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Capitulo 5: Los malvados

—Mi apellido es Zhang, soy Zhang Chengling —El joven muchacho se sentó con una expresión ensombrecida; incluso cuando su ropa estaba hecha jirones, los colores dejaban en claro que estaba hecha de materiales caros y no de algo que un plebeyo usaría.— Zhou...

Se detuvo, sin saber cómo dirigirse a este hombre de aspecto mendigo.

—Solo llámame shushu —Zhou Zishu respondió descaradamente.

Zhang Chengling trató de sonreír pero realmente no tuvo éxito. Bajó la cabeza en un estado de trance, mirando el suelo dentro del santuario que estaba cubierto de polvo y hierba. La gran tragedia se había producido en un abrir y cerrar de ojos y su mente aún no asimilaba lo sucedido.

Gu Xiang susurró: —¿Zhang Chengling? Me suena un poco familiar.

Zhou Zishu preguntó: —¿Es tu padre el señor Zhang, Lord de Nam He?

Gu Xiang soltó sorprendida, —¿Eres el hijo de Zhang Yusen?

La duda —¿Y cómo demonios tiene Zhang Yusen una descendencia tan inútil como esta? —Estaba evidentemente escrita en su rostro.

Zhang Chengling pareció haberlo notado, ya que su cabeza cayó aún más abajo y sus manos se apretaron en puños a su costado.

Zhou Zishu tuvo que interrumpir rápidamente la sesión de destrucción de espíritu de Gu Xiang. Habiéndose dado cuenta antes de que esta chica sólo decía lo que la gente odiaba escuchar, tosió: —No sabía, mis disculpas.

Gu Xiang comenzó a bombardearlo con preguntas. —Tu padre tiene una buena reputación, eh... Hace unos días, cuando llegamos aquí, pudimos escuchar acerca de sus días de gloria cuando era más joven y que su familia y los negocios recientemente han estado muy bien. La gente dijo que después de tener éxito, se estableció aquí y se separó a medias de la sociedad, sin involucrarse en ningún asunto. También dijeron que sus propiedades son habitadas por huéspedes que son bastante decentes en artes marciales, por lo que nadie se atrevería a provocar problemas. ¿Quién intentaría matarte cuando tienes un padre como ese?

Su voz tenía una actitud frívola ya que el problema no le preocupaba en lo más mínimo. La anciana se sintió claramente indignada cuando se puso de pie: —Mi lord es la persona más dispuesta que podrías encontrar, es el más honorable, bondadoso y generoso; siempre ayuda a las personas, incluso cuando no tiene idea de quiénes son...

Gu Xiang sólo se burló, diciendo con tono enigmático: —Muy bien, sabemos de antemano sobre el venerable y muy buen padre que tiene este pequeño. ¿Pero acaso ese honorable y generoso padre no puede evitar que los dos sean perseguidos a altas horas de la noche...?

Zhang Yusen había alcanzado los cincuenta no hace mucho y no era una exageración considerarlo alguien de virtud y prestigio. No había estado haciendo muchos negocios en el jianghu desde que comenzó a formar una familia; pero si alguna vez había un gran evento, aún era obligatorio enviarle una invitación.

Zhou Zishu sentía que los muertos al menos deberían merecer un poco de respeto; y aunque la actitud de la joven podría ser inconciente, todavía era mal educado de su parte haber dicho esas cosas, por lo que la interrumpió: —Justo ahora, ¿Quién era esa persona que intentaba matarte?

Zhang Chengling se quedó en silencio por un momento, luego habló en voz baja: —Él es Xue Fang, el Fantasma Ahorcado.

—¿Qué dijiste?

—¿Qué dijiste?

Zhou Zishu y Gu Xiang exclamaron. El primero estaba frunciendo el ceño y en la cara de ella se veía auténtica sorpresa.

Zhang Chengling repitió con énfasis cada palabra: —Es Xue Fang, el Fantasma Ahorcado. Escuché a alguien llamándolo así con mis propios oídos...

Respiró hondo de repente, como si recordara y se diera cuenta de algo: la sangre esa noche, el humo y el fuego, los gritos; todo volvió a él en un instante. Se puso de pie temblorosamente sin pronunciar una sola palabra, con la cara pálida y con todo el cuerpo temblando.

Gu Xiang se alarmó, señalándolo dijo: —¿Está teniendo una convulsión?

La cara de Zhou Zishu se mostró solemne. Luego se acercó al niño, rozando el punto de acupuntura que lo ayudaría a desmayarse.

Cuando Zhang Chengling cayó suave e inconsciente en sus brazos, lo dejó con cuidado. Suspirando, dijo: —Perdió el conocimiento al recobrar su memoria. Solo déjalo descansar un rato.

Se volvió hacia la mujer que se encontraba en pánico: —¿Alguien está conspirando contra la familia Zhang?

Al ver a Zhang Chengling en ese estado, la mujer perdió toda voluntad. Después de muchas lágrimas y mocos, finalmente contó los eventos exactos; a medianoche, el patio se incendió de repente; luego vinieron los hombres de negro que aparecieron de la nada, como hordas de demonios cayendo del cielo.

Lo más aterrador fue que todos los huéspedes, esos "maestros" que podían detectar hasta el movimiento de la hierba no pudieron defenderse y se fueron sin que nadie lo supiera.

Sólo había quedado el excéntrico viejo Li, quien había llegado a Suzhou hace cinco años, siempre protegiendo a los Zhang desde lejos y negándose a entrar en sus territorios; para poder tener la comida de los Zhang, tenía que permanecer como un amigo lejano; él era simplemente alguien que había llegado a pagar una deuda.

Había sido esa excentricidad lo que ayudó a salvar la línea de sangre Zhang, aunque fue por muy poco.

Después de un rato, Zhou Zishu suspiró: —El viejo Li era un hombre especial entre nosotros —Se volvió otra vez hacia la mujer que lloraba; ella era una simple sirvienta, incapaz de entender del todo. —¿Tienes algún pariente?

Ella asintió: —Tengo un sobrino que vive en el sur.

Zhou Zishu le dio un lingote de oro: —Toma esto y vete. Has estado mostrando tu máxima lealtad siguiendo al Joven Maestro Zhang hasta aquí. No te permitas sufrir más en tu vejez.

Tomó el dinero, mordiéndolo por instinto, luego sonrió avergonzada una vez que se dio cuenta de lo que hacía. Las lágrimas se habían detenido y le dijo suavemente: —Sí, esta sirvienta es demasiado vieja ahora, sólo sería una carga para el Joven Maestro.

Prácticamente, quedarse en un lugar donde se enterró un cadáver y crecía pasto por todas partes tampoco era una buena idea, así que se fue de inmediato.

Zhou Zishu pensó que ella era sólo una sirvienta, por lo que era poco probable que la persiguieran. Ella mostró su gratitud y se alejó mientras él la miraba inexpresivo.

Era medianoche, por lo que Zhou Zishu sabía que el dolor punzante en su pecho en ese momento se debía a que los clavos estaban actuando. No era el tipo de dolor que destroza tu cuerpo, o el tipo lento y pausado como se ve en lesiones internas, sino uno que se asemeja a cortar tus meridianos uno por uno.

Afortunadamente, después de más de un año de sufrimiento, se había adaptado bien al dolor; nada se mostró en su rostro. Además todavía llevaba una máscara, lo que dificultaba que Gu Xiang viera sus expresiones reales.

Zhou Zishu trató de desviar su atención al pensar en la ignorancia de la chica mientras discutía sobre Zhang Yusen, preguntándole: —¿No te acompaña la persona que estaba contigo en la taberna?

Gu Xiang se sobresaltó: —Cómo sabes que estaba conmigo?

Luego asintió: —Ya veo, nos escuchaste hablar, ¿No? Por eso cuando volví para hacerte la pregunta, respondiste exactamente como mi maestro.

Ella frunció los labios, mostrando desdén por su acto de engaño.

Zhou Zishu sonrió: —Sí, ¿está tu maestro aquí ahora?

Gu Xiang se sentó en la mesa de incienso1 con las piernas balanceándose, sin tocar el suelo. Luego inclinó la cabeza con los ojos bajos, pareciendo completamente inocente. Finalmente se encogió de hombros: —Fue a ver a su antiguo amante.

Zhou Zishu la miró con duda. Ella era muy bonita, por lo que pensó que era una de las concubinas del hombre.

Gu Xiang arrugó la nariz, mirándolo: —¿Por qué me miras así? ¿Quieres que vigile fuera de su ventana y lo escuche hacerlo con otro hombre?

Zhou Zishu tosió con vergüenza, frotando su nariz: —Joven señorita...

Gu Xiang parecía un pequeño animal que le mostraba sus afilados dientes. Luego se dejó guiar por los pensamientos en su cabeza, empujando al aún dormido Zhang Chengling con la punta de los pies: —¿Le crees? ¿Que el hombre de negro era el Fantasma Ahorcado?

Zhou Zishu dudó: —...debe haber querido decir el Fantasma Ahorcado de los Fantasmas del Bosque Qingzhu...

Una breve burla coloreó la mirada de Gu Xiang: —Realmente sabes mucho. ¿Cuántos Fantasmas Ahorcados más crees que hay en este mundo? En serio.

Zhou Zishu sacudió la cabeza. Estaba a punto de responder cuando el dolor en su pecho atacó, por lo que tuvo que fingir que estaba reflexionando cuidadosamente.

Él dijo después de un tiempo: —La leyenda dice que en el Bosque Qingzhu de la montaña Fengya hay un lugar llamado Valle Fantasma. En los últimos años, las personas culpables de crímenes horribles en el jianghu que no tienen a dónde ir, han estado buscando protección allí. Pero una vez que entren al Valle, su humanidad se perderá y todos los rencores mortales serán borrados de su mente. Sobrevivir en el Valle no es tarea fácil, ya que generalmente uno termina casi muerto. En general, las historias son bastante aterradoras, por lo que sus enemigos nunca hablan de ellas. Escuché que Xue Fang el Fantasma Ahorcado solía ser un infame violador* con un recuento de veintiséis jóvenes, tanto hombres como mujeres, incluido el discípulo a puerta cerrada del líder de la secta E Mei. Fue perseguido por las seis sectas principales y no tuvo más remedio que esconderse en el Valle Fantasma de Qingzhu.

Gu Xiang parpadeó: —¿Entonces crees que él era ese asqueroso Xue Fang?

Zhou Zishu se echó a reír: —Xue Fang se ha hecho un nombre durante treinta años, es el mal de los males. ¿Cómo puede ser derrotado fácilmente por una joven como tú?

La ira de Gu Xiang estaba a punto de estallar, pero después de pensarlo, ella estuvo de acuerdo con él y asintió con la cabeza: —Cierto, si realmente era el Fantasma Ahorcado a quien maté, entonces mis antepasados saldrían de sus tumbas. Pero no tengo padres y no tengo idea de dónde están las tumbas de mis familiares, por lo que probablemente no podrían salir. Lo que significa que el hombre definitivamente no es el Fantasma Ahorcado, ¿Verdad?

Zhou Zishu no vio correlaciones entre las personas que resucitaban y el Fantasma Ahorcado, pero al ver a la chica profundamente satisfecha con su razonamiento, no tuvo el corazón para decírselo. El inmenso dolor aún persistía, así que se quedó en silencio, inclinándose hacia un lado para descansar hasta la mañana.

Los clavos siempre levantaban el Infierno después de la medianoche, así que se aseguraba de dormir temprano para reunir suficiente fuerza para cuando comenzara el tormento.

Pero su horario se había roto hoy y ya no pudo volver a dormir; todo lo que podía hacer ahora era apretar los dientes y soportarlo. La agonía solo cedió hasta al amanecer que inició desde el este, pero para entonces sintió que estaba casi paralizado.

Intentó ajustar su respiración, pero de repente Gu Xiang, que estaba dormitando apoyada sobre el altar de Buda, se despertó sobresaltada, con sus ojos bonitos mirando alrededor: —Alguien está aquí —anunció con urgencia.

Zhou Zishu frunció el ceño, también podía escucharlo. Quería ponerse de pie pero sólo retrocedió tambaleándose. Bajo la mirada de sorpresa de Gu Xiang, lentamente se apoyó agarrándose de la mesa y bajando la voz: —Se me adormecieron las piernas por estar sentado demasiado tiempo.

La incredulidad de Gu Xiang sólo se profundizó con esa débil excusa.

Por la mañana era cuando Zhou Zishu estaba en su punto más débil y la rápida incorporación de su cuerpo no ayudó mucho. Tampoco quería pelear con alguien en este momento: —Toma al chico y escóndete.

—¿Esconderme? ¿Esconderme dónde? —Gu Xiang lo miró con sus grandes ojos.

Zhou Zishu estaba temporalmente indefenso.

No lograron hacer nada más cuando un grupo de personas bien entrenadas con los rostros cubiertos irrumpieron por la ventana, miraron a un Zhang Chengling dormido y arremetieron hacia adelante.

Zhou Zishu, aún apoyado en la mesa, vio como uno de ellos apuntó un ataque con su espada hacia el chico. Nadie vio cómo sucedió, ya que sólo fue una sombra fugaz; pero inmediatamente unos dedos delgados, en el mismo estado de demacración que la máscara en la cara de Zhou Zishu, ya estaban alrededor de la garganta de esta persona.

Ni siquiera tuvo tiempo de gritar antes de que sufriera un espasmo y dejara de respirar.

El cruel método llamó la atención del resto del grupo; no tuvieron más remedio que detenerse y tomar precauciones contra este hombre de aspecto enfermizo que parecía que ni siquiera podía mantenerse erguido.

Gu Xiang secretamente sacó la lengua, saltando de la mesa de incienso para pararse detrás de Zhou Zishu.

Sabía a primera vista que esas personas sólo se vestían para intimidar, no podían ser asesinos profesionales con tan escasa cautela. Si hubiera sido un acto planeado por Tian Chuang, nunca habrían dudado en poner la misión en primer lugar, incluso cuando la vida de sus amigos o su propia vida estaba en juego.

Definitivamente tampoco eran esos Fantasmas infames; los Fantasmas nunca podrían estar tan coordinados. Parecía que la familia Zhang estaba específicamente en la mira.

Se arregló las mangas sin prisa, como si los trapos que usaba fueran sus viejas túnicas con hilo de plata. Al hacerlo se sintió ridículo y se detuvo con una sonrisa:

— Es demasiado temprano para atacar a un niño indefenso, ¿No? Lo menos que pueden hacer primero es saludar.

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(Infame Violador) Originalmente escrito con la jerga "ladrón de flores" utilizada para llamar a los delincuentes sexuales, traducido textualmente como violador o abusador sexual.