Desde hace mucho los dioses le dieron la atención a la tierra, son los creadores de todo ser viviente. Crearon una corte que estaba compuesta por todos incluidos: los dioses olímpicos, la Luna, el sol, sí también ellos son dioses olímpicos.
Sí bien se sabe que estos decidieron colocar su corte en el Olimpo hogar de los dioses.
Cada uno velaba por el bienestar de sus creaciones, en esta corte muchos dioses se emparejaron con otros y tuvieron hijos; algunos fueron obtenidos con mujeres humanas.
Y hasta la diosa luna conocida también como: diosa blanca o Selene, conoció el amor con un ser oscuro, el dios Sol o Helios. Junto a éste también dominaba Hades a las bestias del inframundo.
El dios Sol cautivó a la hermosa mujer blanca, hermosa sin defecto alguno, envidiada por las demás diosas olímpicas.
Todos los dioses estaban atrapados por la belleza de tal mujer, era una verdadera arte, tan perfecta con su cabello blanco como la nieve, su perfecta piel tan blanca, sus ojos color plata que resaltaban tal belleza.
Cuando está mujer entro a la corte, todos quedaron con la boca abierta haciendo una perfecta O. Sin duda alguna quedaron atónitos por la belleza de está.
Sin embargo, el dios Sol la miraba sin expresión alguna..
Y fue este mismo que llamo la atención de tal hermosa mujer y fue ahí desde dónde comenzó la historia que empezaremos conocer.
Cuando estos dioses comenzaron a tener reuniones y mantener el orden entré sus hijos, solían llamarlos de tal manera al compartir dicha creación juntó a Zeus el dios del trueno.
El dios Sol y Luna, se acercaron no solo por el interés de sus hijos, sino que porque llegaron a un romance. Un amor que traería paz.
Pero su amor era puro, eran el Ying y Yang, bajaban ciertos días para encontrase en la tierra.
La diosa blanca ciertos años opaca al dios destructor y viceversa danzan juntos en cada Eclipse, hasta que un día la diosa Luna quedó embarazada.
Éste es el inicio de nuestra maravillosa historia, esperó les guste.