Faltaba poco para que empezara a amanecer y la pequeña niña que se había convertido en mujer se levantaba luego de vivir la noche más salvaje de su joven vida.
Su ejercicio nocturno la había agotado, lo suficiente para dormir hasta el mediodía, pero esta había sido tratada con mi magia de recuperación y por esa razón logró despertarse a esta hora.
Petunia, con ojos pesados, trató de orientarse en su propia cama, estaba algo mareada y sentía que no era como normalmente despertaba. Fue el extraño sentimiento que tenía de su cuerpo que recordó repentinamente todo lo que había ocurrido... lo que había hecho.
Despertándose repentinamente por la llegada de esos recuerdos, se levantó bruscamente. Siendo consiente de todo, quiso buscar a quien le hizo sentir todas esas extrañas, pero increíbles sensaciones para probarse que no fue un sueño. No le fue difícil encontrar lo que buscaba, a su lado, casi abrazándola, ahí estaba el niño de cabello rojo.
Cuando me vio, su color se tornó cada vez más rojizo y estaba mostrando un claro comienzo de una especie de ataque de pánico. Ahora ella estaba más calmada, despierta y consciente de lo que habíamos hecho, su infantil mente no podía procesar todo eso y se estaba alterando demasiado.
Al verla así, extendí mis brazos para abrazarla y jalarla a la cama una vez más para apoyarla sobre mi pecho mientras dejaba que mis poderes a mínima potencia hicieran su trabajo de calmarla lentamente.
"Tranquila, todo está bien" Intente sonar lo más tranquilizador posible.
"Pero...*jadeo* nosotros hicimos... *jadeo*" Ella se estaba hiperventilando.
No deje que continuara pensando en las implicaciones o consecuencias de nuestros actos, sujeté su cabeza y la acerque a la mía para besarla y dejar que se olvidara de todo a la vez que mis poderes hacían su trabajo. Funcionó, aunque se resistió fuertemente los primeros segundos, paso de 100 a 0 en un instante y se fundió por completo en nuestro beso, siendo bastante más activa en eso que durante la noche.
Luego de que se relajara con el besó dejé de poner tanto esfuerzo, pero ella parecía haberse motivado demasiado. Petunia se había acomodado de tal manera que tenía mi muslo entre sus piernas y lo usaba para frotar su coño. No sé si lo hacía consciente o inconscientemente, y aunque era algo muy caliente, no era el momento adecuado para disfrutar esto.
"Tranquila conejita, bueno, tal vez perrita, teniendo en cuenta que no paras de montarme la pierna" Me burlé cariñosamente mientras acariciaba su cabeza.
"P-Perdón..." Se disculpó muy avergonzada luego de darse cuenta de lo que hacía.
"Estoy jugando contigo, puedes llamarlo una charla de amantes" Le sonreí "No te alteres, sé que lo que hicimos fue..."
"¡Nosotros tuvimos...!"Casi gritó al recordar el punto principal, pero lo evité.
"Sí, lo hicimos y eso era lo que queríamos ¿No?" Traté de hacer que razonara esto de forma más serena"¿Yo te gusto?"
"..." Dudó en responder.
"Si no tuvieras que pensar ni preocuparte por nada más allá después de lo que hicimos ayer... ¿Te gusto?"
"... sí" Afirmo con voz baja, pero con cierta determinación oculta.
"Te amo Petunia Evans, ¿Tú me amas?" Volví a preguntar.
Ella no respondió con palabras esta vez, en vez de eso ocultó su rostro en mi pecho y asintió soltando un leve sonido de confirmación.
"Entonces no existe un verdadero problema" Entendiéndola, la abracé mientras susurre mis palabras.
"Pero... vamos a... tener un bebe?" Afirmó y preguntó al mismo tiempo con preocupación, en especial pensando en que pasarían sus padres cuando se enteraran.
"jajaja... niña tonta, no te preocupes por eso, ya me he encargado de todo" Me reí sinceramente ante su inocente, pero madura preocupación, quisas debí haberle avisado esto antes, pero me hubiera perdido esa adorable expresión que tiene ahora.
"¿No vamos a tener un bebe?" Preguntó.
"No ahora, pero en el futuro... si tú quieres" La tranquilicé con el asunto del ahora, pero no rechacé la idea para un futuro, no quisiera privarla de sus sueños de ser madre si es que los tiene.
"y... ¿Nos vamos a casar?" Se había aliviado con lo de los bebes, pero ahora preguntaba ilusionada respecto al matrimonio.
"Hmmm... si tú quieres. Sinceramente, no considero necesario el matrimonio, no el que es impuesto por la ley de los hombres, por lo menos... debe ser debido al tiempo que viví en la naturaleza que mis valores son algo 'distintos'"(Red)
"Pero si no nos casamos, nosotros no..." Cuestiono creyendo que el matrimonio era algo fundamental para que pudiéramos estar juntos.
"Para" La detuve de seguir hablando "Creo que tienes algunas ideas algo equivocadas respecto a ciertas cosas, pero no te preocupes por eso, me encargaré de explicarte bien algunas verdades del mundo" Dije pensando en muchas ideas que tendría que corregir de su mentalidad, aunque no me gustaba la idea, era necesario que supiera algunas verdades del mundo para evitar conflictos futuros.
"Yo..." Dudó de mis palabras, queriendo seguir cuestionándome, a su parecer, ella no estaba equivocada.
"Shhh..." la callé poniendo mi dedo entre sus labios "Tenemos tiempo para hablar de eso más tarde, ahora podemos concentrarnos en cosas más importantes. Tuvimos sexo, hicimos el amor o como quieras llamarlo, y con eso sellaste tu destino con el mío. Te lo dije antes, pero te lo repito ahora que tienes la mente más fría... Ahora eres mi mujer y no puedes escapar, no importa si dejas de amarme o cualquier otra razón, eres mía ahora y para siempre"
"¡Yo no dejaré de amarte!" Afirmó con seguridad y algo de molestia al sentir que no confiaba en ella o algo similar.
"Lo sé, pero aun así debo decírtelo. Supongo que también te explicaré cosas sobre el amor y su durabilidad, que no es como en los cuentos... aunque creo que conmigo puede que si, aunque no quieras" Agregue otra cosa a la lista mientras nos tomábamos un tiempo de silencio.
"¿Ahora puedo irme contigo?" Pregunto luego de quedarse callada un rato digiriendo mis palabras.
"Sí, cuando llegue el momento, me acompañaras"(Red)
"Pero dijiste que había dos condiciones... ya hicimos... eso.. ¿Qué pasa con el otro requisito?" (Petunia)
"El segundo requisito ya fue satisfecho. De hecho, casi lo habíamos logrado desde hace un tiempo y anoche, mientras 'disfrutábamos el uno del otro', lo conseguimos, no hace falta que pienses en ello en este momento." Le respondí mientras pensaba en otra cosa al ver como la luz entraba por la ventana"Lo que debemos tener en cuenta ahora es que tus padres se van a despertar..."
"¡MIS PADRES!" Gritó levantándose otra vez "¡¿Cómo le vamos a explicar lo que hicimos?!"
"Primero que nada, no le vamos a contar lo que hicimos, a menos que quieras que traten con todas sus fuerzas que no nos volvamos a ver y posiblemente que tu padre intente matarme a golpes" Hice una broma que no le hizo mucha gracia, más teniendo en cuenta que podría ser posible.
"Pero... yo no sé si podré mentirles, se van a dar cuenta y cuando me pregunte yo..." Siguió dudando de sí misma y si las cosas terminarían bien.
"No será mentirles, solo se lo ocultáremos, por unos años al menos. Tú solo tienes que actuar tranquila y hacer como que nunca paso" Trate de darle algo de confianza, pero lo último que dije no le calmó.
"Pero sí pasó" Afirmó con cierto miedo. Ella no podría estar más feliz con poder estar con quien ama, pero no era ignorante y sabia que lo que hicimos era problemático, incluso sin pensar en los bebes.
"Sí, pero solo nosotros los sabremos. No te preocupes, no te dejaré sola, cada vez que creas que necesitas ayuda puedes comunicarte conmigo" Dije tomando su brazo y señalando su tatuaje "Pero volvamos al tema de tus padres hoy"
"¡Sí! Tengo que ir a la escuela..." Se dio cuenta de que su madre vendría a despertarla si no aparecía en un rato.
"En cuanto a tu cuerpo, luego de lo de anoche, no deberías preocuparte, te curé mientras dormías, pero si quieres puedo hacer que parezcas estar enferma para que puedas quedarte en cama y que podamos hablar el resto de la mañana ¿Quieres?"(Red)
"¿Puedes? Sí, yo, quiero quedarme más tiempo contigo" Respondió mientras se ponía muy pegajosa.
"Bien dejámelo a mí"(Red)
Así continuamos hablando hasta que la luz del sol ilumino fuerte a través de la ventana. Los padres de Petunia se despertaron sorprendidos de su sueño tan pesado y su madre vino a verla a notar que no había salido de su cuarto.
Solo unos hechizos y artificios simples fueron necesarios para que la Sra. Evans se creyera que su hija estaba enferma. Petunia tuvo muchas fallas en su mentira, estaba nerviosa por mentir, pero justificado por la fiebre falsa muy realista que le provoqué, pudo pasar medio desapercibida.
Con eso tuvimos tiempo suficiente para explicarle cosas a mi nueva y pegajosa novia. Le hablé sobre el amor y las relaciones. Quisas rompí sus fantasías y robé más de su inocencia, pero le especifiqué que eso sería el caso si no fuera mi chica. Conmigo el amor era eterno, pero también le dejé claro que esto se debería a que la obligaría a amarme de ser necesario.
Traté de ser cariñoso, pero también realista. Decidimos que no volveríamos a tener sexo hasta que ella creciera un poco, lo anterior fue algo necesario, pero de ahora en adelante seriamos algo más reservados... y sin trampas usando mis poderes para excitarla.
Durante la mañana la madre de Petunia vino a verla varias veces, pero al igual que antes, hice que pareciera que Petunia estaba enferma mientras yo estaba oculto con mi invisibilidad.
Pasó el mediodía y luego llegó la tarde cuando tocamos algunos temas más serios.
"Ya no debo estar tan apurado, gracias a ti puedo volver luego de irme, por lo que puedo esperar un tiempo antes de contárselo a Lily"(Red)
"¿Tienes que hacerlo con ella también?"Preguntó tímidamente, ocultando mal algunas otras emociones.
"¿Celosa o enojada? Creí que te dejé claro que lo haría y por qué lo haría. Sabes bien que no puedes enojarte ni estar en desacuerdo, ¿eh?, esposa" Provoqué mientras pinchaba su costado con mi dedo.
Petunia no podía ocultar ni reprimir esos sentimientos, aun con toda mi charla, ella creía que lo que hicimos era algo único y especial, que no debía o quería compartir con su hermana. Mis palabras no pudieron evitar molestarla, pero ser llamada esposa la avergonzó y emocionó de extraña manera, haciendo que esas emociones negativas se redujeran mucho.
Seguí insistiéndole e inculcándole que eso sucedería, que debía aceptarlo y disfrutarlo, tenía que aprovechar este momento antes de que sea tarde y tener que repetirlo... cosa que tampoco le oculté.
"Podemos vivir como quieras de ahora en adelante, bueno, luego de que lo haga con Lily para estar seguros. Si quieres podemos tener una gran boda o incluso vivir como fugitivos, pero no tendremos hijos" Explique algunos puntos sobre nuestro futuro.
"¿P-por qué?" Preguntó algo temerosa de mi seriedad, no quería contradecirme, aun cuando no entendía por qué dije que podíamos tener hijo, pero ahora lo negaba.
"Porque puede que pasen años antes de que me vaya... pero cuando lo haga y tú vengas conmigo, la que vendrá será la tú de estos momentos. Podemos vivir una vida completa juntos, pero volverás a esta edad y teniendo los recuerdos hasta un tiempo después de que lo hiciéramos..." De hecho, pensaba que lo mejor sería establecerlo justo antes de explicarle esto para que no pensara mucho que ha olvidado quien sabe cuantos años de su vida" Bueno, el momento puede variar bajo la segunda condición, pero creo que este momento es el más indicado"
"¡¿Qué?! Pero yo no quiero" Lágrimas empezaron a correr en sus ojos llenos de miedo al pensar que olvidaría las cosas luego de hoy.
"Shh... tranquila, no tienes nada de que preocuparte"Trate de calmarla, pero era difícil teniendo en cuenta los hechos.
Intenté explicarle que no tiene nada de que preocuparse o sentirse mal, siendo sinceros, lo olvidaría o mejor dicho, nunca lo sabría cuando sucediera. La consolé diciéndole que aun si olvidaba todo lo que vivamos juntos después de hoy, que la amaré una vez más y viviremos todo eso nuevamente, pero mejor.
Fue muy doloroso para ella, pero con cariños y palabras dulces pude hacer que sonriera un poco y lo sobrellevara. Sé que no será la última vez que se deprima sobre este tema, pero no se puede evitar.