.

—Bien, a dormir.

Me acuesto en mi cama y me quedo dormido profundamente.

Fue un largo día, merezco un gran descanso.