El viaje al imperio en carruaje tomaba tres días adicionales. A caballo, habrían tomado solo unas pocas horas dependiendo de cuán sigiloso fuera el semental. A pesar de la incertidumbre de cuánto tiempo estarían en el imperio, el grupo empacó ligero.
Mirabelle se quedó atrás en el Ducado Mavez para supervisar la implementación del sistema de entrenamiento elaborado por las meticulosas pautas de Killorn. Killorn se aseguró de que cada componente estuviera cubierto, desde las asignaciones de presupuestos hasta los tiempos de descanso y los regimientos de los soldados, hasta que no quedara piedra sin remover.
Killorn había llevado a Beetle consigo, pero dejó atrás a Gerald, pues al menos uno de los otros al mando debía quedarse. Gerald era el mejor en ser tan severo como Killorn y siempre fue conocido como el Beta, el segundo en comando, lo que significaba que él era el más adecuado para el puesto. Además, con la alegre Mirabelle y el solemne Gerald, había un equilibrio perfecto.
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